Hay indicios de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, corre el riesgo de caer en una «trampa» ucraniana que podría hacer tambalear la posición de Washington en la escena internacional, escribió el exanalista jefe de la CIA para Rusia, George Beebe, en un artículo para ‘Responsible Statecraft’.

El autor destacó tres factores que determinarán las perspectivas del conflicto en torno a Ucrania y que afectan uno a otro «de forma potencialmente reforzadora». Juntos, apuntó Beebe, pronto podrían crear una dinámica que podría «limitar en gran medida la capacidad de la Administración Biden para dirigir los acontecimientos hacia los resultados deseados».

En primer lugar, se resaltó la evolución del campo de batalla. En este contexto, el exanalista de la CIA opinó que las fuerzas rusas «están cada vez más cerca de rodear Artiómovsk [Bajmut], y los ucranianos parecen estar a punto de sufrir su primer revés significativo desde el pasado verano [boreal]». Agregó asimismo que esta batalla «está teniendo un enorme coste para Ucrania».

Citando a The Washington Post, Beebe detalló también que las defensas ucranianas sufren graves carencias de municiones y tropas experimentadas, «dos cosas que Occidente no está en condiciones de remediar a corto plazo». En su opinión, el envío de tropas estadounidenses o de la OTAN supondría el riesgo de un enfrentamiento directo con el Ejército ruso y una posible escalada hacia un conflicto nuclear.

«Los arsenales occidentales de proyectiles de artillería y misiles (…) están disminuyendo, y cada vez es más evidente que EEUU y sus aliados no pueden aumentar la fabricación de material de defensa con la rapidez suficiente para satisfacer las necesidades urgentes de Ucrania», precisó.

El segundo factor destacado es la política interna estadounidense.

«Durante meses, la opinión popular estadounidense sobre la guerra se ha ido polarizando cada vez más, con los republicanos cuestionando cada vez más los objetivos bélicos de Estados Unidos y el alcance del apoyo estadounidense a Ucrania«, escribió el autor.

Expresó también su preocupación por la posibilidad de que China medie en la crisis ucraniana y no suministre las armas a Kiev, lo que socavaría la credibilidad de EEUU en la escena internacional.

«No es demasiado tarde para que la Administración Biden encuentre una salida a esta posible trampa pisando el acelerador en las negociaciones con Rusia. (…) Pero no es demasiado pronto para afirmar que la ventana de oportunidad para la diplomacia estadounidense corre peligro de estrecharse», concluyó Beeb.

Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. Numerosos países, incluso EEUU, condenaron la operación, apoyando a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.