El Maestro Cicerón Flórez, socio fundador y miembro de la Junta Directiva de la Fundación Cultural “El Cinco a las cinco”, recibió en noviembre de 2014, el Premio Nacional de la Comunicación y el Periodismo Alfonso López Michelsen en su Sexta Versión, premio conferido por la Sociedad Colombiana de Prensa y Medios de Comunicación.

Que conste que es su segunda gran distinción nacional puesto que en el año 2011 recibió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, máximo galardón otorgado en Colombia a los profesionales del periodismo en el nivel Vida y Obra de un periodista.

El Maestro Cicerón Flórez es natural de Condoto, Chocó, nació el 28 de diciembre de 1933, y sus primeros estudios los realizó en Buenaventura y Manizales. Cursó estudios especiales de periodismo en Ciespal, Quito, pero ha desarrollado seminarios de periodismo en San José (Costa Rica), San Cristóbal, Caracas y Mérida (Venezuela), Bogotá, Cali, Cartagena, Barranquilla, Tunja, Manizales, Pasto, Montería, Santa Marta, Paipa, Villa de Leiva y Melgar organizados por diferentes entidades.

Se ha dedicado por más de medio siglo al ejercicio del periodismo. Luego de sus estudios en el Instituto Universitario de Caldas (Manizales) y en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), en Quito, Ecuador, el Maestro Cicerón, ingresó al diario El Mercurio, en los años 50 bajo la dirección de Alberto Lleras Camargo. En 1958 llega a Cúcuta invitado por la líder política María Helena de Crovo, para asumir la jefatura de redacción del semanario El Mural. En el 58 forma parte del equipo que funda el diario La Opinión – Cúcuta (entonces semanario) bajo el liderazgo de Virgilio Barco, Eustorgio Colmenares Baptista, Alirio Sánchez Mendoza y Eduardo Silva Carradine.


Ha sido en más de medio siglo columnista, jefe de redacción, director encargado, subdirector y ahora asesor emérito del diario La Opinión. Su intensa experiencia en el periodismo, concebido como un ejercicio ético indeclinable, lo hizo meritorio del reconocimiento en el año 2011 Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, Vida y Obra de un Periodista.
Con una larga trayectoria al servicio del periodismo en Norte de Santander, el nombre de Cicerón Flórez Moya es todo un referente del oficio. Por sus manos han pasado las historias de los principales acontecimientos de Cúcuta, Norte de Santander y el país, las mismas manos que han tocado a varias generaciones de periodistas y que le confieren el título -en su caso ineludible e indelegable- de Maestro. El mismo que hace por lo menos 50 años está intrínsecamente ligado al destino del diario La Opinión. Precisamente el rotativo le entregó, por esa vida consagrada, el reconocimiento ‘Bandeja de Plata. Fue por ello que en las páginas del periódico se quiso darle un homenaje al Maestro y fue la pluma del escritor e historiador Otto Morales Benítez la que exaltó la trayectoria de Flórez.
La comparó con un itinerario que había cumplido “con constancia de ejemplar señorío y de devoción por sus deberes democráticos; de ciudadano que orienta a la comunidad; de hombre que viene de la poesía y ella le sirve para escribir, soñando con los designios superiores del espíritu. Su trabajo es de muchos y fértiles años”.

Sin embargo fue un viaje que inició en el mar. Cicerón Flórez presume de haber llegado a este mundo en una embarcación que, justo entonces, se mecía al vaivén que le imponía una tormenta. Sin embargo, la credibilidad de la historia queda en entredicho cuando se sabe que ocurrió un 28 de diciembre, el día de los Santos Inocentes.

“Pero la cédula no miente. El 28 de diciembre de 1936 fue su primer aliento. Condoto, Chocó, es la referencia del pueblo natal, donde atracó horas después ese barco, que sin saberlo, llevaba a bordo un niño que bautizaron con nombre de pensador: Cicerón Ángel”, explicó la nota del diario cucuteño que daba cuenta del más reciente galardón.

El texto reseña que el Maestro Flórez inició el bachillerato en el Pascual de Andagoya, de Buenaventura (Valle), y lo terminó en el Instituto Universitario de Caldas, en Manizales. Hizo un curso especial de periodismo en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), en Quito, Ecuador.

Su primera vinculación con un medio escrito fue en diario El Mercurio, publicado en Bogotá en los años 50 bajo la dirección de Alberto Lleras y la jefatura de redacción de José Font Castro. Flórez llegó a Cúcuta en 1957 invitado por María Helena de Crovo –ministra de Trabajo durante la administración López Michelsen– y su esposo, el poeta chileno Andrés Crovo.

Su labor, entonces, se enfocó en dirigir el semanario El Mural, donde se convirtió en el jefe de redacción, cuya corta vida –un año – abrió paso al semanario La Opinión con la guía del expresidente Virgilio Barco Vargas, Eustorgio Colmenares Baptista… Y la pluma de Cicerón Flórez Moya.

En 1960 se fundó el diario La Opinión bajo la gerencia de Colmenares, la dirección del médico Alirio Sánchez Mendoza y la jefatura de redacción de Flórez. En muchas ocasiones fue encargado de la dirección del rotativo y en la actualidad se desempeña como subdirector.

Tras pasar también por corresponsalías, emisoras e incluso fundar una revista, Flórez encontró en la docencia otra de sus pasiones. En un reconocimiento más, en junio pasado, la Universidad de Pamplona resumió lo que será ya legado vivo del Maestro, que “ha sido mentor de varias generaciones de periodistas que ven en él un ejemplo a seguir y un modelo de honestidad en el manejo informativo”.

Cicerón Flórez Moya

CORTESÍA DE: ALEJANDRO GUTIÉRREZ DE PIÑERES Y GRIMALDI