*Por: Zabier Hernández Buelvas.
“La democracia debe guardarse de dos excesos:
el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo” . Montesquieu
En la medida en que se acerca la fecha de la Asamblea Departamental del Pacto Histórico en Nariño, que será este domingo 18 de diciembre de 2022, el ruido alrededor de ella ha crecido. Es entendible, el cambio asusta a muchas y muchos. Es el ruido del cambio, es el ruido de un pueblo que se organiza para ser gobierno territorial y poder para transformar.
Las estructuras corruptas y politiqueras contra el Pacto, han activado sus estrategias ocultas para intervenir e incidir en la asamblea. Querían primero, a través del «Pacto Somos Todos» venir a hacer parte del Pacto Histórico, es decir, nos querían revolver y confundir con quienes han sido y son actualmente, responsables de la crisis social, económica y humanitaria que vive Nariño; pretendían que el PH quedara supeditado a las maquinarias que han manejado y siguen manejando las empresas sociales, mixtas y las instituciones descentralizadas del Estado como CEDENAR, SENA, CORPONARIÑO y otras.
Les dijimos que no, les dijimos que el Pacto Histórico lo que quería era derrotarlos para que nunca más volvieran a hacerle daño a este pueblo. Y en esa tarea estamos.
Pero no se quedaron quietos. Ante la posibilidad que el PH se organice y se fortalezca, están utilizando, la táctica de infiltrarnos a través de mandaderos que hagan la tarea de dividirnos. Están intentando sabotear la Asamblea utilizando supuestos lideres que abogan por una supuesta “democracia abierta y directa”, falacia que busca abrir la puerta a quienes quieren destruir al Pacto.
Para información de la sociedad nariñense y la comprensión de quienes parecen confundidos. ¿Qué se plantea con la asamblea?
- Considerando que lo vital y esencial al Pacto Histórico es la participación del pueblo en la direccionalidad política del proyecto, se impulsó una alta participación desde los municipios, recomendando siempre, elegir sus delegaciones en escenarios asamblearios municipales a partir de consensos y acuerdos desde los territorios. De los casi 700 delegados y delegadas que se esperan, 550 son de municipios. El resto de delegados se distribuye entre partidos políticos, organizaciones sociales y sindicales, mujeres y juventudes.
- Se discutirán documentos programáticos, políticos, de mujeres, diversidades, étnicos (afro, indígena, room), campesinos, sindicales, ambientalistas, sector productivo, comunales y comunitario, arte y cultura, comunicación popular, sectores gremiales, infancia, adolescencia, juventud y personas con capacidades especiales.
- Se propondrá a la Asamblea, un mecanismo de coordinación política donde los municipios tendrán la prevalencia. Algo nunca antes visto, una coordinación política departamental de casi 300 integrantes (250 de municipios), y 50 de los partidos políticos, organizaciones sociales y sindicales.
Será una asamblea democrática y participativa que le da su lugar de dirección política a los territorios en una relación dialogante y dialéctica, incluyente y diversa entre territorios, partidos, organizaciones sociales y ciudadanías.
El debate sobre la democracia.
Bienvenido el debate sobre la democracia. Este debe servir para fortalecernos como Pacto Histórico, nunca para fortalecer al adversario. Algunos proponen que la asamblea será una especie de foro abierto donde cualquiera pueda ir a debatir y decidir. Esto suena muy bien al oído desprevenido. Pero veamos que hay detrás. Como ya afirmamos atrás, le dijimos no a un frente amplio con la derecha en Nariño. Una asamblea abierta sin que haya ningún filtro, ni criterio, es la puerta de entrada a la destrucción del Pacto Histórico. La asamblea es abierta para los procesos del Pacto Histórico.
Para ponerlo más gráfico. Una asamblea abierta favorecería situaciones como que cualquiera de los gamonales de las maquinarias de la derecha, llegué con chivas y buses que pagan con los mimos recurso que le sacan al erario público, que puedan entrar a la asamblea, hagan mayorías e impongan decisiones contrarías a la esencia del Pacto Histórico, suplantando así el papel que deben cumplir los y las delegadas del Pacto Histórico que realmente le han puesto el pecho y se la han jugado por este proyecto tanto en los territorios como desde los partidos y organizaciones que hacemos parte del PH.
Lastimosamente, sectores del PH le vienen haciendo el juego a esta amenaza clientelar y politiquera, sembrando frases como “la democracia comienza en casa”, “es ahora o nunca”, “porque somos libertarios”. Ya hubiéramos querido la misma vehemencia contra los corruptos en las elecciones pasadas, pero lo que en realidad muestran, es una falta de valoración objetiva y real del momento político. A la derecha y al poder corrupto no se le enfrenta con frases, se le enfrenta con organización, movilización y lucha. La organización significa garantizar la participación de todas las fuerzas del Pacto Histórico en condiciones de equidad, ponernos de acuerdo en reglas de juego, en construir colectivamente garantías para todos y todas, saber con quienes contamos y quienes son nuestros adversarios, saber las fuerzas que tenemos. La anarquía y la falta de organización solo conviene a quienes quieren atajar al PH.
De acuerdo con Jaime David “los verdaderos cambios no se decretan desde los escritorios, ni desde la computadora, es el movimiento constante en aquellos espacios decisorios donde también deben realizarse las acciones políticas en beneficio de nuestro pueblo nariñense”. El movimiento, los escenarios y las decisiones deben ser colectivas, conscientes y organizadas.
Las delegaciones que vienen conformadas a partir de consensos municipales, los partidos que somos fundadores y nos hemos mantenido en el proceso, las organizaciones sociales, los y las ciudadanas que trabajan día a día por construir un pacto para ser poder y transformar, tenemos la obligación moral, ética y política de defender nuestro derecho a debatir en nuestros escenarios, en democracia y sin interferencias.
El ruido por la asamblea no nos asusta, sabemos que es el ruido del cambio.