Por: Juan Hernández Machado, miembro de la Unión de Historiadores de Cuba

Satisfacción. Sí, eso fue lo que sentimos cuando vimos al pueblo venezolano celebrar jubilosamente junto a su gobierno la derrota del golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez Frías en el 2002.
Y como esa es una modalidad preferida por nuestros vecinos del norte en los últimos tiempos (Honduras, Brasil, Bolivia, Perú como hechos consumados y otros más que, afortunadamente, se pudieron frustrar) nos parece oportuno recordar algunos elementos muy interesantes.

Golpe blando, revolución de colores, primavera democrática y cuanto nombre bonito y ocurrente aparece son muy comunes en nuestros días, sobre todo en diferentes foros de opinión en las redes sociales, cuyo resultado final es la enajenación de las personas que en ellos participan debido a la cantidad de mentiras que ingieren cada día y que se transmiten por esos mismos foros.

Y es que los tiempos cambian. Por eso es importante estudiar los tiempos para conocer los cambios ocurridos y atemperarnos a los mismos.
Debido a la amplia divulgación de esos nuevos términos, es bueno recordar un poco de dónde surgieron, cuáles son las organizaciones que los promueven y quien dirige, tras bambalinas, los hilos para que dichas organizaciones actúen.

No creo que sorprenda a nadie que de inmediato pensemos en una de las agencias claves del gobierno de los Estados Unidos de América: la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
De los más de 300 golpes de estado que se produjeron en el mundo durante el pasado siglo XX, esa agencia, desde su creación en 1947, participó, directa o indirectamente, en una buena parte de ellos, debido a la aplicación de lo que desde el inicio se convirtió en su segunda misión fundamental además de obtener información de inteligencia: la acción encubierta.

Lógicamente, al conocerse la presencia de la CIA en esos y otros conflictos (mediante acción política, intervenciones, asesinatos y otras acciones), la agencia era objeto de mala propaganda y fuertes críticas, tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
De ahí que una de las prioridades al elaborar cualquier operación de inteligencia era valorar lo que se perdería si se llegara a conocer que la mano de la CIA y, por ende, de los Estados Unidos, estaba detrás de la operación.

En muchas ocasiones esa valoración provocó que se hicieran cambios serios en los planes inicialmente concebidos, ya que cada acción fallida o descubierta era un fuerte golpe a la credibilidad de la agencia, especialmente después de las investigaciones congresionales de los años 70 del pasado siglo XX que sacaron a relucir graves violaciones de la ética y moral según los cánones de las democracias representativas como la estadounidense, por parte de la CIA.
Con esa gran experiencia y tratándose de adaptar a los nuevos descubrimientos científicos y técnicos de la década del 80 del pasado siglo, sobre todo en el área de las comunicaciones, la CIA concibió nuevas maneras de interferencia e intromisión al utilizar vías “legales” para su actividad.

Es así como surgieron las revoluciones de colores y los golpes suaves o blandos, que en esencia son un nuevo mecanismo de intervención extranjera indirecta, que la CIA creara para adaptarse a las nuevas condiciones geopolíticas de finales del siglo XX e inicios del XXI y poder cambiar a su antojo el sistema social de aquellos países considerados “objetivos” por pretender tener un curso independiente de política alejados de los Estados Unidos.

Hubo que hacer cambio de métodos. Para cualquier oficial de inteligencia, aliado o enemigo de los Estados Unidos, conseguir los procedimientos de la CIA para sus intervenciones, le hubiera ganado un importante reconocimiento en su país. Con los cambios introducidos, le quitaron esa posibilidad.

Vistieron a la mona de seda… pero siguió siendo mona.

Las acciones anteriores ejecutadas por la agencia fueron ajustadas a las circunstancias del momento, enriquecidas, desclasificadas, y, coincidentemente aparece un manual con un nombre y elaboración diferentes, para que pudiera ser usado hasta por personas con determinado grado de retraso mental, pero no a nombre de la agencia, a fin de producir los cambios de gobiernos que anteriormente era tarea principal de la CIA.
En esta ocasión todo surge de una flamante institución no gubernamental, la Institución Albert Einstein (IAE), creada por el filósofo, profesor y politólogo estadounidense Gene Sharp en 1983, y dirigida por él hasta su fallecimiento en el 2018.

Y ahí comienza la ilusión óptica. Quien ve Albert Einstein en el nombre de la institución, piensa en el gran científico y, lógicamente, está atraído a leer lo que se divulga por ellos, pero la esencia de esa organización es el estudio y uso de la no violencia para “democratizar el mundo”.
Y continuamos con la ilusión, pues cuando usted estudia con detenimiento los diferentes libros, guías, manuales y otros documentos que ellos han preparado y distribuyen, se da cuenta inmediatamente que la “no violencia” es el mismo gancho que el nombre de Einstein, ya que la “democratización” pasa por cambio de régimen o gobierno y eso no se logra con palabras, al menos, entre los consejos de ellos hay muchas acciones que de no violentas no tienen nada.

Repasemos, entonces, algunas de las etapas que ellos proponen y han estado utilizando para lograr sus objetivos.
Primera etapa: ablandamiento
Aquí prevén la creación de matices de opinión sobre problemas reales o potenciales (si la súper multiplicación de opiniones falsas alrededor de los sucesos del 11 de julio del 2021 en Cuba se parece a esto, no fue por una simple coincidencia); promover los factores que causan malestar y fraccionar la unidad de los países donde actúan, por solo mencionar unas cuantas.

Segunda etapa: deslegitimación

Aquí hay un incremento de las campañas propagandísticas en defensa de la llamada libertad de prensa, derechos humanos y libertades públicas que reinan en los principales países capitalistas del mundo (donde los policías a caballo no arremeten contra inmigrantes; donde los policías no matan a manifestantes o los desaparecen; donde las grandes compañías de comunicación no bloquean a las entidades que no les conviene; donde no hay limbos legales para los acusados de terrorismo. Si usted ha visto algo de esto en países capitalistas desarrollados y en aquellos que quieren seguirles los pasos, lo soñó, no sucede, porque si no, los promotores del “golpe blando” hubieran actuado, ¿no lo cree?)

Tercera etapa: calentamiento de la calle

Aquí van las movilizaciones callejeras que incluyen, como ellos mismos dicen, “trancas y tomas de instituciones públicas” y el no respeto a las instituciones. Y me pregunto porque soy un poco duro de entendederas, ¿Y para tomar u ocupar una institución pública que, lógicamente, no permitirá esa acción, no es preciso usar la fuerza? ¿Y si se usa la fuerza, es una acción no violenta?

Las imágenes de los diferentes países donde se han aplicado o tratado de aplicar estos métodos que nos muestran a personas que por su apariencia no parecen ser de la mejor catadura ética y moral, atracando tiendas y llevándose desde cajas de botellas de licor hasta TV plasmas, no parecen muy pacíficas, ¿no lo cree usted?

Cuarta etapa: combinación de diversas formas de lucha

¿Sabe que se incluye aquí?, el desarrollo de operaciones de guerra psicológica y acciones armadas para justificar medidas represivas y crear un clima de ingobernabilidad, además de la circulación de rumores para desmoralizar a las fuerzas armadas y los órganos de la seguridad. Se fija usted cómo con los tiempos cambian las cosas. A esto ahora se le llama no violencia, pero cuando nosotros éramos pequeños tenían otro nombre.

Quinta etapa: fractura institucional

Vuelven las acciones callejeras a gran escala, la toma de instituciones; se pasa de la presión callejera a la resistencia armada (sí, así como lo lee, pero eso es ahora no violencia) y se preparan las condiciones para una intervención militar (¿quién es el buen samaritano? En los últimos treinta años han sido los Estados Unidos con o sin sus aliados de la OTAN) o para el desarrollo de una guerra civil prolongada.

Durante todas estas etapas se usan símbolos y consignas que se basan en determinado color, bandera, hecho característico del país de que se trate para que sean comprendidos mejor y sirvan para sumar adeptos.
De extrema importancia es el uso de medios de difusión y comunicación, teléfonos celulares y de otro tipo para generar la rápida – y en muchas ocasiones truculenta- reproducción de mensajes, a fin de llamar la atención de los medios internacionales para cubrir lo que está sucediendo.

Y mientras nadie se preocupa por la muerte de cientos y miles de inmigrantes en Europa y América; mientras el régimen sionista de Israel continúa masacrando al pueblo palestino; mientras que en los propios Estados Unidos continúan las muertes indiscriminadas de negros y los tiroteos en escuelas y otros lugares públicos, la detención de algunos de estos manifestantes por parte de las debidas autoridades del país de que se trate, se considera un caos y origina una gran presión internacional de exhortación al respeto de los derechos humanos de los manifestantes.

De igual forma, genera medidas de coerción económica que provoquen grandes espirales inflacionarias, escasez de alimentos e inseguridad, para asfixiar al gobierno víctima del ataque y arrastrar a otros sectores a las acciones callejeras.
Gene Sharp era conocido por haberse opuesto a la guerra en Corea en la década de los 50 del siglo pasado y por ser un seguidor de las ideas pacifistas de Mahatma Gandhi y de Martin Luther King Jr. Solo que esas ideas que elaboró y promovió se correspondieron con las posiciones negativas del gobierno estadounidense aplicadas a través de la CIA contra gobiernos y personas progresistas en el mundo.

Pero, como de pequeños nos enseñaron que “dime con quién andas y te diré quién eres”, veamos, entonces, algunas de las relaciones del científico Sharp, coincidentemente todos experimentados en “la paz y en la no violencia”:
• Robert “Bob” Helvey, coronel retirado del ejército estadounidense que participó en la guerra imperialista contra Vietnam; agregado militar en Birmania entre 1983- 85; Decano en la Escuela de Formación de Agregados Militares de Embajadas; conoció a Sharp mientras estudiaba en Harvard; especialista en acciones clandestinas. Asignado por la CIA a la Institución Albert Einstein para servir como operativo en las acciones “no violentas” promovidas por la organización.
• Coronel Reuven Gal, Director de Acciones Psicológicas dentro de las fuerzas armadas israelíes. Utilizado para ejecutar acciones “no violentas” con los palestinos.
• Profesor Thomas Schelling, destacado economista y consultante de la CIA. Formó parte del Consejo Administrativo de la IAE.
• Bruce Jenkins, especialista en economía política, control comercial e instituciones financieras internacionales. Entre 1995 y 2000 fue el Director Ejecutivo de la IAE.
Entonces, para tener una idea real de cómo era y es la situación, vamos a recordar algunos de los lugares donde estos prestigiosos señores pusieron o trataron de poner en práctica los métodos “no violentos” para cambiar gobiernos que, coincidentemente, no eran del agrado del gobierno estadounidense.

1.- 1989: las primeras acciones de la IAE fueron el establecimiento de la Alianza Democrática, coalición de organizaciones anticomunistas en la entonces Birmania (hoy Myanmar); el trabajo de fortalecimiento del Partido Progresista Democrático de Taiwán, que promueve el separatismo de la isla de la República Popular China (R. P. Ch.); la unificación de diferentes grupos tibetanos alrededor de la figura del Dalái Lama, también dirigido contra la R. P. Ch. y, trabajando con el coronel Reuven Gal, la formación de grupos disidentes dentro de la resistencia palestina.
2.- China, junio 1989: Gene Sharp y Bruce Jenkins llegan a Beijing, dos semanas antes de los sucesos de la Plaza Tiananmen. Ambos fueron expulsados de inmediato por las autoridades de la República Popular China.
3.- Febrero de 1990: La IAE organiza una Conferencia sobre las Sanciones no Violentas, logrando reunir a 185 especialistas de 16 países para ser aleccionados por los coroneles Robert Helvey y Reuven Gal. La idea era organizar una especie de internacional de lucha contra el comunismo.
4.- Lituania, octubre de 1990: trabajando desde Suecia, Sharp y su equipo preparan a políticos lituanos para organizar la resistencia al Ejército Rojo en momentos cuando los países bálticos se preparaban para separarse de la antigua Unión Soviética. En mayo de 1991, Sharp actúa como consejero del Partido Sajudis (Grupo de Iniciativa por la Perestroika). En junio de 1992 el ministro de defensa de Lituania independiente organizó un simposio para rendir homenaje a la IAE y a Gene Sharp por su participación en la separación de los países bálticos de la entonces Unión Soviética.
5.- Yugoslavia, 2000: el Instituto Nacional Republicano (¿les parece conocido?, casualmente es una de las organizaciones que aporta financiamiento a los “no violentos” de la mafia cubano-americana en Miami) apoyaba a la organización “Otpor” (Resistencia) formada por jóvenes opuestos al presidente Slobodan Milosevic. Luego hizo su entrada el coronel Helvey, de la IAE, desde el Hotel Hilton en Budapest, capital húngara, quien organizó seminarios para esos cuadros juveniles. En el terreno se encontraba Paul B, McCarthy, dirigiendo las acciones desde el Hotel Moscú, en Belgrado, hasta la dimisión de Milosevic en octubre del año 2000. McCarthy era representante de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) (¿También les parece conocida? Esta es otra de las organizaciones que financia a los “no violentos” de Miami y a sus seguidores en nuestro país).

Y tan buenos resultaron los alumnos que Srda Popovic, fundador de Otpor ha reconocido en diferentes entrevistas de prensa que su movimiento recibió financiamiento de los Estados Unidos, lo que considera normal, a la vez que no niega haber asesorado a opositores al presidente venezolano Nicolás Maduro para que hagan en su país lo mismo que hizo Otpor en el suyo.

Otpor dio paso a Canvas, organización con base en Belgrado, y según Popovic ya ellos habían contribuido al entrenamiento de más de 45 grupos de diferentes partes del mundo para que hagan lo que ellos hicieron en su momento.

6.- Holanda, septiembre 2002: allí Gene Sharp entrena a miembros del Consejo Nacional Iraquí que se preparaban para regresar a su país a apoyar al ejército estadounidense que lo ocupaba.
7.- Georgia, septiembre 2003: la IAE asesora a la población de ese país durante la llamada “revolución de las rosas” hasta conseguir la renuncia de Edward Shevarnadze.
7.- Venezuela, 2002- 2004: después de fracasado el golpe de Estado contra Hugo Chávez en el año 2002, la IAE orienta a empresarios derechistas venezolanos a cómo actuar durante el referéndum revocatorio; posteriormente dieron indicaciones a los dirigentes de la organización “Súmate” durante las manifestaciones de agosto del 2004.

Se ha detectado el trabajo de esta organización “no violenta” en Bielorrusia, Zimbabwe, Ucrania, Kirguistán, Irán, Rusia, Siria, Egipto, por solo mencionar algunos países. En unos, como Egipto, las medidas surtieron efecto; en otros, como Zimbabwe, no lograron su cometido, pero de todas formas hubo interferencia en los asuntos internos de esos países, algo reconocido y refrendado por todos los países del mundo según la ley internacional y lo establecido por la Organización de las Naciones Unidas.

Claro, ya estamos acostumbrados a que los dominadores cumplan las leyes que les conviene y las interpreten a su forma y conveniencia.
En nuestra área, además de lo ya visto en el caso de Venezuela, ha habido acciones, algunas exitosas y otras no, en Honduras, Paraguay, Brasil, Ecuador y Bolivia, además del constante hostigamiento contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Así surgió y desarrolló la idea de los golpes blandos, revoluciones de colores y otros epítetos grandilocuentes por los promotores de la “no violencia”.
Fuentes comunes de financiamiento; líneas de pensamiento similares; coincidencia en querer “ayudar” a aquellos países que son un hueso duro en la garganta del Tío Sam.
Tal vez arroje un poco de luz conocer que para el presupuesto de guerra de Estados Unidos en el 2015, el entonces presidente Barack Obama previó cifras entonces sin precedentes para el empleo de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) quienes actuarían en estrecha coordinación con las agencias de inteligencia, en particular la Agencia Central de Inteligencia, la que actua, de forma pública o encubierta, en más de cien países del mundo.

Eso garantizaría cumplir mejor la circular 18-01 de esas mismas FOE que bajo el título de “La Guerra no Convencional” fuera aprobada en el año 2010. Las FOE, junto a otras agencias estadounidenses, reconocen haber participado en operaciones para presionar a un adversario- los que no se doblegan al imperio yanqui- en lugares que van desde los Estados del Báltico hasta Guatemala, Afganistán y Nicaragua.

Hoy nos da risa conocer que algunos de los que promueven cambios en nuestros países se consideran apolíticos y quieren especializarse en sus líneas de la cultura, las ciencias, el deporte, olvidando la historia en el mejor de los casos- porque cuando pueden tergiversarla lo hacen. Su apoliticismo es muy similar a la “no violencia” de los señores antes expuestos.

A pesar de todas esas intenciones, agrada saber que las aguas cogieron su nivel en países como Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia y Honduras, por solo mencionar algunos de nuestro continente, donde se ha logrado frenar el retroceso instaurado por los gobiernos previos y se adoptan medidas de beneficio popular en medio de las grandes dificultades que enfrentan esos gobiernos.

Se han dado pasos serios para revitalizar la CELAC y tanto Argentina como Brasil indicaron su deseo de regresar a UNASUR, lo que permitirá una mayor cooperación entre sus miembros y un avance para sus pueblos.
Lamentablemente, en diciembre pasado ocurrió el golpe contra el presidente peruano Pedro Castillo. Cualquier similitud entre medidas previas a su destitución y lo que preconiza el famoso manual del golpe blando, tiene una gran probabilidad de que sea cierto.

Pero nada hay más bello que un día tras otro.

Venezuela conmemoró la frustración del golpe de estado al mejor amigo de Cuba, el compañero Chávez y se encuentra en medio de la gran campaña contra la corrupción que – a propósito, también es una de las medidas que se incluyen en el dichoso manual para conspirar contra los gobiernos establecidos que quieren perjudicar y derrocar- va marchando bien bajo la dirección de la unión cívico- militar que acompaña a su pueblo.

Por ello, no nos preocupa la existencia de esos medios nefastos ni de esas campañas truculentas. Es cierto que nos crean dificultades, pero seguimos adelante; nuestros niños siguen viviendo felices pese a los problemas existentes; el pueblo trabajador se empeña por salir adelante y con su apoyo se frustrarán todas las provocaciones que inventen.

Vendrán otras fechas en las cuales tratarán de atacarnos, pero seguro estamos que no podrán afectar nuestra unidad, porque en los países de Nuestra América cuyos pueblos han visto el progreso sin depender de Estados Unidos- a pesar de las dificultades por las cuales atraviesan y pueden atravesar- ya se conoce quién es quién y existe una determinación a hacer todo lo que sea necesario en defensa de nuestras conquistas- imperfectas algunas, no totalmente terminadas otras, pero nuestras- al costo que sea necesario.

Por ello, no importa el disfraz que le pongan a la mona, siempre la vamos a identificar y se quedará siendo mona.
Abril 2023

BLOG DEL AUTOR: Juan Hernández Machado