Por: Juan Hernández Machado, miembro de la Unión de Historiadores de Cuba.

En países como Cuba, un bello archipiélago, es natural que exista una tradición pesquera, sobre todo después del triunfo revolucionario de 1959 cuando ese sector alcanzó la atención y el desarrollo que se merecía.

Antes de 1959  la pesca comercial en nuestro país se hacía, fundamentalmente, en la plataforma insular y por pequeñas asociaciones de pescadores.

Como forma de desarrollo, el gobierno revolucionario mejora las embarcaciones, las artes de pesca y las condiciones de esas pequeñas asociaciones. Muchas de las nuevas embarcaciones fueron construidas en astilleros nacionales.

Se inaugura la Escuela de Pesca “Andrés González Lines” y se comienza en 1960 a adquirir buques de mayor calado (arrastreros, atuneros, camaroneros, transbordadores y fábricas flotantes), para incursionar en aguas internacionales como el Océano Pacífico, las cercanías de Terranova y los mares limítrofes con el Perú.

En esta actividad es lógico que quienes participan tengan la preparación necesaria para enfrentar los fenómenos atmosféricos que pudieran encontrarse durante su faena y que pudieran poner en peligros sus vidas.

Pero lo que nadie podía imaginarse en pleno siglo XX es que la vida de nuestros pescadores, sobre todo los que realizaban sus actividades en la plataforma,  se viera amenazada por piratas modernos.

¿Piratas modernos? Sí, realmente esta es la mejor definición que podemos hacer, aunque no estamos hablando de los piratas tradicionales de la pata de palo, con un parche negro en un ojo y que después de sus aventuras iban a refugiarse en algunas pequeñas islas de nuestro entorno.

Tampoco hablamos de esos piratas, también modernos, que asolan las costas de Somalia, en África, para robar las riquezas que contienen  las embarcaciones  que encuentran.

Estos modernos destructores son piratas modernos al servicio de la política, los que, tal vez con una alguna razón o resentimiento o simplemente por el dinero que recibían, le “vendieron su alma al diablo”, domo diría mi abuela y se pusieron al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)  del gobierno de los Estados Unidos y de las organizaciones contrarrevolucionarias cubanas que la misma utilizaba para realizar sus acciones contra nuestro país en un intento- fallido, por supuesto- de destruir a nuestra revolución.

Esas acciones fueron  parte de la Operación Mangosta, la que aprobara el gobierno de los Estados Unidos de América después de que sus “apadrinados” fueran derrotados en Bahía de Cochinos y posteriormente cambiados por medicinas, alimentos para niños e implementos agrícolas.

Al igual que la Operación de la que la invasión por Bahía de Cochinos formaba parte, Mangosta fue derrotada y la revolución siguió enhiesta, superando las dificultades de todo tipo y avanzando.

El cambio de tácticas  que se aplicó  en el enfrentamiento a la revolución cubana hace que las modalidades de los primeros años se olviden, porque los que vienen ahora se encuentran en un negocio más lucrativo, el tráfico de personas, pero eso es tema a tratar en otro momento.

Durante los primeros años de la revolución, nuestros pescadores de plataforma vieron al mar pasar de fuente de alimentos y de vida a un verdadero peligro para la vida.

Y como recordar es volver a vivir, les propongo conocer  una síntesis de las acciones ejecutadas en su contra por los contrarrevolucionarios al servicio de una potencia extranjera a través de su principal organización de inteligencia.

1962

En este año podemos destacar cuatro acciones principales:

  • El 13 de febrero, las embarcaciones “Sigma I” y “Sigma IV”, pertenecientes a una cooperativa pesquera de Cárdenas, en la provincia de Matanzas, se encontraban en el banco pesquero de Cayo Sal cuando fueron tiroteadas desde una lancha procedente de  la Florida  en Estados Unidos.
  • Seis días después, la  embarcación  nombrada “Dos Amigos”, perteneciente a la cooperativa pesquera de Cojímar, fue secuestrada y conducida a territorio estadounidense. 
  • El seis de octubre, una embarcación pesquera fue atacada con  ametralladoras de grueso calibre, provocando heridas de cierta consideración a los pescadores Filiberto Suárez Lima y Miguel Cao Medina, los cuales fueron conducidos posteriormente a la ciudad de Miami donde permanecieron cerca de un mes. El gobierno estadounidense ni condenó el ataque ni procesó a los terroristas que lo realizaron.
  • Esta acción responde a una nueva modalidad, porque la embarcación langostera “Olguita”, que se encontraba surta en el puerto de Batabanó y pertenecía a la Cooperativa Pesquera de esa localidad, fue secuestrada y llevada a territorio estadounidense.

1963

Seis  hechos significativos se pueden mencionar en este año:

  • El trece   de febrero, las embarcaciones “Sigma 2 “ y “Sigma 15”, que se encontraban de faena en las cercanías de Cayo Roque, Matanzas,  fueron atacadas por una lancha procedente de la Florida. Luego del ataque, los terroristas se apoderaron de ambas embarcaciones y dejaron a los tripulantes abandonados en Cayo Elbow, en las Bahamas, entre ellos a los hermanos Armando y Ramón López Ruiz, que se encontraban heridos.
  • El primero de agosto, tres pequeñas embarcaciones pesqueras que se encontraban realizando sus labores en el canalizo “El Sombrero”, del área de Cayo Galindo, provincia de Matanzas, fueron atacadas por una lancha artillada procedentes de los Estados Unidos.
  • Respondiendo a la modalidad de secuestro de embarcaciones pesqueras, se produjeron varios hechos: El 21 de marzo fue secuestrada una embarcación pesquera de la Cooperativa de Bacunayagua, en Matanzas.  En agosto fue secuestrada otra embarcación, del tipo “Sigma 20”, de La Habana. En septiembre sustrajeron la embarcación “Albacora” de la Cooperativa “Gerardo Medina” de Puerto Esperanza, Pinar del Río, mientras que en octubre fueron secuestradas las embarcaciones “El niño” y “Dayre” de una cooperativa en Morón, entonces perteneciente a la provincia de Camagüey.

1964

También tuvimos seis  acciones de relevancia en este año:

  • El ocho de junio una lancha artillada procedente de Estados Unidos atacó a una embarcación de pesca cubana en la zona de Bahía de Cádiz, Matanzas, resultando heridos varios de los pescadores.
  • Cinco días después, la embarcación “Armando II”, que realizaba sus labores pesqueras al norte de Cayo Blanquizal, cerca de Isabela de Sagua, fue atacada y hundida, resultando heridos sus dos tripulantes.
  • El ocho de octubre, una lancha procedente del norte ataca a la embarcación “Carlos Reitor”, causándole heridas a su patrón.
  • Al día siguiente, la embarcación  tipo Sigma denominada  “Hecta I”, perteneciente a una cooperativa pesquera de la provincia de Camagüey fue atacada y sus tripulantes abandonados en alta mar.
  • Fue asaltada por elementos armados la embarcación “Conchita I”, perteneciente a la Cooperativa de La Coloma en Pinar del Río.
  • Y en cuanto a la modalidad de secuestro de embarcaciones, el diez de marzo  la denominada “El Diablo” fue sustraída de la Cooperativa Pesquera de Cojímar y llevada a territorio estadounidense.

1966

Este año podemos destacar dos acciones de bastante agresividad:

  • El doce de marzo las embarcaciones “Lambda 2” y Lambda 17”, pertenecientes a la Flota del Golfo,  estaban en sus labores pesqueras al norte de Cabo Catoche, en las costas de Yucatán, y fueron embestidas y hundidas por la nave “Santa María”, procedente de los Estados Unidos.
  • Por su parte, el 27 de junio fue abordada  por terroristas procedentes de Estados Unidos la embarcación “Alberto”, que se encontraba de faena en los Cayos de San Felipe, Pinar del Río, y uno de los pescadores  fue asesinado.

1967

Se registran cuatro acciones importantes de sustracción de embarcaciones pesqueras para llevarlas a territorio estadounidense:   dos contrarrevolucionarios sustrajeron una embarcación del río Guanabo; seis contrarrevolucionarios secuestran el barco “Sigma 19” en Pinar del Río; de igual forma, secuestraron la embarcación “Conrado Benítez” de la Cooperativa Pesquera Río Almendares, así como la embarcación “Sábado” desde Santa Fe.

1968

El 21 de abril,  las embarcaciones “Lambda  72” y “Lambda  100” pertenecientes a la Escuela “Andrés González Lines”, que se encontraban cerca del cayo Cruz del Padre, en Matanzas,  fueron atacadas y hundidas por una  nave procedente de la Florida.

1970

El diez de mayo, las embarcaciones “Plataforma I” y “Plataforma IV”, pertenecientes a una cooperativa pesquera de Caibarién, se encontraban de faena cerca de las Bahamas y fueron atacadas por lanchas piratas pertenecientes a la organización contrarrevolucionaria Alpha- 66. Las embarcaciones fueron hundidas  y los once tripulantes  fueron secuestrados y llevados a  un islote de las Bahamas.

Los contrarrevolucionarios exigían cambiarlos por cinco mercenarios capturados en la zona oriental de Cuba cuando trataban de infiltrarse. De más está decir que no hubo cambio alguno, nuevas embarcaciones salieron hacia el lugar para completar la tarea de los secuestrados, que fueron rescatados posteriormente, luego que tanto en la capital cubana como en el resto del país el pueblo cubano saliera en manifestaciones de apoyo a sus once compañeros secuestrados.

Década de los años 70

  • El diez de octubre de 1972, las embarcaciones “Aguja” y “Plataforma IV” se encontraban de operaciones cerca de la isla Andros en las Bahamas cuando fueron atacadas por lanchas artilladas. Amado Jiménez   fue acuchillado en la garganta y junto con sus diez compañeros pescadores fue abandonado en alta mar, después que las embarcaciones fueran dinamitadas. Nuestros compañeros fueron rescatados por un helicóptero el día trece.
  • El 28 de enero de 1973, el pesquero “Plataforma I”  fue atacado en alta mar por una lancha artillada que utilizó armas de grueso calibre y granadas. Uno de los tripulantes resultó herido y la embarcación bastante dañada.
  • El cuatro de octubre de ese mismo año fueron atacadas en alta mar las embarcaciones “Cayo Largo 17” y “Cayo Largo 34” por embarcaciones del llamado “Frente Nacional de Liberación de Cuba”.   Los pescadores fueron abandonados, sin agua ni comida, en embarcaciones de goma. Fueron rescatados al día siguiente por helicópteros de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias.
  • El seis de abril de 1976, las embarcaciones “Ferro 119” y “Ferro 123”,  que se encontraban pescando cerca de Cayo Sal en las Bahamas, fueron atacadas por una lancha de la organización terrorista Alpha- 66. En esa acción perdieron la vida los pescadores Bienvenido Mauriz Díaz y Roberto Torna Mirabal, además de dos   compañeros heridos. Todos fueron abandonados por los atacantes y recogidos posteriormente por un mercante de bandera noruega que los llevó a Miami.

No pretendemos aturdirlo, estimado lector, con más estadísticas, todas similares en cuanto a la modalidad de las acciones, el lugar de procedencia y de regreso de los atacantes, así como la inoperatividad del gobierno de los Estados Unidos que, lógicamente, no podía investigar quiénes eran porque ellos mismos los prepararon y los enviaron a cometer esas fechorías contra simples pescadores cubanos.

Si le interesa el tema, puede buscar nuevos elementos y verá que estas dos modalidades- asalto a embarcaciones pesqueras cubanas en aguas internacionales y secuestro de embarcaciones pesqueras en sus bases en Cuba- se continuaron presentando hasta la década siguiente de los años 80.

¿Cómo calificar esas acciones? ¿Patriotismo? ¿Lucha de liberación?  Esos son los términos que las campañas propagandistas organizadas y desarrolladas también por esas organizaciones sostenidas totalmente por el gobierno estadounidense utilizaron.

Y  continúan utilizando cuando realizan otras acciones en estos tiempos.

Usted puede tener algún familiar, amigo, compañero o conocido que haya sido o sea pescador en estos momentos. Y es posible que haya conocido anteriormente algunas de estas historias de vida. Por eso, dejo a su consideración determinar quién es el agresor y quién es el agredido.

A mí, por lo menos, no me resulta difícil hacer esa determinación. En estos momentos tenemos muchísimas dificultades, muchas de ellas causadas por el mismo responsable de la muerte, heridas y sufrimientos de los pescadores antes mencionados.

¿Rendirnos? No es el camino, ni hacer concesiones tampoco, sino utilizar nuestro pensamiento creador, nuestra determinación como pueblo y seguro que saldremos adelante pese a todo, porque esos pescadores  nos sirven de estímulo y de ejemplo para hacerlo.

Marzo de 2023

BLOG DEL AUTOR: Juan Hernández Machado