POR: ALONSO OJEDA AWAD

PALABRAS PRONUNCIADAS DURANTE LA INSTALACIÓN DEL XIII FORO NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PAZ REALIZADO EN BOGOTÁ D.C. OCTUBRE 28 DE 2022.

Reciban todas y todos los compañeros amigos mi abrazo fraternal de siempre. 

A mi llegada a la Universidad Nacional de Colombia, en el año de 1962, tuve la suerte de encontrarme en mi camino, a dos profesores eméritos que enrumbaron mi vida por la senda del servicio humano y a la entrega de los grandes y supremos ideales, que contribuyen a la satisfacción de las graves dificultades de pobreza y miseria que vivía más del 50% de la población colombiana. 

El primero de ellos fue el sacerdote y capellán de la Universidad Nacional Camilo Torres Restrepo, quien, en forma magistral, frente al desastre que venía padeciendo la sociedad, interrogó a toda nuestra generación diciéndonos que: “El deber de todo cristiano es ser revolucionario, y el deber de todo revolucionario es hacer la Revolución”. Caído el apóstol, marché a la selva para continuar el compromiso, con él adquirido. 

El segundo de ellos fue el emblemático profesor Eduardo Umaña Luna, quien con su brillante disertación abría los cerebros juveniles explicando como Sócrates en el Ágora Ateniense, el significado histórico de los Derechos Humanos, conquista popular en la Revolución Francesa, que muchos años después las Naciones Unidas convirtieron en su Carta fundamental como guía suprema para todos los pueblos de la humanidad. 

Como colofón de esta magistral relación con el profesor Umaña, años después frente a este desorden de cosas y por proponer un nuevo Proyecto de Nación basado en la solidaridad y la justicia social, fui llevado a dos Consejos Verbales de Guerra. El primero, en la guarnición militar de El Socorro, Santander; y el segundo, en la Escuela de Artillería en Bogotá, año de 1972. Allí tuve el inmenso honor de ser defendido por el maestro cuando en su famosa carta les decía a los Honorables Magistrados de la Corte Suprema que “con el respeto de usanza clamaba por los Derechos Humanos de los prisioneros en las guarniciones militares”. 

Fue en estos cruciales momentos en que el ilustre magistrado Dr. Pardo Leal, vilmente asesinado años después cuando era firme candidato a la Presidencia de la República, declaró nuestra libertad y denunció una serie de atropellos y torturas contra los prisioneros políticos. 

En este largo e irrenunciable compromiso nos han antecedido hombres y mujeres con una profunda sensibilidad en la noble causa de los Derechos Humanos. Aparecen en el firmamento de la historia los imprescindibles, los fundadores, los que visualizaron el sueño de Justicia social y de Paz y destaco entre ellos al ilustre Canciller Alfredo Vásquez Carrizosa, quien en medio del desastre y ante la violación sistemática de los Derechos Humanos y la política de sangre y fuego, tuvo el valor civil de convocarnos a las colombianas y colombianos a la realización del primer Foro por los Derechos Humanos, en el año de 1979, dando origen a nuestra comprometida institución: El Comité Permanente de Defensa de los Derechos Humanos CPDH.

En los años posteriores la mano negra del fascismo acrecentó su presencia de muerte a lo largo y ancho de nuestra geografía, arrancando a los seres más queridos. Aquí fue el fatídico momento cuando asesinaron al emblemático profesor de la Universidad de Antioquia y Presidente del CPDH de Antioquia, el inolvidable y reconocido médico Héctor Abad Gómez. 

La lista de los líderes sociales, políticos y defensores de los Derechos Humanos asesinados, es dolorosamente interminable. Su sangre sagrada ha fecundado la tierra colombiana y ha despertado la conciencia Nacional y en esta forma, hoy han llegado al soleo presidencial dos representantes genuinos de nuestro pueblo, curtidos en mil batallas: El presidente Gustavo Petro y su vicepresidenta Francia Márquez, que auguran nuevos y fecundos tiempos en este incansable camino por la protección, defensa y reconocimiento de los DD.HH. 

Deseo como Presidente del C.P.D.H., recordar la Resolución de la Asamblea General mediante la que se aprueba la Declaración sobre los defensores de los derechos humanos. Dice así en el punto que nos concierne: “Quizás lo más importante es que la Declaración de las Naciones Unidas, se dirige no solo a los Estados y los defensores de los derechos humanos sino a todos. Nos dice que todos tenemos una función que desempeñar como defensores de esos derechos, y destaca la existencia de un movimiento mundial en el que todos estamos inmersos”. 

¡VIVA EL COMITÉ PERMANENTE DE DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS C.P.D.H.!

DECLARO FORMALMENTE INSTALADO EL XIII FORO NACIONAL DE LOS DD.HH.Y LA PAZ

BOGOTÁ D.C. OCTUBRE 28 DE 2022.