Su voz retumba todavía en los recodos de la Colombia peleadora de sus derechos, más de un siglo después de su nacimiento. Su activa presencia le permitió convertirse en una líder política, luchadora por las conquistas civiles de la ciudadanía, en especial de los asalariados, donde convocó las marchas obreras y en la divulgación de las ideas socialistas, que la llevó a crear el Partido Socialista Revolucionario-PSR-, ideas suicidas para la época que contribuyeron al despertar de nuevas voces, dormidas por el patriarcado y feudalismo del momento.
Su padre contribuyó en su formación autodidacta, a su pensamiento libre e independiente y hacer su primaria como base fundamental, en lo que sería su trasegar por los distintos lugares a donde llegó para dejar unas huellas imborrables, que el tiempo trata de aniquilar pero que es imposible, porque cada vez que se hable de conquistas de derechos, ahí estará su nombre.
Colaboró en los años 20′ en la Revista Cyrano y El Correo Liberal junto a las escritoras María Eastman y Fita Uribe, con quienes le dio riendas sueltas a sus actividades literarias y a las nuevas miradas sobre el trato que debía dársela a la mujer. Fue pionera en la organización de las bibliotecas populares sin cobro alguno.Los orejones, artesanos, contratistas y maestros de obras, le pusieron el remoquete el 1 de mayo de 1926 como «La flor del trabajo», al hacer parte con una junta asesora, del análisis de las condiciones en que se encontraban los trabajadores en las fábricas, trilladoras.
Todas esas quejas por el poco salario, extenuantes horas de trabajo y el acoso laboral, la llevó a elevar muchas comunicaciones que a manera de quejas, dio origen a la unión de los obreros, situación que no se había dado nunca y que tuvo en el periódico El Rebelde, un medio comprometido para divulgar los foros y la solicitud de ayuda para solidarizarse con las precarias situaciones en que laboraban.
Sus primeras apariciones de su activismo político y sindical se dio en las minas de los municipios de Segovia y Remedios, que la llevó por todo el país en defensa de la clase obrera y en especial de la mujer. Una de su más recordada intervención fue la que hizo en la defensa de los cinco mil trabajadores de la Tropical Oíl Company, trasladados desde Barrancabermeja a una cárcel de su pueblo natal. Junto con el expresidente Carlos Eugenio Restrepo fueron expositores en la multitudinaria movilización contra la pena de muerte y en defensa de las libertades públicas, que la llevó a decir, «Cinco mil obreros de Barrancabermeja han querido que mi corazon traiga el eco de su clamor de justicia y el anhelo que ponen sus energías en esta hora sagrada.
No vengo a pediros un mendrugo, no vengo a pediros misericordia, sino justicia».En 1926 lideró la preparación del III Congreso Nacional Obrero, al tiempo que recorría en compañía del dirigente socialista Tomás Uribe Márquez varias ciudades capitales, entre ellas, Ibagué. La sede central de la realización del Congreso fue Bogotá, donde por unanimidad fue propuesto y aceptado su nombre dentro de la directiva del PSR.Durante dos años su trashumancia se hizo sentir en toda Colombia. Las mujeres y muchos hombres se agolpaban en las marchas para ver como su figura de mujer rebelde se discurría entre la palabra bien djcgs que invitaba al cambio.
En una de sus visitas, fundó el socorro rojo movimiento que despertó a los campesinos de Viotá, Cundinamarca, golpeados por el robo descarado de sus tierras.Al regresar a su lugar de origen convocó a una marcha solidaria por la intromisión de Estados Unidos en Nicaragua y constituyó el Comité de Lucha por los Derechos Civiles contra la «Ley Heroica», que reprimió las garantías individuales y perseguía a los Movimientos Sociales.
En uno de sus viajes, propuso en Manizales, Caldas, impulsar «Los tres ochos», sustentados en «Ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio y ocho horas de descanso».A raíz de la persecución y asesinato de los trabajadores de la Bananera United Fruit Company en Ciénaga, Magdalena, su voz protesta fue reprimida y llevada a prisión, que se suma a la depresión del 29′, dieron al traste con la continuidad del Congreso Nacional Obrero y el desmantelamiento del PSR y el surgimiento del Partido Comunista que los tildó de Putchistas.En 1930 se vinculó como obrera en la Imprenta Departamental de Antioquia.
Cuatro años después, activó la llama en la huelga que desarrollaron los trabajadores del Ferrocarril de Antioquia. El Movimiento de Mujeres Sufragistas le hizo un homenaje recién derrotado el Nazismo, ante este hecho manifestó, «Un mundo nuevo surge hoy de la epopeya de la libertad, nutrida con sangre y con llanto y con tortura. Es un deber responder al llamado de la historia. Tenemos que hacer que Colombia responda. Cada vez son más amplios los horizontes de libertad, de justicia y de paz. Hoy como ayer, soy un soldado del mundo».
Laboró hasta 1947 en la Biblioteca Departamental. Al salir de allí, el silencio se apoderó de ella mientras las madres sometidas por el patriarcado y el feudalismo aplicaban con rigor, el mandato del hombre que no veía con buenos ojos que sus hijas fueran unas «temidas MaríaCanos», frase recurrente que salía de ellos como lobos feroces para señalar a las jóvenes rebeldes.Como hecho raro en nuestro país, el Consejo de Medellín el 27 de abril de 1967, se les dio por homenajearla con una medalla en su honor, que para su infortunio no recibió, al fallecer un día antes. Y como siempre, los discursos, medallas y pergaminos de manera póstuma, no se hicieron esperar.
En 1990 la productora y guionista Camila Lobo guerrero realizó la película «María Cano» con la actriz María Eugenia Dávila, quien recogió la vida social y política a partir de 1925.Son muchas las calles, avenidas, colegios y universidades que llevan su nombre. Es un merecido reconocimiento a una mujer que recogió su propio inconformismo y lo volvió una lucha constante, que nos lleva a pensar, cuantas María Cano hay en Colombia, regadas en la vida rural y urbana que pelean sus destinos como debe ser. Hay que incentivar su masificación cuya acción disminuye el atorrante mecanismo opresivo del hombre que le hace un juego continuo a un sistema caduco»-Fercahino.

(María de los Ángeles Cano Márquez, nació y falleció en Medellín, Antioquia, el 12 de agosto de 1887-26 de abril de 1967. Padres Amelia Márquez y Rodolfo Cano). #vocesenoposición
