Félix Carrillo Hinojosa

♦Nació de cara al río Cauca donde aprendió a conocer sus secretos. Sabía cuando era maltratado o el estar alegre por la subienda. Desde niña vio desfilar de un bando y de otro, a tanta gente armada. Por eso pudo descifrar las intenciones de quienes subían o bajaban por sus aguas que lo llevaron a convertir en el segundo río del país. De eso, poco o nada queda, ante la arremetida humana para darle paso a las mega obras, que solo sacian el apetito desmedido de los gobernantes que negocian a costas de la gente menos favorecidas.

Su historia despierta con la adolescente de 14 años, que tuvo la fortuna de salir con vida, ante la selectiva mirada de un jefe paramilitar quien la citó a su campamento, pero ante el aviso de sus tíos, su madre pidió traslado y se marchó junto con ella a Tuluá donde hizo el bachillerato en el Colegio Nazareth donde las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia. Hizo tres semestres de Contaduría en la Universidad del Vallenato, carrera a la que renunció para irse a su pueblo, donde laboró en un supermercado.

Allí ahorró dinero para inscribirse en la Universidad de Antioquia en Sociología, cuya tesis de grado estuvo basada en el recorrido que hizo por 40 veredas de su tierra, recogiendo la realidad del desplazamiento y asesinato de muchos de sus pobladores. Al ser invitada en el 2008, a un seminario en el Museo de Antioquia, conoció de viva voz el proyecto de Hidroituango, que la llevó a cuestionar porque el desconocimiento de ellos, para con la ciudadanía que debió conocer el mencionado proyecto.

De ahí arrancó su lucha de osada en procura de evitar esa masacre ambiental, que hoy día no solo le da la razón sino que ha puesto al descubierto como operan los gobernantes en este caso. En donde pusieron a la empresa EMP y todos sus aliados por encima de la vida de los habitantes de esa región.Esto la llevó a convocar a unos amigos y reunirse con los barequeros, pescadores, areneros, arrieros y mujeres víctimas del conflicto, que buscaban a sus hijos hermanos y esposos desaparecidos por el conflicto interno.

Todo se hizo en la hacienda Cuní, hoy convertida en un campamento de EPM. Fueron muchos los derechos de petición y las citas ante los entes del gobierno municipal, departamental y nacional en busca de ser escuchados. Eso se fue convirtiendo en «Ríos Vivos», que hasta el día de hoy, es una fuerza viva, estigmatizada en la mayoría de los casos, con calificativos inmerecidos, para bien del medio ambiente nacional.Lo real es que todo ese proceso generó en el río Cauca, un cambio profundo en sus aguas, muerte de peces, el arboricidio y el desalojo que se empezó a a vivir desde 2010, lo que activo el talante de una mujer que le ha puesto el pecho a los temas del medio ambiente como nadie.

No es raro verla con megáfono en mano, vociferar contra el sistema depredador del ambiente. Ya no le teme a los duros señalamiento de que es objeto. Cuántas detenciones ha vivido y las que han de venir?Por luchar como lo ha hecho, en varios momentos se ha quedado sola. A las quijotes como ella suele ocurrirle esos desagradables detalles.

Ella nació entre la violencia generada por los colonos y terratenientes, luego surgen los liberales y conservadores, más tarde la guerrilla y paramilitares, hechos generadores de muerte, despojo y tantos hechos dolorosos.Sin lugar a dudas, ella es una mujer que inspira fortaleza y no se deja sumergir por tantos ataques. Es como el río Cauca, raudo, fuerte a los embates.

Desde ese instante se convirtió en la piedra en el zapato para las Empresas Públicas de Medellín, EPM, que determinaron por encima de la ciudadanía, construir el super proyecto la hidroeléctrica de Hidroitango, que cubre toda la región de la Mojana, el Cauca y el Cañón del Bajo Cauca, obra hiere de gravedad el ecosistema del segundo proveedor de agua en Colombia, hecho que genera una grave contaminación, la muerte de muchas especies de animales y la proliferación de enfermedades en las comunidades de los 27 municipios.

La violencia ha tocado de frente a esa región, en donde más de 111 masacres con más de 5000 asesinatos, se ha convertido en el pan de cada día. Es un tema que no es nuevo. Tenía siete años, cuando junto a amigos de infancia se encontraban en las lomas del barrio el Carmelo de su tierra natal vivieron tantos enfrentamientos entre el ejército y la guerrilla de las Farc, ruidos llenos de muerte que se hizo cotidiano en la vida de tantos niños, jóvenes y mayores.

Para ella se volvió recurrente ver al ejército o a la guerrilla reunirse en el territorio de sus ancestros. Igual sucedía cuando estaba en la escuela Juan XXIII liderada por las monjas, mientras su padre recorría los municipios como operario de Telecom y su madre trabajaba en la oficina de instrumentos públicos en Ituango.Su vida transcurrió bajo el cuidado de las abuelas Luisa y Hermelina, donde comprendió el valor de la mujer en la vida cotidiana.

Esa ambientalista y defensora de los derechos humanos, creadora junto a otros activistas sociales del movimiento Ríos Vivos, que junto al colectivo de abogados «José Alvear Restrepo», CAJAR, hacen un trabajo de profunda defensa de esa Región Antioqueña, por lo que ha recibido varios reconocimientos, entre ellos, «Premio Defensores», 2018, y el de Amnistía Internacional como una de las mujeres defensoras del Río Cauca, recuerda los tiempos vividos al lado de tantos niños, quienes gozaban ver el curso rebelde del rio Ituango, donde pasaban días enteros jugando con su arena y lanzándose del sitio más alto a lo profundo del «mono», nombre impuestos por la inocencia infantil por el color de sus aguas y el de «El Patrón», por los campesinos que sabían de su imponencia.

Ella es como sus ríos, como su gente, defensora incansable de los derechos de los que ya no están y aún viven, los verdaderos dueños de la tierra, los ríos y la vida, que como homenajes al pasado y presente, marchan de pie contra el destrozo de el medio ambiente. Ella no se opone a todo, solo a lo que no está bien. Y por ello, se ha granjeado muchos enemigos, que no son solo de ella, sino del medio ambiente.

Para llevar su voz es precandidata al Senado por Antioquia, en el gran #PactoHistorico que busca transformar el Congreso Nacional. (Isabel Cristina Zuleta López, nació en Ituango, Antioquia, el 12 de abril de 1982. Padres Ana María López-). #Desdemiraya

Félix Carrillo Hinojosa