París, 20 feb (Prensa Latina) Sindicatos franceses opuestos a la reforma de la jubilación vuelven hoy a las calles de esta capital y otras ciudades para exigir al gobierno la retirada de su proyecto de ley, iniciativa que la Asamblea Nacional discute.

Convocaron a la movilización la Confederación General del Trabajo (CGT), Fuerza Obrera (FO), la Federación Sindical Unitaria (FSU), los Solidarios y los Jóvenes, organizaciones que conforman la Intersindical creada para protestar contra el sistema universal por puntos, una de las promesas de campaña del presidente Emmanuel Macron.

El objetivo de la invitación es reeditar las multitudinarias marchas contra la reforma del 5, 10 y 17 de diciembre, del 9, 11, 16, 24 y 29 de enero y del 6 de febrero, cuando se manifestaron cientos de miles de personas, según la CGT, y decenas de miles, según el Ministerio del Interior.

La jornada de protesta en París está prevista desde Montparnasse hasta la Plaza de Italia.

El escenario actual es diferente al de las manifestaciones previas, porque el proyecto de ley se encuentra desde el 17 de febrero en la agenda pública de la Asamblea Nacional, donde el partido oficialista, La República en Marcha, cuenta con amplia mayoría y aspira someterlo a votación para el verano.

Las fuerzas parlamentarias de izquierda en el hemiciclo, La Francia Insumisa, el Partido Socialista y el Partido Comunista, presentaron una moción para detener las discusiones en la Asamblea, pero fue derrotada.

Otro recurso parlamentario empleado por los opositores del sistema universal por puntos es la introducción de más de 40 mil enmiendas al texto.

De acuerdo con la Intersindical y la izquierda, la reforma sería devastadora para el bolsillo de los jubilados y favorable para los intereses de bancos, aseguradoras y fondos, mientras el gobierno insiste en que su plan traería más equidad y menos complejidad que el actual sistema de 42 regímenes de pensiones.

También está en marcha una conferencia promovida por el gobierno para encontrar vías de financiación a su proyecto, después de que el primer ministro Edouard Philippe aceptara retirar de manera provisional la edad de equilibrio de 64 años, en aras de complacer a la poderosa Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), sindicato de corte reformista con posturas cercanas al ejecutivo.

La CGT, otra de las organizaciones sindicales importantes de Francia, anunció que dejará de participar en la conferencia, al argumentar que el margen de negociación con el gobierno es mínimo, ante lo cual propuso a los actores sociales un foro alternativo.

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