Mi palabra

Por:  Narciso Torrealba 

¡Cuando la razón falla, el diablo ayuda!. Fedor Dostoievski

«La desesperación hace el domingo y el lunes, y hace oler desayunos en todas las mañanas. Martín Adán

Los últimos movimientos de la inhabilitada son señales de una desesperación incontrolable y busca en medio de ese pesimismo calmar la angustia, el cual la impulsa a cometer los mismos errores tan marcados, que la ahogan, como una obsesión ya que, es poco lo que puede ofrecer, después de sus arrebatos, que la llevaron a pedir la mayor traición para la patria: una invasión de alguien que dice ser venezolana. Eso significa darle rienda suelta a los escuadrones de mercenarios gringos para que pisotearan nuestra tierra y pasearse, como unos héroes revisando los destrozos y muertos en cualquier rincón de país, donde la resistencia se presentara, mientras ella esperaba la orden para acomodarse en el poder. ¡Mayor cinismo imposible!

Ahora, se encuentra echando manos a cuanta ayuda le ofrecen, después de hacer el papel de Aya, sin pensarlo nunca en su vida al sacar desesperada, como de un ancianato dos posibles candidatos. El primero promocionada por su capacidad filosófica para obnubilar a cualquiera, pero no reunía los requisitos necesarios del CNE; la segunda opción de última hora, se sabe que existe, porque ella casi se pone en la cara, como un disfraz el afiche del candidato más silencioso de la historia política de Venezuela, superando al Guaidó y, eso es mucho decir, pero ahí lo lleva en su loca desesperación y después del 28, no se sabe dónde lo va a largar.

El último vuelo la llevó a un nido de víboras en España, para ser recibida por dos prófugos de la justicia venezolana: Antonio Ledezma, el mismo, que repetía a cada instante con ínfulas de guerrero victorioso ¡Mi presidente Guaidó! hasta que el autoproclamado huyó, dejándolo desconcertado, como la lora repitiendo ¡Nos jodimos! El otro anfitrión, Leopoldo López, pero decir algo sobre este personaje es repetir una película de terror, ya que, es el mismo de las guarimbas en los predios de Altamira y con solamente verle los ojos saltones despidiendo terror y odio desbordado con muestras y pruebas suficientes para ser juzgado, aunque solamente sea en el papel.

La estadía de la MaryCori en España y concretamente en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos en el Senado de España, invitada por el Partido Popular – al estilo de Primero Justicia – es seguir con la misma cantaleta utilizada por la UE, el cual ha jugado un papel destacado en contra del gobierno venezolano y al lado de Donald Trump, no respetaron ni siquiera la pandemia del Covid-19 para sus ataques criminales. Nos podemos imaginar, que en esa reunión de farsantes no faltaron los pañuelos impregnados de finos perfumes para calmar el lloriqueo de la inhabilitada, quien cambia de rostro de acuerdo al sitio y las condiciones.

Es tan grande la desesperación de esta incitadora de la violencia, que se equivocó de ruta, ya que, siempre busca hacia los Estados Unidos la del sueño americano, la tierra de sus amores y mandatarios utilizándola como una verdadera marioneta, pero, como todo el mundo sabe, los problemas se han profundizado y su esperanza: Donald Trump, está, como un tigre atacado por un enjambre de avispas y por donde se asoma le enseñan la cartilla de las leyes y quiere evadirlas con el montón de dólares. No le sirve nombrar o buscar a Bush, su primer anfitrión en suelo de invasores y criminales; a Obama, menos porque aborrece a los negros; Trump, anda más rayado que el mismo Bush y Joe Biden, ni hablar porque se le pueden olvidar los pedimentos. No le queda otra, si no seguir en su eterno y desesperado llanto afuera, porque aquí se la da de arrecha. Pasa de ovejita a loba hambrienta en un santiamén ¡Tan fácil se descubre!

Esa es la razón para irse aclarando las aguas en los días que faltan para el 28 de julio. Las respuestas se están presentando y no cargadas de lágrimas, si no de amor y paz. Un amigo, a quien siempre he conocido totalmente apartado de cualquier afiliación política, pero amante del deporte y fanático de los Yanquis de New York. En días pasados me lo conseguí en una esquina y al preguntarle a manera de juego ¿Tú cómo que vas a votar por la simbiosis electoral? Rápido me respondió con una sonrisa, con el razonamiento preciso y oportuno ¡Estás loco, el que vote por María Corina y su muñeco, es darles luz verde a los gringos y ahora son más peligrosos con el peo que tienen prendido allá! Calló por un instante, mientras buscaba más argumentos ¡Si, nos salvamos de una invasión, menos podemos darle chance que llegue al poder por los votos! ¡ Ni los perros quieren ese hueso!

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*Narciso Torrealba

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