POR: ÓSCAR RIVERA LUNA / Agrónomo – Ambientalista

El déficit global del agua ya martiriza a millones de personas en la tierra; La Guajira, Oeste y Centro-Sur de USA, norte de México, norte de Chile, sur del Perú. Montevideo y Monterrey sufren por agua. En España y toda la cuenca del mar Mediterráneo pasaron en días, del calor agobiante a las tormentas y avenidas torrenciales. Padecen déficit hídrico habitantes del Sahél africano. Irán, Iraq, Afganistán, China…

A medida que aumenta la humareda del carbono global se eleva la temperatura en forma directa y decrece el agua dulce disponible en toda la tierra. En grandes ciudades de India, en Ciudad de México 25 millones de seres viven amenazados por el rápido desplome de sus acuíferos subterráneos. Sufren largas sequías en Ciudad del Cabo, Etiopía, Somalia, Kenia. Pero preferimos aumentar la quema de combustibles fósiles al máximo y buscar el agua en Marte y en Ganímedes luna helada de Júpiter.

En el Valle del Cauca hablamos de “el ambiente” pero continúan las quemas de caña de azúcar que generan 700 grados centígrados, exterminan vida animal-vegetal y envenenan el aire con billones de micro partículas de metano, carbono, óxidos nitrosos…La Universidad de La Salle lo explicó desde 1991…

La capacidad destructiva del modelo se concentró en el mar; origen del agua dulce, el oxígeno y la vida humana animal y vegetal. El creciente exceso de emisiones de carbono equivalente genera su acidificación: H2O+CO2= H2CO3 ácido carbónico. Sufren y mueren corales, padecen el fitoplancton, zooplancton y los peces, crustáceos, moluscos y cetáceos. Temperaturas marinas sobre 28O C exterminan corales blandos y pétreos, la quinta esencia del oxígeno planetario y el fitoplancton luminiscente origen de la armonía alimentaria del océano. Nosotros vertemos 20.000 millones de toneladas de plásticos al mar por año; que formaron siete grandes islas de basuras, se transforman en micropartículas, ahogan y exterminan a meros, tiburones, petreles, albatros, tortugas, delfines, pargos…

Arrojamos al mar aguas residuales de enormes ciudades; Lagos Nigeria, El Cairo, Bombay, Nueva York, Tokio, Buenos Aires, Barcelona…pero la máxima inconciencia es detonar armas nucleares; bombas atómicas y de hidrógeno explosionadas por la fisión y fusión desde 1946, en el archipiélago de las Bikinis. Hasta de 50 megatones; un megatón equivale a 1 millón de toneladas del destructor trinitrotolueno, bajo frágiles arrecifes que contienen infinidad de secretos moleculares de la salud y el equilibrio de la vida marina y terrestre. Cada acción dañina humana agudiza el calor y déficit de agua dulce disponible y conspira contra la supervivencia de las especies.

Ahora en septiembre de 2023 amainó el crepitar del fuego, apagado por tormentas, huracanes y avenidas torrenciales que causan dolor y muerte en España y la cuenca Mediterránea; Libia, en China, Corea…

Pero a pesar de las evidencias letales, notables escritores dominicales de Colombia utilizan diversidad de opiniones contra la transición energética, hacia energías limpias renovables. La comunidad científica internacional nos explica a diario y en miles de formas; es obligatorio descarbonizar la economía. Si hacemos caso omiso; aumentarán las temperaturas hacia el infierno de los incendios y el déficit mundial del agua. Cruel resultado de “a la desinteligencia” y la ambición humana. Se burlan del llamado de Colombia en la ONU ante la amenaza del cambio climático y le rinden homenaje al llamado de escalar la guerra de Ucrania.

El agua constituye el 70% del organismo humano, un alto porcentaje de la estructura molecular de los árboles y plantas. Pero el vapor de agua es ahora un gas de efecto invernadero. Cuidemos cada gota de agua en ríos, lagos, ciénagas y humedales de todo el planeta. Evitemos las quemas, protejamos las selvas lluviosas, bosques y arrecifes coralinos. Mientras los jerarcas del sanedrín mundial se reúnen para atizar y agudizar guerras de la devastación final, comunidades y los pueblos del mundo desarrollan iniciativas creadoras para vencer las dificultades, transitar hacia energías limpias renovables, reducir el consumismo y las emisiones contaminantes. Para hacer menos doloroso el tránsito que hemos elegido emitiendo gases hacia el invernadero global. protegiendo la vida en los ecosistemas del mar y tierra.

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