Gustavo Petro Urrego tiene claro el norte por donde debe conducirse a Colombia en este cuatrienio que se avecina, cuyo gobierno no puedo caer en manos del continuismo ni del que designe Álvaro Uribe Vélez. Si el actual presidente Iván Duque Márquez, el más aventajado inepto que ha pisado la casa de Nariño, tiene a nuestro País en la bancarrota, imaginemos cuando el hombre del Ubérrimo empiece a mover sus cartas.
Ya comenzó con María Fernanda Cabal, a quien descabezó para saldar viejas deudas con Oscar Iván Zuluaga, quien terminará traicionado por quien lo impuso, por encima de quien ganó la consulta y lo entregará a las fauces de un lobo como lo es Federico Gutiérrez. Esa es la realidad que durante su ejercicio político ha desarrollado el hombre que no le interesa Colombia sino amasar más dinero, tierra, centros comerciales y todo lo que tiene, porque su obsesión es el poder, no cerrar las brechas sociales del pueblo.Ignorante el que crea, que Álvaro Uribe Vélez es un buen ser humano.
Escuchen, no hay más oportunidades para salir del túnel en que estamos. Escuchen lo que dice hasta la saciedad, un hombre como Gustavo Petro Urrego, quien todos los días corre el riesgo de perder su vida solo por decir en el Congreso, foros, barrios y plazas, y de frente con los que tienen a Colombia en serias dificultades, cuyas instituciones están masacradas porque la politiquería, la corrupción, la traición y la bandidez de quienes dirigen el gobierno actual, graduaron con altos honores todos esos desafortunados comportamientos, la realidad en que nos encontramos en lo económico social y político de un País como el nuestro, que es «un rico pobre», que merece mejor situación»-Fercahino
