Por Zabier Hernandez
Luego de un receso en la mesa de la Habana que se inició la semana pasada con declaraciones por parte de las FARC-EP en cuanto a las dificultades que atraviesan las conversaciones en temas sensibles, en los cuales el Gobierno Nacional está dudando y ha venido aplazando su firma definitiva, se reanudaron ayer los diálogos de la Habana.
Un proverbio árabe reza “Las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan”. No solo está en duda el cumplimiento de la fecha del 23 de marzo de 2016 para que los acuerdos sean firmados finalmente, anuncio que hicieron públicamente el presidente Juan Manuel Santos y Timoleón Jiménez Comandante de las FARC-EP, sino, que están en juego aspectos centrales de los acuerdos como la justicia transicional y el cese bilateral de fuego que debe firmarse por las partes, para mencionar solo dos de los varios nudos que hay que desatar.
Pero ¿cuáles son esos obstáculos que inciden en que los diálogos hayan bajado el ritmo? Veamos las diez razones que obstaculizan el proceso y no le permiten avanzar al ritmo prometido:
- Lo primero es que hay que recordar que una cosa es el acuerdo general y otra, es el desarrollo normativo que está teniendo y va a tener el acuerdo general, proceso sobre el cual el movimiento social, la opinión pública que está a favor de la paz, deberá jugar un papel mucho más activo, ya que lo que se ha visto hasta ahora por parte del gobierno son medidas que contradicen el espíritu de los acuerdos ya logrados.
- La aprobación de las Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico (Zidres), catalogada como la ley de subdesarrollo rural “porque favorece la acumulación de tierras, pretende evadir las restricciones legales a la concentración baldíos y representa una amenaza para el campesinado y el desarrollo rural”.
- La formulación y aprobación de un plebiscito que no se construyó en la mesa y que en la practica es una imposición del gobierno y del congreso a una de las partes en dialogo. Mientras la guerrilla y amplios sectores de la vida nacionales están por una constituyente popular y deliberativa como mecanismo de refrendación y reglamentación de los aspectos centrales de los acuerdos.
- La ofensiva militar aprovechando la tregua unilateral, el asesinato de líderes y lideresas, conformándose un cuadro critico de acciones que van en contra de la paz y que ha profundizado la desconfianza en las FARC –EP en la mesa.
- La revisión de la fiscalía de los proceso de indulto en la negociación con el M-19, genera inseguridades jurídicas que provocan una mayor desconfianza por parte del as FARC-EP en temas tan sensibles como la no extradición de excombatientes y el cumplimiento de las penas alternativas, en el marco de los acuerdos sobre justicia transicional en el dialogo actual. Sectores institucionales y el mismo gobierno ha retrocedido en la discusión y piden cárcel ordinaria y largas penas para los excombatientes.
- El Gobierno Nacional ha querido que la aplicación de justicia transicional sea solo para los guerrilleros y dejar en la completa impunidad a miembros del Estado, empresarios, militares y hasta presidentes que han promulgado y financiado crímenes de lesa humanidad, que han actuado en coordinación con los paramilitares y que han violado flagrantemente los derechos humanos.
- En lo que tiene que ver con cultivos de uso ilícito, el gobierno colombiano está violando también el espíritu de lo acuerdo ya que este habla de tratamiento diferenciado en cuanto a cultivos, productores, narcotraficantes, pero el gobierno sigue actuando frente a este problema con una lógica exclusivamente criminal, desconociendo que en el caso colombiano este tiene una profunda incidencia de causas socioeconómicas de pobreza y subdesarrollo.
- La negativa del Gobierno Colombiano a firmar el cese bilateral del fuego es otro de las decisiones aplazadas y lo negociadores gubernamentales han soslayado y permitiendo que el ejército siga con las ofensivas militares contra los guerrilleros, no dejando de soñar con una victoria militar y una rendición.
- El Gobierno Colombiano quiere que las FARC-EP se concentren en campamentos y las FARC-EP hablan de unas zonas especiales, dependiendo de su nivel de incidencia militar, política y social donde estas puedan organizar de manera autónoma la dejación de armas y la construcción de un proyecto político.
- El gobierno se está echándose atrás en cuanto a la asignación de curules a las FARC-EP en las corporaciones públicas nacionales, departamentales y locales, después que había dicho que si en la mesa, ahora se le ve dudando ante la presión del uribismo y los enemigos de la paz.
Al parecer muchas cosas centrales para un proceso de paz exitoso, no están aclaradas ni decididas. En las últimas horas el presidente Santos ha enviado a su hermano Enrique Santos a la Habana. “En el día de hoy está en La Habana reunido mi hermano Enrique, lo envié como mi mensajero personal, con “Timochenko”. Y entre los puntos que están tratando, uno de ellos es una propuesta para que los negociadores entren en una especie de cónclave y no salgan de ahí hasta que tengan todos los puntos resueltos” ha dicho el presidente. Tremenda tarea tiene le hermano del presidente, resolver los diez problemas centrales que tiene hoy el proceso de paz y que ha causado su desaceleración y casi estancamiento.
¿Podrá un solo hombre, que además representa los intereses del poder nacional, resolver todos estos puntos, cuando comisiones de expertos y negociadores de lado y lado no han podido?
Lo que está en juego no son cosas de un hombre, ni de conclaves. Es en esencia, solo demostrar en la práctica, con acciones claras y coherentes el compromiso por la paz, firmando y avanzando en el respeto de los acuerdos y generando ambiente de paz y reconciliación, eso parece que aún no aprenden los representantes del Estado y los poderes nacionales.
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