cumbre-opep1Viena, 28 nov (PL) El fuerte desplome de la cotización del crudo últimamente, sumió a los mercados en la incertidumbre y creó expectativas sobre si la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) accionaría por recuperar los precios.

Sin embargo, ese bloque decidió el jueves mantener el actual nivel extractivo de 30 millones de barriles diarios del hidrocarburo, contrariamente a lo que mucho esperaban e hizo en anteriores ocasiones, cuando los precios experimentaron abruptas caídas.

Según las estadísticas, durante buena parte de este año, las cotizaciones del hidrocarburo permanecieron sobre los 100 dólares el barril en todos los mercados preferenciales e incluso las del Brent llegaron en ocasiones a superar los 120 dólares por unidad.

Con posterioridad, ya desde junio, comenzaron a declinar progresivamente hasta acumular un retroceso de cerca de un 35 por ciento y situarse el tonel el jueves en 70 dólares aproximadamente, cuando se replegó unos cinco dólares en Nueva York y Londres.

Este fuerte retroceso se debió en buena medida a declaraciones de Arabia Saudita pocas horas antes de la reunión de la OPEP, de que defendería la producción actual para dejar que el mercado ¿se equilibrara por sí solo¿.

Analistas atribuyen la caída de los precios desde ese mes hasta acá a una sobreoferta del producto en los mercados internacionales, debido a menor demanda por la debilidad de la economía mundial y el incremento de la cuestionada producción estadounidense de crudo de esquisto.

Cualesquiera sean las causas del desplome, la decisión de la OPEP causó enorme sorpresa, ya que la agrupación en más de una ocasión, ante fuertes descensos de las cotizaciones, accionó para equilibrar el mercado y estimular los precios.

Así lo hizo en octubre de 2006 cuando las cotizaciones mermaron un 23 por ciento en apenas 90 días y el bloque decidió entonces en una reunión disminuir la extracción del hidrocarburo en un millón de barriles, lo que contribuyó a aumentar sustancialmente los precios, que llegaron a alcanzar los 146 dólares el barril en julio de 2008.

Varios años después las cotizaciones declinaron a poco más de 60 dólares y la organización se vio en la necesidad de decidir un corte aún mayor- de unos dos millones de barriles-, lo cual coadyuvó a que el barril oscilara durante buen tiempo entre 90 y 110 dólares.

Llegó un momento en que exportadores y consumidores concordaron tácitamente que en ese entorno debían moverse los precios de la materia prima más comercializada en el mundo y destinada a agotarse por el notable crecimiento de su consumo desde las últimas cinco décadas, el cual, según expertos, ya rebasa la capacidad extractiva.

Por ejemplo, si a principios de este siglo se consumían diariamente en el orbe 78 millones de barriles de petróleo diariamente, hoy se utilizan cerca de 90 millones de unidades.

Para muchos analistas, la decisión del bloque exportador de no reducir el volumen de extracción, pareció ingenua, más aun cuando no es secreto el regocijo de los adversarios de Rusia y Venezuela- países con alta dependencia de la renta petrolera- incluso de la OPEP, por la vertical baja de los precios.

De hecho, los más suspicaces, no descartan un complot entre Estados Unidos y Arabia Saudita, en contubernio con corporaciones mediáticas, orientado a ese objetivo.

Venezuela, país que más defendió el recorte de la OPEP, señaló que seguirá defendiendo el papel de la organización en la defensa de los precios y el equilibrio del mercado.

Cuando el barril de petróleo se cotizó en 1971 en 1,80 dólares, nadie pensó que cuatro décadas después superaría los 145 dólares. Es por ello que los analistas coinciden en que las caídas de las cotizaciones del hidrocarburo son temporarias y predominará en los mercados la tendencia ascendente.

La OPEP, responsable del 33 por ciento de la producción mundial de crudo, del 50 de las exportaciones y el 72 de las reservas probadas, fue fundada en Bagdad en 1960 por iniciativa de Venezuela, con el fin de coordinar y unificar políticas de los países miembros, en defensa de sus intereses como productores.