Caracas, 30 Ene. AVN.- Néstor Castro, uno de los 14 presos políticos por la masacre de Curuguaty, en Paraguay, se sumó el martes a la huelga de hambre que el dirigente Rubén Villalba mantiene desde hace cinco días para exigir que se esclarezcan los asesinatos de los 11 campesinos, en junio de 2012 y que fueron utilizados como excusa para el golpe de Estado parlamentario contra el presidente, Fernando Lugo.Castro está recluido en al cárcel La Esperanza, en la capital paraguaya, Asunción, y Villalba en el centro penitenciario de Tacumbú.
Hace cinco días, al iniciar la huelga de hambre, Villalba advirtió: «El interés del Ministerio Público es investigar de forma parcializada la masacre ocurrida» en la zona campesina.
Desde 2008 el dirigente campesino del Movimiento Agrario del Paraguay ha participado en tomas exitosas de tierras malhabidas que posteriormente se han regulado de acuerdo con las leyes de la reforma agraria.
En la masacre del 15 de junio fue herido de bala en la cabeza. Perdió la visión y la audición en el lado izquierdo. En noviembre presentó una querella contra Federico Franco por calumnia y difamación.
Claves del caso Curuguaty
En octubre pasado, la Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos Campesinos reveló los resultados de la investigación paralela que adelantaron para esclarecer la masacre.
Un video que no fue difundido por la gran prensa permitió precisar que la policía arribó al lugar de la masacre en dos grupos.
El primer grupo es el que apareció en los medios de comunicación paraguayos: «Oficiales de la Fope (Fuerza de Operaciones de la Policía Especializada), con cachiporras y escudos, acompañados por policías de caqui con chalecos antibalas y pistolas al cinto», contó el abogado Guillermo Ferreiro.
En el grupo dos, ubicado a unos 30 metros de distancia del primero, estaban el comisario Erven Lovera y el dirigente campesino Rubén Villalba.
De acuerdo con los medios privados, el dirigente Villalba disparó al comisario Lovera. La «prueba» utilizada es una foto en la que se ve a un hombre de rojo apuntando con un objeto alargado a un miembro de la fuerza de seguridad.
«Sin más se dijo que el sujeto era Villalba, que tenía un revolver en mano y que el amenazado era Lovera. Ni campesinos ni policías lo identifican con Villalba, simplemente se concluye que lo es», agregó Ferreiro.
En la foto, el amenazado tiene una chaqueta con la inscripción GEO en amarillo. Una filmación, capturada minutos antes de la masacre, muestra a Villalba con un chaleco que no contaba con ninguna señal.
