jose_martiBogotá, 28 en (PL) El legado político, vital y revolucionario del prócer independentista cubano José Martí congregó hoy aquí a estudiosos y admiradores de su obra, al calor de un Coloquio Internacional concebido como una reverencia a su memoria.

El centro aglutinador fue la Bilioteca Luis Angel Arango, colmada de público, en un homenaje por el aniversario 160 de su natalicio, convocado por la Asociación Desarrollo Sostenible y Solidario Guaiaie-Madre Tierra, la Alcaldía Mayor de Bogotá, el grupo Pacifistas sin fronteras y la edición colombiana de Le Monde diplomatique.

La directora de la Biblioteca, Margarita Garrido, tras subrayar la vigencia de la ética martiana, destacó la multiplicidad de lecturas posibles en la obra del poeta esencial de Versos sencillos y el ensayo Nuestra América.

Parte de ella atesorada en ese centro, así como ejemplares de la prensa donde publicaba sus artículos «que nos ayudan a dar sentido a lo que estamos viviendo», dijo.

Al agradecer el homenaje el embajador cubano, Ivan Mora, resaltó la magnitud del legado de Martí como escritor, poeta, economista, diplomático y artífice del Partido Revolucionario Cubano y de la unidad que cimentó e impulsó la gesta independentista cubana.

Toda su vida estuvo dedicada, dijo, a formar mentalidades, a desarrollar el pensamiento crítico, sin olvidar la preponderancia que otorgó a la cultura sin la cual la libertad no es posible, como expresó.

También sus sueños de una América Latina unida, como un hilo de continuidad del pensamiento bolivariano, hoy concretado en una realidad nueva que despunta.

El intelectual colombiano Héctor Arenas, de la Asociación Guaiaie, quien cobijó desde un inicio la idea del Coloquio Vigencia Etica de José Martí, Cultura Política, Educación y Paz afirmó que el estudio de la vida y obra martiana es una vasta empresa espiritual.

Una empresa que resguarda el sueño de una vida colectiva, «liberada del miedo, la intolerancia y el horror que aun afrontamos.