Managua, (PL) El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua ratificó durante esta semana la alianza con otras agrupaciones políticas para las próximas elecciones municipales, pero el hecho transciende la disputa por cargos en las alcaldías.

En su Congreso, encabezado por el secretario general de la organización, el presidente Daniel Ortega, el FSLN dejó sentada la coalición más amplia y heterogénea que contenderá en los sufragios del 4 de noviembre por los puestos de alcaldes, vicealcaldes y concejales.

Forman parte de la unión los partidos Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakank (Yatama), Movimiento de Unidad Cristiana, Alternativa por el Cambio, Resistencia Nicaragüense, Camino Cristiano Nicaragüense y Liberal Nacionalista.

También integran la alianza, denominada «Unida, Nicaragua Triunfa», los movimientos Arriba la República, Democrático Resistencia Nicaragüense, Evangélicos en la Convergencia, Indígena de la Costa del Caribe y de Acción Católica.

Según evaluó el Congreso, la coalición denota cómo el FSLN sigue eliminando sectarismos, «una enfermedad que tenemos que enterrar», pues se trata de aunar voluntades por el bien común de los nicaragüenses, quienes mayoritariamente confían en el modelo de desarrollo nacional cristiano, socialista y solidario puesto en práctica por la Administración sandinista.

Todas las puertas, indicó el foro, siguen abiertas para todos aquellos que deseen incorporarse a la alianza o quieran militar en las filas del FSLN.

A juicio de Ortega, la vocación unitaria distingue al Frente desde su creación, con el propósito de instalar un proceso revolucionario capaz, entre otras cosas, de desterrar «de una vez y para siempre las políticas electoreras que se habían implantado en nuestro país».

En el Congreso, el líder sandinista pidió a la militancia no perder de vista que la batalla electoral del FSLN no es a favor de nombres y apellidos, «porque nosotros somos transitorios, todos somos transitorios, lo que queda es la fortaleza de las ideas».

Por medio de cada elección, tanto nacional como municipal, lo que buscamos es «defender las conquistas de la revolución», advirtió.

Defendemos, agregó, un proyecto, «que está mucho más allá de los individuos»; ese es el reto para el FSLN, cuando ni los adversarios pueden negar que el Frente ha logrado ser de manera creciente la mayor fuerza política de Nicaragua por la adhesión y la confianza del pueblo.

Cuantas más alcaldías logremos ganar, más bienestar para la población, pues estarán fácilmente entrelazadas con el gobierno nacional para potenciar los proyectos sociales que están permitiendo sacar de la pobreza a numerosas familias, apreció el estadista.

«O sea, aquí se trata de alcanzar la victoria en la mayoría de las alcaldías ¿Y quién va a alcanzar esa victoria? No va a ser ni Pedro Pérez, ni Juan López, ni Roberto García, sino que va a ser el Frente Sandinista de Liberación Nacional», estimó.

Amplios sectores de la población expresaron durante esta semana su respaldo a los pronunciamientos del V Congreso sandinista, a partir de reconocer en el Ejecutivo encabezado por el Frente capacidad para garantizar estabilidad, gobernabilidad y crecimiento económico con justicia social.