Por: Gian Carlo Di Martino* 

1.- ¿Alquilaron al misógino? … Una persona con la edad del candidato tapa y un cuadro de salud tan precario, no se manda solo. Y el misógino fue claro: «no haré campaña electoral en la calle» y, de pronto, vimos que lo anunciaron para una concentración en La Victoria, estado Aragua. ¿La esposa y las hijas se lo alquilaron a «Doña Violencia»? ¿Lo obligaron a ir? El misógino no es digno de lástima, pero fue verdaderamente penoso verlo subir a la tarima. Casi no podía caminar ni levantar los brazos. ¿A las hijas no le dio dolor ver al padre en esas condiciones? ¿No tienen conciencia de que le puede ocurrir lo peor? En la exposición extremista no hay nada gratis. Todo tiene su precio.

2.- 3,2 millones de dólares… Nunca me he comido el cuento de que como son ricos, no roban porque tienen dinero, y menos en el caso de los apellidos, que siempre han vivido de la corrupción detrás del poder. Ese papel de ventrílocua que hace «Doña Violencia» con el misógino, siempre lo hizo su familia oligarca detrás del presidente que montaban en Miraflores. Por eso, no tengo dudas de que esa señora se quedó con una buena tajada de esos 3,2 millones que los gringos le dieron para las primarias, con la condición de que les regalara Pdvsa, si llegaba al poder.

3.- El Esequibo… Indignan las acciones de esos terroristas que quieren entregarle nuestro territorio a los gringos. Contó el ministro del Poder Popular para la Defensa, el general en jefe, Vladimir Padrino López, que, en un foro de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, en EEUU, salió el traidor Carlos Vecchio diciendo que la FANB asumió un papel guerrerista con respecto a Guyana, cuando como venezolano debió criticar la instalación de bases militares estadounidenses en ese país. Son menos que basura y quieren llegar a Miraflores.

4.-Angustia gringa… Las elecciones presidenciales en Venezuela, tienen más activo a los gringos, que la de ellos en noviembre. La razón, muy sencilla: intentan por todos los medios recuperar las riquezas de la Patria de Bolívar y saben que el candidato de ellos, el misógino, no tiene vida. La oposición terrorista puede engañar a sus seguidores con encuestas pagas, pero los gringos manejan números confiables y saben que el nivel de popularidad de su monigote es bajo. Lo hicieron salir de su casa y es peor, temen que le dé un soponcio y no llegue al 28 de julio.

5.- El viejito chévere… Con el sólo hecho de vivir en EEUU después de ocupar un cargo de diplomático, había para, por lo menos, dudar de la honestidad del misógino. Además, era de entender que, por algo, resultó ser el ungido del imperio norteamericano.

En mi caso, apenas lo conocí, me quedó claro que es un oportunista que se arrastra por el poder, primero, pese al deterioro de su salud aceptó ser la tapa de una bandolera como «Doña Violencia», segundo, después de ser embajador de Argentina, rogó un puesto de tercera en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Intuí también que se trataba de un bandido doblegado por los años, implicado en cualquier fechoría, lo que ignoraba era el tipo de crimen y, el camarada Diosdado Cabello, en el programa Con el Mazo Dando, habló de su complicidad con el fugitivo Leopoldo Castillo (a) «El Matacura».

Les refresco la memoria. Castillo, cuando el misógino se desempeñaba como su segundón, fue su cómplice en la violación y el asesinato de cuatro monjas de los EEUU, por parte de la Guardia Nacional de El Salvador, acusadas de subversivas: Maryknoll Maura Clarke, Ita Ford, Ursulina Dorothy Kazel y Jean Donovan. El hecho ocurrió el 2 de diciembre de 1980. Las religiosas denunciaban las atrocidades de la dictadura en el país centroamericano.

«El Matacura», en su calidad de embajador de Venezuela en El Salvador, resultó acusado de servir de apoyo a la llamada Operación Centauro, e igualmente, investigado por la matanza de los jesuitas Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Juan Ramón Moreno, Armando López, Joaquín López, Elba y Celina Ramos.

Y ahí, al lado de Leopoldo Castillo estaba el misógino calladito, apoyándolo; así como lo leen, ese viejito «chévere», con aspecto tierno, que quiere llorar cuando habla al lado de «Doña Violencia», avalaba esos crímenes.

Estos dos cobardes, hacían el papel de «sapos», pasaban información que permitía la ubicación de los militantes de izquierda, para que los asesinaran los castrenses salvadoreños, formados en la Escuela de Las Américas y en la SOA, una organización norteamericana que entrenaba escuadrones de la muerte.

6.- El esfuerzo de los fascistas por seguir haciendo daño… La gente está abrumada, por cuanto la oposición terrorista pidió más medidas coercitivas en contra de las venezolanas y los venezolanos. Así son los oligarcas en su esencia, no van a cambiar. Odian la patria, desprecian al pueblo.

Para ellos, Venezuela es un pedazo de tierra que no vacilarían ni un segundo en entregarla a los gringos. No entienden, no digieren lo que es la patria, lo que decía Alí Primera: «la patria es el hombre, muchachos».

Por ende, piden las medidas coercitivas unilaterales, con el propósito de que la gente pase hambre, que no pueda comprar un mendrugo de pan para alimentar a sus hijos e hijas. Sueñan con un futuro de Venezuela en tinieblas.

Sería nefasto que el misógino y «Doña Violencia» llegaran al poder. La mente de esta gente está condicionada para destruir, matar, hacer daño.

Un presidente o una presidenta de Venezuela debe tener, no sólo el conocimiento, la inteligencia, la habilidad, la capacidad de diálogo, de tolerancia, para encaminar la solución a la crisis actual, sino sensibilidad humana. Debe conmoverse cuando algún venezolano o venezolana no encuentre con qué alimentarse. Y la oposición terrorista es indiferente ante tal situación.

7.-Así hacen los cálculos para desmontar las falsas multitudes de «Doña Violencia» …Bien se sabe que esta señora es una líder de papel. No sabía nada de pueblo, y en función de sus carencias y debilidades, le armaron un equipo de campaña con fotógrafos, camarógrafos, lentes gran angular, dispositivos que permiten abultar la asistencia de sus movilizaciones, de tal manera que, si asisten unas 100 personas, las hacen ver como de 1000.

Trucos viejos, pero que las personas olvidan y hay que recordárselos. Lo mismo ocurre con el cálculo matemático de sus conglomeraciones. La oposición terrorista engañará a sus seguidores sobre la cantidad de gente que aglutina, pero no al Gobierno bolivariano.

Existe una práctica que, en mi caso, sé que se hacía desde la época de la Disip, ahora Sebín. Hay una constante que demuestra que en un metro cuadrado caben tres o cuatro personas, todo depende de la distancia en que se encuentran unas de las otras.

Me explico: Si la gente está muy separada, calculan que en un metro cuadrado caben tres personas, pero si está muy pegada, 4. Luego, calculan los metros cuadrados del área donde se originó la concentración.

Teniendo entonces los asistentes que caben en un metro cuadrado y los metros cuadrados del sitio donde se formó la aglomeración, todo se reduce a una simple multiplicación.

Por ejemplo, si está muy compacta la asistencia, se multiplica 4 personas por la cantidad de metros cuadrados del sitio donde confluyó la concentración, y da el número de adeptos que fueron al evento.

Si la concurrencia estuvo muy separada, una persona distante de la otra, se multiplican 3 personas por la cantidad de metros cuadrados del lugar donde convergió la agrupación, y obtienen la cantidad de simpatizantes.

Por eso, el Gobierno bolivariano se ríe de las mentiras de «Doña Violencia», cuando habla de la cantidad de personas que dice aglutinar en sus movilizaciones.

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*Gian Carlo Di Martino

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