AMIGO(A) LE COMPARTO ESTE ESCRITO EN EL QUE SE DEMUESTRA LA PARTICIPACION MULTIPLE ENTRE EL GOBIERNO DUQUE, LA «INTELIGENCIA MILITAR», LA DEA, EL GOBIERNO TRUMP, GUAIDO, JJ RENDON Y EL NARCO-TERRORISMO COLOMBO-VENEZOLANO EN LA OPERACION GEDEON, ORGANIZADA Y ENTRENADA DESDE TERRITORIO DE LA ALTA GUAJIRA COLOMBIANA, Y ENCUBIERTA POR LA REVISTA SEMANA PARA DERROCAR AL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE VENEZUELA

Por Felipe A Priast

¿Ya leyeron el artículo de la portada de la revista “Semana” que salió hoy?
Este artículo es una CLASE MAGISTRAL de desinformación, un ejemplo claro de cómo publicar una noticia, transformando su esencia y sus verdades, hasta convertirla en una mentira destinada a engañar a los lectores.

En la época victoriana y eduardiana vivió un famoso escritor y caricaturista inglés llamado Sir Max Beerbohm, quien se hiciera famoso en esa época por una novela titulada “Zuleika Dobson”. Beerbohm es también conocido por una frase fantástica que dice: “Usted puede contar una historia en donde todas las líneas sean verdad y, sin embargo, la historia en sí sea una mentira”.
Esto es, más o menos, lo que ha hecho Semana con esta nota de hoy sobre la “Operación Gedeón”, la empresa mercenaria liderada por la DEA y La Casa Blanca, con ayuda del Gobierno Colombiano, para deponer a Maduro, operación que acabó en un desastre rayando en la chamboneria.

En esta nota los voy a llevar de la mano, párrafo por párrafo, para que vean como “Semana” desinforma a la opinión pública y esconde los verdaderos hechos de esta noticia para proteger al gobierno de los Estados Unidos, a la Administración Duque, y a J.J. Rendón, quien por razones que aún no tengo muy claras pero que puedo deducir, tiene en estos momentos una estrecha relación con la revista.
Acomódense bien y lean esta desmenuzada que voy a hacer, ya que ni Goebbels hubiera sido capaz de “empacar” este pedazo de desinformación como lo ha hecho Semana. Felipe Lopez y Alejandro Santos no deberían continuar en el periodismo, pues hace rato que dejaron de ser periodistas. Felipe Lopez es, de manera no-oficial, el Ministro de Propaganda de la Administración Duque, además de delegado de los americanos en Colombia para el sabotaje informativo.
Aquí no estamos hablando de amateurs, estos carajos de Semana son perros finos, esto es un trabajo exquisito, refinado, una obra maestra de la desinformación.

Airan Seth, un exboina verde de las fuerzas especiales del Ejército de Estados Unidos, y Luke Deman, un antiguo miembro de los SEAL de la Armada norteamericana, fueron capturados como miembros del comando que pretendía derrocar a Maduro.


Veamos, pues, como es que fue la cosa, y como es que la reporta Semana para engañar al público:

Versión de Semana #1: Empieza diciendo Semana en su artículo que “en los salones del Marriot de Bogota y los parajes desérticos de la Guajira” se cocinó una operación “rocambolesca” planeada por Jordan Goudreau y Cliver Alcalá para derrocar a Maduro.
Realidad #1: Es estúpido e inocente creer que estos dos individuos, Goudreau y Alcalá, son los padres intelectuales de esta operación fallida. Para empezar, Goudreau es un mercenario, un ex-boina verde, propietario de una empresa de seguridad con base en el sur de la Florida creada PRECISAMENTE para ejecutar este tipo de operaciones por órdenes del Pentagono. Hoy en día, el 50% de las operaciones militares que adelanta el Pentagono en todo el mundo son ejecutadas con contratistas, contratistas como “Silvercorp”, la compañía de Goudreau. Segundo, estas compañías no organizan “operaciones renegadas” por si solas para tumbar presidentes o apresar dictadores, pues esto sería un riesgo para la paz mundial. Si todas las compañías de seguridad americanas se embarcarán en operaciones renegadas, habría guerras entre naciones todo el tiempo. Para embarcarse en una operación de estas, hay que pedir permiso, o estar dirigidos por el Pentagono, no hay de otra.

Y echarle el otro muerto a Alcalá es casi cínico. Yo creo que es cierto que Alcalá era un narcotraficante. Pero lo que Semana no dice es que la operación entera flotaba alrededor de LOS CARTELES COLOMBIANOS QUE CONTROLAN LA FRONTERA, Y QUE LA DEA ESTÁ METIDA EN LA OPERACIÓN HASTA EL CUELLO.
De hecho, uno de los arrestados por las fuerzas de Maduro, un tal Jose Alberto Socorro Hernandez alias “Pepero”, ya confesó que él es un agente de la DEA y que él iba a recibir $2 millones de dólares por la operación a través de la organización de Elkin López alias “Doble Rueda”, el traqueto samario residente en Valledupar con conexiones con el Ñeñe Hernández y Cliver Alcalá, es decir, los carteles de la Guajira y de los “Soles” respectivamente.

Esta operación fue una pura operación orquestada por la DEA, con el visto bueno de La Casa Blanca, y consistía en la utilización de narcos colombianos y venezolanos a ambos lados de la frontera.

Version Semana #2: Semana basa su reportaje en la “reconstrucción” de los hechos hecha por el director de la AP (Associated Press) en la región Andina, Joshua Goodman, y asume la versión de Goodman como verdadera.
Realidad #2: Está es una movida inteligente de Semana. Al presentar la noticia como proveniente de la AP, le da credibilidad a la historia y, al mismo tiempo, se lava las manos. Como son conscientes de que en Colombia ya nadie les cree, entonces echan mano de Goodman y la AP para “empacar” la noticia con la credibilidad de la AP, sin verificar en lo más mínimo si Goodman está en lo correcto o no y sin tener en cuenta que Goodman es un reportero americano. Así mismo, la versión de Goodman es poco creíble. Según Goodman, el plan era invadir Venezuela con 300 hombres y avanzar hasta Caracas, en donde esperaban ser recibidos como una fuerza “libertadora”.

Esa historia es imposible de creer. Ningún mercenario boina verde, con amplia experiencia en las guerras de Afghanistan e Irak, podía concebir que esa operación era creíble. Esa no era la operación. La operación, como confesó uno de los americanos capturados por las fuerzas de Maduro, era tomarse un aeropuerto para establecer una cabeza de puente aérea para que entrara una flotilla invasora aerotransportada, y para eso si alcanzan 60 hombres. En otras palabras, la operación era una especie de “Entebbe” para que entraran por ahí fuerzas aerotransportadas americanas, pero a los mercenarios los cogieron no más desembarcar en la playa y hasta ahí llegó la operación. La operación no tenía nada de “rocambolesco” o “chambón” como dice Semana, el objetivo era claro: capturar un aeropuerto intacto para facilitar una invasión aerotransportada.

Jordan Goudreau (en el centro de la imagen) prestó servicio en Irak y Afganistán Foto: @silvercopusa

Versión Semana #3: Luego de presentar la versión de AP de Goodman, Semana se desparrama dando una introducción de Goudreau y de como este había sido condecorado con 3 “Bronze Stars” durante las guerras de Afghanistan e Irak y de como Goudreau, Alcalá y un tipo de apellido Toledo empezaron a planear la operación y a buscar fondos para financiarla. Dice Semana que se le acercaron a Guaidó, pero que este y J.J. Rendón revisaron el plan y les pareció descabellado, y que estos firmaron un contrato “exploratorio” de las posibilidades de la operación, pero que luego desistieron de participar en ella. Rendón confirmó esta versión en una entrevista que dio recientemente a CNN.

Realidad #3: Todo esto es mierda, pura y física mierda. Guaidó y Rendón firmaron el contrato para llevar la operación a cabo y no era un contrato exploratorio sino uno de verdad. Pero , ahora, como las cosas salieron mal, salieron con el cuento del contrato “exploratorio”, y que la gente no ha visto los 47 anexos del contrato, y demás cuentos chimbos. Yo sospechó que Guaidó se metió en esa vaca-loca porque necesitaba un golpe de credibilidad ante los gringos, que yo creo que ya le bajaron el pulgar. Fue una operación desesperada para probarle a los americanos que él sí tenía poder en Venezuela y que podía ejecutar una operación tipo “Entebbe” para facilitar una invasión americana aerotransportada, pero le fue como el culo.

Versión Semana #4: Más adelante Semana dice que, “el remedo de operación” comenzó a fallar porque las tropas que se entrenaban en la Guajira no tenían ni con qué comer, y que tuvieron incluso que “regalar los perros” que los acompañaban porque no tenían con que alimentarlos. Todo esto porque no tenían financiamiento para la operación, pues ni Guaidó ni ninguno de los empresarios contactados decidieron participar.
Realidad #4: Mierda, mierda y más mierda. Para empezar, esa historia de los soldados pasando hambre en los campamentos en la Guajira suena inverosímil. Un mercenario gringo no va a la Guajira colombiana a pasar hambre, y alimentar 60 hombres tampoco es tan difícil o costoso. Se están inventando esa historia del “hambre” porque no pueden decir que la operación era financiada por narcos colombianos con vínculos con el Ñeñe Hernández, porque el Ñeñe era cercano al Presidente Duque y a Uribe y ahí queda expuesta la conexión entre el Gobierno Colombiano, los narcos de la Guajira, la DEA y el anti-chavismo que opera desde Colombia. En otras palabras, hay que esconder el origen de la plata con la que se financió la operación porque esa plata ensucia a todo el mundo, incluyendo a la DEA, el gobierno colombiano y a Guaidó.
Segundo, a Cliver Alcalá lo cogieron con un cargamento de armas avaluado en $150 mil dólares. Y el que tiene para comprar $150 mil dólares en armas, tiene para alimentar 60 hombres. Como decía Diomedes, “el que tiene pa’l whiskey, tiene pa’l hielo”.

Versión Semana #5: Después del embuste del “hambre” de los milicianos anti-chavistas en la Alta Guajira, Semana se manda otra de sus genialidades. Dice que Cliver Alcalá declaró en una entrevista en la W que “esas armas eran del pueblo venezolano”.
Realidad #5: Alcalá dijo eso, pero también dijo muchas cosas más en esa entrevista que Semana omite. Yo oí esa entrevista completa y recuerdo perfectamente lo que dijo Cliver Alcalá. Entre otras cosas, Alcalá dijo que se había reunido con ELEMENTOS DE LA INTELIGENCIA COLOMBIANA que sabían lo que ellos hacían en Colombia y les habían dado el permiso de operar en Colombia. También dijo que se reunía frecuentemente CON ASESORES NORTEAMERICANOS y con J.J. RENDÓN, pero Semana omite toda esta información. También dijo tener un contrato con las firmas de Rendón y Guaidó y días después ese contrato salió a la luz pública. Las declaraciones de Alcalá salpican a todo el mundo y están corroboradas por las declaraciones de los prisioneros tomadas por Maduro. Fuera de eso, el contrato es público y circula por la red. Semana esconde todo eso, y solo publica lo de que las armas “eran propiedad del pueblo venezolano”.

Versión Semana #6: Semana dice en su fraude-reportaje que “Alcalá se entregó a las autoridades norteamericanas que lo buscaban por narcotráfico”.
Realidad #6: La intención de Semana es clara y consiste en estigmatizar a Alcalá como un narcotraficante que planeó una operación renegada que salió chambonamente ejecutada y en la que no tuvieron que ver, ni los gringos, ni el gobierno colombiano. Todo eso es mentira. Alcalá si es un narco, pero era un narco al servicio de la DEA, quienes fueron los que planearon la operación. A Alcalá se lo llevaron extraditado a Estados Unidos, no por narco, sino porque los gringos (la DEA) comenzaron a sospechar que era un “doble” que le estaba pasando información a Maduro.
Hace 3 días, un ex-jefe de estación de la CIA, un tipo llamado Daniel Hoffmann, le dio unas declaraciones al periódico inglés “Daily Mail” en donde dice que êl cree que la operación se les cayó a los mercenarios porque las fuerzas que entrenaban en la Alta Guajira estaban infiltradas por Maduro, quien sabía todo lo que planeaba en su contra, y yo creo que esto es cierto. Maduro no es un idiota. Esas fuerzas que entrenaban en la Guajira estaban penetradas desde el principio y Maduro siempre supo lo que se orquestaba para derrocarlo. Alcalá es uno de esos sospechosos, por eso está en Estados Unidos extraditado, no por narco. Lo de que era un narco lo sacaron ahora para justificar su arresto, pues no quieren admitir públicamente que Maduro los tenía penetrados, eso sería una humillación. Entonces, Semana les ayuda y maquilla el arresto de Alcalá.

Version Semana #7: Por último, Semana exime a Duque de cualquier responsabilidad pero añade que, “dicha operación no habla bien de los servicios de inteligencia colombianos quienes tendrían que haber sabido lo que pasaba en la Alta Guajira”.
Realidad #7: Como siempre, Semana echándole el muerto a los más pendejos, los militares y las agencias de seguridad colombianas. Duque no solo sabía, sino que tenía un íntimo de contacto con esa gente, el Ñeñe Hernández. Echarle el muerto a las agencias de inteligencia es una malparidez de Semana. Duque sabía, Uribe sabía, el Ejército sabía, y todo el mundo estaba ayudando a la DEA y los anti-chavistas. Semana está empecinada en salvarle el pellejo a Duque, quizá por instrucciones de los americanos. Pero de que Duque sabía, sabía. Es más, Duque es uno de los autores intelectuales de esta operación, junto con Guaidó, Rendón y los americanos.

Este reportaje de Semana es una estafa, un ejercicio de desinformación sofisticado y amañado. Alguien tendría que investigar esta vaina a fondo, e investigar los vínculos de Semana con los gringos. Ahí hay plata de por medio, ¡y bastante!

Una nueva semana que empieza, y una nueva estafa de Semana.

Las mentiras de esta revista no paran, la desinformación no para. Semana es el Ministerio (“Goebbelsiano”) de Desinformación del Gobierno de Colombia.
Alguien tendría que decirles que eso no es un delito periodístico, es un crimen de “Lesa Humanidad” tipificado en Nuremberg. Goebbels se suicidó, consciente de su culpabilidad, el mismo día que Hitler se suicidó; y Fritzche, su sucesor, fue condenado a 9 años de prision por una corte de Alemania Federal.
Si Semana insiste en esta sistemática operación de desinformación, se hace responsable de cualquier alegato criminal que se le haga por facilitar propaganda para un régimen genocida.
Que quede esto en el récord, así ya estén grandecitos y crean que nadie los puede tocar…

Las Fuerzas Armadas de Venezuela capturaron a 13 de los mercenarios, entre ellos dos estadounidenses, y mataron a otros ocho que estaban en una lancha cerca de las costas de ese país.