Por: Ilka Oliva Corado
“Como te ven te tratan” frase que he escuchado desde mi infancia, y eso ha sido cuña en la sociedad para vivir de apariencias y que la gente pretenda en lugar de ser.
Hoy quiero compartirles una fotografía, bueno, dos. Dos fotografías que publiqué en mis redes sociales el mismo año en distinta fecha. En la primera, estoy limpiando un baño en mi trabajo y en la segunda estoy con un abrigo en la reserva forestal a donde suelo ir a caminar y a hacer bicicleta.
La primera generó un sinfín de reacciones, la segunda también. Reacciones encontradas. En la primera la gente comentaba como con lástima, de esas palabras que dejan entre líneas o las subliminales y que allá yo si la entendía. Nada de extraordinario tenía la foto, era solo una persona limpiando un baño. Unos lo vieron como una falta de respeto, publicar algo tan gráfico decían; sin embargo yo soy de la opinión que los indocumentados deberían enviar a sus familiares en sus países de origen las fotos cuando estén trabajando, para que se enteren de lo que cuesta ganar el dinero y no de sus mejores galas para que allá piensen que en el extranjero viven de lo mejor y con todas las comodidades, es decir: en un mundo irreal para el paria.
Para muchos un cepillo dentro de un inodoro era una ofensa. Para otros algo que generó pena y regocijo hasta cierto punto, y para pocos una acción que valoraron como un trabajo de miles que hacemos los parias en el mundo. Punto. O bien, cada quien en su casa si no tiene sirvienta, digo lo de sirvienta con la autoridad que me da ser una de ellas.
La segunda fotografía, en la que aparezco con un abrigo, fue como echar sal en la herida de aquellos de doble moral. Mismos que comentaron en la primera con compasión y regocijo de que a aquella se la está llevando el tren, como con cierto dejo de darme unas palmaditas en la espalda y decirme que siguiera, que algún día mi situación iba a cambiar. Cuando me vieron con el abrigo puesto comenzaron a atacarme, como nos sucede a la mayoría de indocumentados y parias cuando nos ven con ropita planchada y comiéndonos un helado, tomándonos una copa de vino o disfrutando de un plato de comida en cualquier restaurante; para ellos no nos lo merecemos. Digo, para ellos, los que están allá y nos ven como los muertos de hambre que se fueron a que se los jodieran a otro país. Entonces dicen que aunque la jaula sea de oro sigue siendo jaula. Que ni las mejores galas nos darán la libertad. Y así comienza un rosario de descalificativos.
Lo mismo sucede con los parias cuando intentan soñar con una vida integral, para la clase media, la burguesía y la oligarquía no se la merecen, su lugar está en lavar baños, trapear el piso, poner el lomo, agachar la cabeza, y decir sí patrón, sí de señora. Esos parias para ellos son solo mano de obra barata, no llegan a ser personas y por ende no tienen derechos. Esos mismos son los que reaccionan así cuando ven a un indocumentado en otro lugar fuera del que por sistema, debería ser el suyo.
A mí me sucedió con dos simples fotografías. ¿Era el baño, era el abrigo? ¿Qué fue lo que generó esta ola de ataques en la segunda fotografía? Eso, que siendo paria me vieran con un abrigo y no limpiando un baño, como me corresponde según ellos por mi condición social y por indocumentada.
Los ataques vinieron de “amigos,” conocidos, lectores. Gente que tiene perchas de títulos universitarios y siendo “progresistas” de “izquierda” y “defensores de derechos humanos” veían mi abrigo como una osadía a la que no tenía derecho, y de otros que siendo parias pretendían ser clase media con su máximo lujo: acceso a las redes sociales desde un teléfono celular.
Y yo soy la misma persona, cuando limpio, cuando como, cuando me visto, cuando voy por la calle, en mí no hace distinción un abrigo o un cepillo de baño limpiando un inodoro.
En otros sí.
La pregunta es, ¿por qué les ofende tanto que un paria se ponga zapatos, se vista, desayune y tenga los otros dos tiempos de comida? ¿Pueda tener acceso a la escuela, el sistema de salud? ¿Una vida integral? ¿Pueda darse lujos de cuando en cuando? ¿Por qué ustedes sí y nosotros no? ¿No somos seres humanos todos?
¿Por qué un paria no puede soñar con colores y por qué su vida tiene que ser en blanco y negro?
En mi caso soy Ilka, me pongan las etiquetas que me pongan y haga el trabajo que haga para pagar la renta y llevar comida a mi mesa. Lo que me pongo no me hace y no me quita. Tampoco mi trabajo.
¿Y a ustedes?
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Còmo ser salvo
Cordial saludo:
Mi nombre es Humberto García, me identifico como cristiano evangèlico y le envìo este correo (desde Colombia) con el propòsito de presentarle los pasos a seguir (el plan de salvaciòn) para recibir a Jesucristo como Señor y Salvador:
La Biblia dice:
“Justificados, pues, por la fè, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1) (Versiòn Reina-Valera)*
“Porque de tal manera amò Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigènito, para que todo aquel que en èl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)
Nuestro Problema:
Separaciòn
La Biblia dice:
“Todos pecaron y estàn destituìdos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)
“La paga del pecado es muerte, mas la dàdiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesùs Señor nuestro”. (Romanos 6:23)
La respuesta de Dios:
Jesucristo
La Biblia dice:
“Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (I Timoteo 2:5)
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aùn pecadores, Cristo muriò por nosotros” (Romanos 5:8)
Nuestra respuesta:
Recibir a Cristo
La Biblia dice:
“He aquì, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrarè a èl, y cenarè con èl, y el conmigo” (Apocalipsis 3:20)
6 —Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí., Juan 14:6, Nueva Versión Internacional (NVI)
12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)
Còmo empezar su vida con Cristo:
1) Admita su condiciòn de pecador
2) Decida alejarse de sus pecados (arrepièntase)
3) Crea que Jesucristo muriò en la cruz por usted, y que resucitò de la tumba.
4) Por medio de una oraciòn invìtele a entrar en su vida y a tomar el control de ella por medio del Espìritu Santo. ( Recìbale como Señor Y Salvador)
Confesar a Cristo
La Biblia dice:
“Si confesares con tu boca que Jesùs es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le resucitò de entre los muertos, seràs salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvaciòn” (Romanos 10:9,10)
Haga esta oraciòn (de manera audible):
Señor Jesucristo.
Creo que tù moriste por mis pecados en la cruz del calvario.
Creo en mi corazón que Dios te resucitò de entre los muertos por mi salvaciòn. Ahora mismo te invito a que vengas a mi vida. Quiero confiar en tì y seguirte como Señor y Salvador. En el nombre de Jesùs, Amèn
La Seguridad que Dios da: Su Palabra
Si usted elevò esta oraciòn,
La Biblia dice:
“Todo aquel que invocare el nombre del Señor, serà salvo” ( Romanos 10:13)
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les diò potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12)
8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se *jacte. Efesios 2:8-9 (Nueva Versión Internacional).
De ahora en adelante:
1. Lea su Biblia (o Nuevo Testamento) cada día, para conocer mejor a Cristo.
2. Ore diariamente
3. Dependa del Espíritu Santo
4. Asista a la Iglesia Cristiana
5. Hable a otros de Cristo
Hermano Humberto