A contrapelo de quienes vaticinaron y prepararon el fracaso de este foro -incluidas presiones desde Washington para que algunas naciones dejaran de asistir o minimizaran sus delegaciones- los principales acuerdos avizoran la construcción de un mundo de mayor cooperación y equilibrio, a tono con los principios fundacionales de Bandung (1961).

A lo interno, también los que pretendieron silenciar y desprestigiar el liderazgo de Venezuela, tendrán que asumir con impotencia como diría a Prensa Latina el economista y veterano diplomático Julio Escalona, que Caracas será por unos tres años el epicentro de la esperanza.

Para la Casa Blanca, opinó, el golpe es demoledor, porque la mayoría de las decisiones adoptadas en la Isla de Margarita (estado de Nueva Esparta) entrañan un contenido antimperialista, y en cada uno de los 907 párrafos del texto rector se condena una política exterior basada en asedios, amenazas, guerras fratricidas y agresiones.

Entre los objetivos futuros del Mnoal presentados por Maduro sobresale la iniciativa de acelerar los procesos del sistema de Naciones Unidas y lograr su verdadera democratización.

En ese sentido, se prevén acciones para ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU, con la participación de potencias emergentes del Sur, así como la democratización de los sistemas de elección de Gobierno y de toma de decisión del sistema de Naciones Unidas y el impulso de una agenda de cultura de paz y de defensa de la autodeterminación de los pueblos.

No se trata de una mera reforma, según demandaron con firmeza varios dignatarios asistentes al foro, en particular el ecuatoriano Rafael Correa.

Se habla de una refundación del sistema actual de la ONU, en el que los 120 países miembros son la inmensa mayoría dentro del organismo mundial.

De acuerdo con el documento conclusivo de esta cita en la Isla balcón al Caribe, Mnoal está decidido a retomar las banderas del nuevo orden económico internacional y fomentar una alianza estratégica con los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

En ese camino, también se fomenta la cooperación con otros bloques regionales, consolidados en Asia, África, América Latina y el Caribe.

Una de las diversas propuestas: crear el Banco del Sur, como ente de desarrollo y financiamiento y el surgimiento del Fondo de Financiamiento para el Desarrollo suscitaron reflexiones de los mandatarios asistentes a la cita margariteña sobre las potencialidades inexplorables del Mnoal para construir otro mundo mejor posible.

Otra prioridad es asumir el Plan del 2030, aprobado el pasado año durante la conmemoración del sistema de Naciones Unidas, con el propósito de superar las deudas y retos dejados por el colonialismo, neocolonialismo, neoliberalismo y el sistema salvaje del sometimiento de las economías.

No menos clave, explicó la socióloga Mariclein Sterling será la estrategia comunicacional que diseña Mnoal en los próximos tres años, bajo la presidencia de Venezuela.

Para la también periodista se trata de impulsar una nueva batalla en el campo de las ideas y renovar incluso lo logrado hasta la fecha, como la multinacional Telesur, creada por el líder de la Revolución bolivariana, Hugo Chávez (1954-2013) y considerada hoy una ventana de la verdad de las luchas de América y el Caribe.

La declaración de Margarita, según adelantaron fuentes gubernamentales de Venezuela, impulsará además una agenda de cultura de paz, de diálogo de civilizaciones, de defensa de autodeterminación de los pueblos, frente a la agenda de intervencionismo, amenazas de guerra y modelos no convencionales de intervención.

Para ese fin será decisiva la participación de los movimientos sociales del Sur y los necesarios mecanismo de consulta que permitan revitalizar las ideas de los pueblos

También se promueve la llamada agenda verde desde el Sur, en alusión a los efectos que sufren los países miembros del bloque como resultado del calentamiento global.

El Movimiento está llamado a alzar la más enérgica voz y adoptar medidas para que se hallen soluciones a la causa del pueblo palestino, el fin del bloqueo que impone Estados Unidos a Cuba y la colonización que sufre Puerto Rico.

No menos importante serán los proyectos para erradicar el terrorismo en todas sus expresiones.

Lo más notorio de la Declaración de Margarita, por encima de quienes insistieron en su fracaso, es su signo inequívoco en la defensa y promoción de la paz, según apuntara el comunicador Eleazar Díaz Rangel.

Y ese signo de paz y justicia social lo encabeza Venezuela.

Una avalancha desmedida de los detractores de la Revolución bolivariana para desestabilizarla, estiman otros analistas, no sería ahora solo contra su dirección legítima y sus seguidores, sino contra toda una organización de más de 120 países, la segunda más numerosa del mundo después de Naciones Unidas.

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