Luis Casado

Atentos, que no lo digo yo: lo dice la prensa “seria”, la prensa financiera. En otras palabras, debe ser verdad.

Hace poco Bernard Arnault, primera fortuna francesa, le ofreció a todo dios invertir con él y un grupo de expertos la poquedad de 250 euros para ganar mil euros diarios, y hasta 30 mil al mes. Como lo lees. ¡Si sigues laburando por un pinche salario no tienes remedio! Eres un boludo.

Cómo y en qué Bernard Arnault invertiría tu dinero… no lo dijo. Hay secretos mejor guardados que la receta de la Chartreuse de Parme.

(Licor de 43º, o bien 55º, producido por los monjes de la destilería de Aiguenoire. Isère. Francia: En menos de quince años la Chartreuse dobló sus ventas (unos 2 millones de botellas al año), y la demanda supera la oferta… Cosa rara en el mundo del alcohol, duramente golpeado por la crisis. Y aún más raro no aumentar la producción. En el 2022, Dom Dysmas, superior del convento de la Grande Chartreuse, prefirió estabilizarla). https://www.lemonde.fr/m-styles/article/2025/12/25/en-isere-les-secrets-de-longevite-de-la-chartreuse_6659376_4497319.html

¡Alabao!

Ahora bien, en su edición del 19 de noviembre pasado, el diario Le Figaro de París, publicó esto, abre las pepas y pon atención:

Cada año, miles de euros se vaporan en silencio. No desaparecen en razón de una crisis bursátil: se desvanecen como consecuencia de decisiones individuales tomadas por numerosos ahorrantes víctimas desesgos cognitivos (sic). He aquí cómo identificarlos para combatirlos mejor.

En materia de ahorro, tu principal adversario no es ni la fluctuación de los mercados financieros, ni tu banco y sus costos, ni siquiera el Estado y sus impuestos, sino tu propio cerebro. Sin saberlo, eres probablemente la víctima, como muchos ahorrantes, de sesgos cognitivos, atajos que nuestro cerebro toma para ir más rápido, pero que falsean nuestro juicio y nos llevan a tomar malas decisiones.

Más claro echarle agua. El boludo eres tú, y tus sesgos cognitivos, teorizados por los investigadores Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía 2022) y Amos Tversky (que no son economistas, sino… ¡psicólogos!). Que lo dijese Le Figaro bastaba para creerlo. Ahora… si lo asegura un pinche Premio Nobel de Economía…

La única consolación reside en que los boludos como tú no faltan. Al día siguiente, 20 de noviembre 2025, Les Échos, semanario financiero parisino, mostraba a qué punto:

El bitcoin arrastra el mercado crypto en su caída: más de un billón de dólares se hizo humo

El bitcoin no logra izarse más allá de los 90.000 dólares y alimenta los temores de un mercado crypto a la baja. Ya perdió más de un billón de dólares de valorización desde principios de octubre, fecha del último récord del bitcoin.

Como se ve, los sesgos cognitivos están haciendo de las suyas incluso entre los profesionales (uno duda en llamarlos así visto que la versión femenina, las profesionales, se dedica a otra cosa).

El semanario Les Échos es despiadado para con el bitcoin, activo (?!) que no reposa en nada salvo en los sesgos cognitivos, mira ver:

Los mercados están nerviosos y el bitcoin le da sudores fríos a los inversionistas. El rey de los activos crypto se hundió bajo los 90.000 dólares esta semana, cayendo brevemente a 88.522 dólares antes de un ligero rebote.

En un poco más de un mes, más de un billón de dólares de valorización se hizo humo, haciendo caer la capitalización total del sector a unos 3,2 billones de dólares, contra 4,3 billones a primeros de octubre, según Bloomberg. El bitcoin, que representa solo un 57 % del mercado, ve su valorización caer al entorno de 1,82 billones de dólares.

Lo que no cuenta Les Échos es que, en el transcurso de este breve periodo de diarrea disentérica, los actores de esta payasada se forraron. Piensa un instante en el dinero tuyo administrado por las AFP. Cuando ese dinero es enviado a Wall Street, las AFP y los bancos cobran una modesta remuneración por hacerte ese favor. Luego, cuando en Wall Street tu billete es invertido en activos transados en Bolsa, las órdenes de compra (y/o de venta) también tienen un coste. Si los activos comprados ven subir su precio… has ganado algo, previa deducción de las comisiones de los Agentes de Bolsa, de los Bancos y de las AFP. Si tuviste la mala suerte (es un decir) de que con tu billete compraron activos crypto… ¿necesito pintarte el cuadro?

¿Qué son las crypto-monedas? ¿Qué respaldo tienen? Su existencia es puramente digital –una serie de bits, o de octetos si prefieres, registrados en algún computador– y su respaldo es como el del dólar, o sea ninguno. Su valorización depende de la dirección del viento y/o de la confianza que cada inversionista deposite en el invento:

Después de la euforia suscitada por la elección de Donald Trump, la dinámica alcista que había sustentado el activo desde enero hasta los 126.000 dólares, repentinamente se atascó. El ciclo reposaba en dos pilares: la idea que la Reserva Federal (banco central yanqui) bajaría varias veces sus tasas en el 2025, aumentando la liquidez disponible para los activos riesgosos, y la subida de los Exchange-Traded Funds Bitcoin al contado, fondos cotizados que habían facilitado la entrada de inversionistas institucionales. La llegada de esos productos había gatillado un mecanismo simple: flujos estables y regulares alimentaban la demanda, reforzando la sensación que la subida iba a durar.

¿Ves la irracionalidad? Mientras los ingenuos compren… el precio del activo sube. Hasta que se produce un pánico bursátil, y ahí todos rajan con una sola idea en la cabeza: maricón el último, visto que el último se quedará con papeles sin valor ninguno. Un billón de dólares se hace humo en menos tiempo del que lleva encender un pito.

Maurice Allais, un economista respetable –y ya es decir– lo había descrito en 1999, en su trabajo “La crisis mundial de hoy”:

“Que las Bolsas se hayan transformado en verdaderos casinos, donde se juegan gigantescas partidas de póker, no presentaría ninguna importancia después de todo –unos ganan lo que otros pierden–, si las fluctuaciones generales de las cotizaciones no engendrasen, por sus implicaciones, profundas olas de optimismo o de pesimismo que influyen considerablemente en la economía real (…). El sistema actual es fundamentalmente anti-económico y desfavorable a un funcionamiento correcto de las economías. Sólo puede ser ventajoso para muy pequeñas minorías”.

Para tener una idea de quienes forman parte de esa minoría el World Inequality Lab de Thomas Piketty realizó un cuidadoso estudio que arrojó resultados que ya conoces, o debieses conocer. Fueron publicados en el mundo entero, mira ver:

Los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres. Hoy, el 0,001% de la población mundial más adinerada, menos de 60 mil multimillonarios, controlan tres veces más riqueza que la mitad de la humanidad. El patrimonio de esta minoría ha crecido un 8% de media anual desde los años 90. Esta tendencia “no ha cesado de aumentar, poniendo en evidencia la persistencia de las desigualdades”. (Le Monde. París, 10 diciembre 2025)

60 mil privilegiados –o sea el equivalente de la población de un pueblo como Coyhaique, Los Andes o San Fernando– disponen de tres veces más riqueza que la mitad de la población del planeta, o sea 3.600 millones de pringaos (China y la India, juntas, llegan apenas a 3.000 millones).

Lo que demuestra que los boludos somos la inmensa mayoría. Tal vez por eso algunas almas generosas te proponen guiarte hacia la riqueza, con asesorías para salir de tus deudas y, mejor aún, martingalas infalibles para invertir en Bolsa, con anuncios como este, que fue publicado en la prensa financiera seria (Les Échos, París), del 18 de diciembre de 2025:

Cómo invertir 50.000 euros en productos especulativos con fuerte potencial de ganancias.

Invertir en productos financieros de alto rendimiento necesita una gestión rigurosa. Diversificación, horizonte a largo plazo y fraccionamiento de las inversiones…”

Algunos giles muerden el anzuelo. Tantos, que los economistas crearon una divertida especialización que bautizaron “Economía predictiva”. Esta jugosa actividad equivale a lo que en Buenos Aires se llamó un “biromista” o “biromisto”, y en el Hipódromo Chile de Santiago conocían como el “datero”.

Era el tipo que te vendía el dato acerca del caballo que era fija en la cuarta, al que le podías apostar hasta la camisa, seguro de ¡por fin! hacerte rico. El método, sabrosamente descrito por Horacio, era de una sencillez bíblica. El biromista, sabedor de que en la cuarta carrera del domingo corrían siete caballos, se acercaba sucesivamente a siete potenciales apostadores para sugerirles a qué caballo debían apostar. No pronunciaba ni una palabra: escribía silenciosamente un número en un papelito con una birome (un lapiz BIC), de donde viene su nombre de biromista. A cada apostador le daba un número distinto, cubriendo así 100% de los posibles ganadores. Al final de la carrera se acercaba al único ganador, y con un simple gesto preguntaba: “Y… ¿cómo voy ahí”?

Si no sabías de dónde salió el célebre tango de Gardel y Le Pera, Por una cabeza, ahora lo sabes. El tema tiene solera.

Y si no le has hecho caso al daterobiromista o asesor financiero, puede que en el fondo no seas tan boludo. Porque sobre el tema también se hicieron pruebas, análisis y estudios.

Uno de ellos cifró “lo que ganaría o perdería un ‘trader’ que conociese de antemano los titulares de la biblia de los negocios, o sea el “Wall Street Journal”.

Basada en un test preparado por la empresa de gestión financiera Elm Wealth:

Conociendo los titulares, que hubiese hecho Ud. en las 24 horas que precedieron su publicación: habría apostado al alza o a la baja de las acciones y/u obligaciones estadounidenses?”

Aún con esa bola de cristal, la mitad de las personas que pasaron el test, esencialmente estudiantes de Finanzas y MBA (master of business administration), perdieron dinero. Uno de cada seis quebró perdiendo todo el (falso) capital de partida que le fue asignado (un millón de dólares). Aquellos que algo ganaron, no hicieron fortuna y registraron modestas ganancias.

(“When a crystal ball isn’t enough to make you rich”, Victor Haghani, James White. Nessim Aït-Kacimi – Les Echos du 30/11/2025).

Una bola de cristal no basta… ¿Tal vez con dos…?

Lo que nos trae de regreso a la realidad: solo la actividad productiva humana crea riqueza. Esa es la razón por la que los capitalistas explotan la mano de obra, desde el más modesto trabajador manual al más sofisticado ingeniero que se ve como clase media.

La única alternativa consiste en robar. Como algún ex-alcalde de Algarrobo, condenado a prisión por malversación de fondos y lavado de activos. O un ex-presidente francés, condenado ya en tres procesos (esperando un cuarto) por actividad criminal en banda organizada, corrupción de testigos y otras lindezas.

Simple detalle: para quedarte con el dinero del prójimo más te vale ser banquero o gran empresario. Ambas actividades, así como la de abogado fiscalista, aún son legales…

Luis Casado nació en Chile. Es ingeniero del Centre d’Etudes Supérieures Industrielles (CESI – París). Ha sido profesor invitado del Institut National des Télécommunications de Francia y Consultor del Banco Mundial. Su vida profesional, ligada a las nuevas tecnologías destinadas a los Transportes Públicos, lo llevó a trabajar en más de 40 países de los cinco continentes.

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