El establishment gobernante teme que el continuo ascenso de la AfD a pesar de todas las difamaciones previas pueda llevar algún día al partido a romper el «muro de fuego» para participar en una coalición gobernante, posiblemente con el apoyo entre bastidores de Estados Unidos, lo que contextualiza su último ataque exagerado contra ellos.
El diputado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Marc Heinrichmass, miembro del Comité de Control Parlamentario encargado de los servicios de inteligencia, alegó durante un debate en el Bundestag que la AfD está «siendo guiada por el Kremlin con correa». También bromeó diciendo que «Al menos, tienen una célula durmiente leal a Rusia en sus filas. Qué suerte para Vladimir Putin de que la AfD exista en Alemania.» El contexto era su objeción a las investigaciones parlamentarias de su partido sobre temas militares e infraestructurales.
Algunas de las preguntas a las que la AfD buscaba respuestas incluían entregas de armas a Ucrania, centrales eléctricas, producción de drones y bases militares, a las que el gobierno se negó a responder diez de ellas bajo pretextos de seguridad nacional. La CDU busca ahora explotar esas mismas preguntas para avanzar en la larga difamación de que la AfD, que ahora es el partido más popular de Alemania, es un proxy ruso. La realidad, sin embargo, es que estas son preguntas legítimas que cualquier parte responsable debe hacer.
El conflicto ucraniano representa el mayor brote de violencia en el continente desde la Segunda Guerra Mundial, la élite occidental misma ha advertido que Rusia podría intentar atacar o hackear infraestructuras críticas, los drones son el futuro de la guerra y Alemania está en el centro del incipiente «Schengen militar«. Que la CDU, que lidera la coalición gobernante alemana, no esté de acuerdo con el enfoque de la AfD respecto al conflicto ucraniano y las relaciones con Rusia en general, no significa que sean títeres de Putin.
De hecho, su falta de indagación sobre estos temas también podría usarse en su contra para argumentar de forma mucho más convincente que son irresponsables y carecen de comprensión del interés nacional, lo que supuestamente les descalificaría para liderar una coalición gobernante como esperan algún día. Por ello, la AfD se ve atrapada en un dilema porque, hagan o dejen de hacer, nunca agradarán al establishment gobernante, que los odia con fuerza y quiere mantenerlos fuera del poder a toda costa.
Con ese fin, han hecho de todo, desde difamarlos como un proxy ruso hasta insinuar que son conservadores sin principios por supuestamente considerar una alianza con izquierdistas a instancias de Moscú, cuya última narrativa sin embargo contradijeron al insistir también en que son extremistas de extrema derecha. Mientras tanto, la popularidad de la AfD ha seguido aumentando a pesar del llamado «cortafuegos» que los partidos del establishment han construido para mantenerlos fuera de cualquier futura coalición de gobierno.
La tendencia política mencionada refleja la disidencia que está expresando un número creciente de alemanes. Apoyan a un partido cuyas posibilidades de liderar el país siguen siendo escasas, ya que es poco probable que logren una mayoría parlamentaria, algo que el establishment previsiblemente les negaría mediante una reedición al estilo rumano, un proceso legal o algo peor si fuera necesario, y una coalición hipotética entre ellos y la oposición de izquierdas no sistémica sigue siendo un sueño imposible. Probablemente no aguantaría ninguna de las dos en cualquier caso.
Aunque la disidencia mencionada anteriormente no supone una amenaza inminente para el establishment, sigue demostrando que la élite está perdiendo apoyo entre el pueblo en cuyo nombre gobierna oficialmente. Esto les ha provocado pánico, quizás por el miedo a que la AfD algún día obtenga suficiente apoyo entre la población para romper el «muro de fuego» (¿con la ayuda de Estados Unidos tras bambalinas?), lo que contextualiza así su último ataque exagerado contra ellos.
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*Andrew Korybko es analista político, periodista y colaborador habitual de varias revistas en línea, así como miembro del consejo de expertos del Instituto de Estudios y Predicciones Estratégicas de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Ha publicado varios trabajos en el campo de las guerras híbridas, entre ellos “Guerras híbridas: el enfoque adaptativo indirecto para el cambio de régimen” y “La ley de la guerra híbrida: el hemisferio oriental”.
BLOG DEL AUTOR: Andrew Korybko
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