La UE se hundiría en una recesión total si cumpliera, pero eso podría ser lo que Trump quiere para llevar a la quiebra a sus empresas y así dar a las estadounidenses una mayor ventaja en el mercado de la UE recientemente libre de aranceles.
Trump propuso en una publicación en redes sociales el fin de semana que la OTAN dejara de comprar petróleo ruso y comenzara a imponer aranceles a China del 50% al 100% como parte de su plan para poner fin rápidamente al conflicto en Ucrania . Prometió imponer «sanciones importantes a Rusia» si todos los miembros de la OTAN al menos cumplen con lo primero mencionado. Sin embargo, esta propuesta es poco realista, ya que la razón principal por la que algunos miembros de la OTAN continuaron comprando petróleo ruso (incluso indirectamente a través de la India ) fue controlar los precios globales y así evitar una recesión total.
Asimismo, imponer aranceles del 50-100% a China provocaría un aumento generalizado de los precios, que se agravaría con el dumping del petróleo ruso para asestar un duro golpe a la UE, aunque eso podría ser lo que Trump pretende para quebrar a las empresas europeas y, así, dar mayor ventaja a las estadounidenses. Cabe destacar que los observadores no deben olvidar que la UE se subordinó como el mayor estado vasallo de la historia de EE. UU. mediante su desigual acuerdo comercial del verano, por lo que manipularla para que entre en recesión favorecería aún más los intereses estadounidenses.
Lo mismo ocurre con el reciente informe que indica que Trump también quiere que la UE imponga aranceles del 100% a la India . Si bien él y Modi intercambiaron saludos en redes sociales esa misma semana, confirmando que las negociaciones comerciales siguen en curso, Estados Unidos aún tiene interés en subordinar a la India. Descarrilar su ascenso como gran potencia , ya sea por estos medios o posiblemente intentando balcanizarla , ayudaría a perpetuar la hegemonía unipolar en declive de Estados Unidos por un tiempo más prolongado, e incluso podría revertir esta tendencia con el tiempo.
Sin embargo, Trump debería tener cuidado con lo que desea, ya que el hipotético cumplimiento de sus propuestas por parte de la UE con respecto a Rusia, India y China (RIC) podría ser contraproducente al acercar a los tres países. El incipiente acercamiento chino-indio , provocado inadvertidamente por la presión estadounidense sobre India, ya es un avance importante. Si a esto le sumamos el acuerdo sobre el gasoducto Power of Siberia 2, que Rusia acordó con China al margen de la Cumbre de la OCS , los procesos multipolares podrían acelerarse aún más pronto.
Sin embargo, no se puede dar por sentado que la UE aseste un golpe tan duro a su propia economía, con todas las consecuencias políticas que ello conlleva, como el malestar popular y la posible sustitución de su élite gobernante en las próximas elecciones. Trump sobreestimó la influencia de EE. UU. sobre la UE o quizás, cínicamente, espera que no implementen su propuesta y solo la compartió como una excusa para justificar cualquier posible decisión futura de distanciar a EE. UU. del conflicto.
Al mismo tiempo, se informa que considera el apoyo estadounidense a una zona de exclusión aérea impuesta por la UE sobre al menos una parte de Ucrania como una de las garantías de seguridad de Occidente , e incluso podría intentar convertir esto en un hecho consumado si belicistas como Lindsey Graham, que aún lo tienen bajo su control, se salen con la suya. Estas preocupaciones dificultan determinar con exactitud los motivos de Trump, por lo que no se puede descartar que pueda intensificar la participación estadounidense en el conflicto incluso si la UE no implementa su propuesta.
En resumen, existen tres escenarios plausibles: 1) la UE cumple, hundiendo su propia economía a cambio de que EE. UU. intensifique su participación en el conflicto; 2) la UE no cumple, pero EE. UU. intensifica la situación; y 3) la UE no cumple, y EE. UU. se distancia del conflicto con este pretexto. Por lo tanto, las próximas semanas aclararán la evolución de la política de Trump hacia el conflicto ucraniano en particular y el conflicto regional en general, mientras su equipo se esfuerza por reformular la gran estrategia euroasiática de EE. UU.
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*Andrew Korybko es analista político, periodista y colaborador habitual de varias revistas en línea, así como miembro del consejo de expertos del Instituto de Estudios y Predicciones Estratégicas de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Ha publicado varios trabajos en el campo de las guerras híbridas, entre ellos “Guerras híbridas: el enfoque adaptativo indirecto para el cambio de régimen” y “La ley de la guerra híbrida: el hemisferio oriental”.
BLOG DEL AUTOR: Andrew Korybko
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