Por: Ramón César González Ortiz *
“Ni los Yair Klein, ni los Rafail Eithan podrán decir cuál es la historia de la paz de Colombia. Desataron la masacre y el genocidio en Colombia… Algún día el ejército y el gobierno de Israel nos pedirán perdón por lo que hicieron sus hombres en nuestra tierra desatando el genocidio”.
Gustavo Petro.
Introducción.
Como vimos en la entrega anterior, la estrategia contrainsurgente de Israel, sobre países como México, ha consistido en ayudar y fomentar la militarización de la seguridad pública, tenor dentro del cual, ha promovido la venta de armas en unidades de élite, tanto militares como policiacas. Unidades que ellos mismos también han entrenado en estrategias que contemplan a la sociedad civil como enemiga.
Pero además de lo anterior, Israel, por otro lado, vía empresas privadas o por supuestos ex militares israelíes, se han dedicado a proporcionar armas y entrenamiento a grupos de narcoparamilitares en América Latina. Desatando así, la violencia que hemos venido padeciendo también en nuestro país.
Al respecto, cabe destacar la relación que tuvo Israel con las dictaduras del Plan Cóndor[i], siendo que, su relación no se limitaría sólo al respaldo político o la venta de armas, sino que incluiría también la formación de militares y paramilitares en tácticas contrainsurgentes.
Colaboración que, alcanzaría su mayor expresión en Colombia a partir de los años 80, amparados en la “guerra contra las drogas”[ii]. Y lo cual parece también ocurrió en México, en el estado de Chiapas, en 1994, luego del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Ya que, durante y después del levantamiento armado del EZLN, emergerían múltiples grupos de paramilitares y muchos de los cuales posteriormente se convertirían en narcoparamilitares. Siendo el caso más emblemático el de los Zetas.
Toda vez que, los Zetas habían recibido adiestramiento por parte del Estado mexicano durante su formación profesional militar cuando fueron parte del Grupo Aeromóviles de Fuerzas Especiales (GAFES). Así, recibieron cursos de Fuerzas Especiales en Israel, y en Estados Unidos el curso de Rangers, e incluso, entablaron relación con policías y militares colombianos vinculados en el adiestramiento de su organización[iii].
El entrenamiento israelí dado a los narcoparamilitares colombianos.
En diciembre de 1987, en Bogotá, Colombia, paramilitares en complicidad con algunos miembros de ejército, ganaderos y narcotraficantes, contratarían a Yair Klein, quien era un coronel de las Fuerzas de Defensa Israelí que supuestamente se había convertido en mercenario.
Contratándose a Yair Klein, con la finalidad de que impartiera cursos de sicariato a narcotraficantes y de ahí se reforzará la alianza de los narcos con el movimiento paramilitar que estaba surgiendo en Colombia.
Además, Klein, para dar forma al narcoparamilitarismo colombiano, se haría acompañar por personajes pertenecientes a los servicios secretos del Estado hebreo. Entre los que se encontrarían Abrahán Txadaka, ex comandante de las unidades de antiterrorismo de las fuerzas armadas de Tel Aviv; el teniente coronel Amatzia Shuaili, instructor de las tropas especiales guatemaltecas; Michael Harari, jefe de seguridad de la organización secreta Lakam, comprometida en el desarrollo de los programas israelitas, y el agente Arik Afek, que resultó implicado en la triangulación de armas y droga a favor de los contras nicaragüenses[iv].
Y, entre todos ellos, crearían los centros de entrenamiento, llamados por los paramilitares como “escuelas de formación”. Los primeros centros de entrenamiento más importantes serían conocidos como “‘Cero-Uno’ y ‘El Cincuenta’, ubicados respectivamente en kilómetro 9 de la vía Puerto Boyacá – El Zambito, y en la vía El Delirio – Ariza”[v].
Pero además de los primeros cursos, le seguirían otros en los que intervendrían también mercenarios ingleses. Al respecto, se sabe que, en enero de 1988 el traficante de armas David M. Eveleight había confesado que un grupo de ex miembros de los cuerpos secretos SAS (Special Army Services) de Inglaterra y del ejército israelí habían ofrecido sus servicios a mafiosos colombianos.
Resultando ser así que, entre todos, enseñarían a los narcoparamilitares a ejecutar atentados con granadas congeladas, la elaboración de cartas-bombas, ataques sorpresas, el uso de explosivos y de linternas infrarrojas, así como lineamientos de la doctrina fascista.
De ahí, a la clausura del primero de los cursos (conocido como “El cincuenta”) asistiría Rodríguez Gacha[vi], conocido como El Mexicano. Así como también asistirían los directivos de la Asociación Campesina de Agricultores y Ganaderos del Magdalena Medio (ACDEGAM).
En tanto que, un alumno destacado de dichas escuelas, sería Carlos Castaño, quien a partir de su entrenamiento fundaría las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), misma que llegaría a ser una de las organizaciones paramilitares más sanguinarias de la historia del país.
Pero más aún, Castaño, en los años 80 también habría estudiado en la Universidad de Jerusalén, donde recibiría instrucciones sobre estrategias urbanas, cómo matar, cómo detener un vehículo blindado o usar granadas.
De forma que, luego de las clases recibidas, al regresar a Colombia, Carlos Castaño[vii] primero montaría, junto con su hermano Fidel, el escuadrón de la muerte llamado, Los Tangueros, para luego dar forma a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Algunos de los primeros trabajos realizados por los narcoparamilitares colombianos.
Se tiene entendido que, en Colombia, Klein se contactaría con la Unión de Bananeros de Urabá (Uniban), y con la empresa de Seguridad de Colombia Atlas Ltda., para entrenar la “autodefensa de campesinos” ubicados en la región central del río Magdalena.
Y, poco después se uniría a los interesados Rodríguez Gacha, quien era uno de los principales capos del narcotráfico colombiano. De ahí, el desarrollo del proyecto narcoparamilitar quedaría exclusivamente a cargo de Rodríguez Gacha y sus aliados anticomunistas, civiles y militares.
Quienes unidos decidirían enviar al grupo de sicarios entrenados por Klein a Urabá, la región limítrofe con Panamá, utilizada para el tráfico ilegal de droga y de armas, riquísima en materiales preciosos, y adecuada por su exuberante naturaleza para cultivos intensivos.
Toda vez que, en aquella zona se había instalado a comienzos de los años sesenta la United Fruit con el propósito de dedicarse al cultivo del banano, convertido en el tercer producto de exportación de Colombia, después del café y del petróleo.
Y en dichas plantaciones, que comercializaban la fruta con las marcas Del Monte, Dole y Chiquita, se ocupaban en 1988 a casi 30.000 braceros, quienes eran obligados a trabajar hasta 70 horas semanales, sin seguros ni asistencia sanitaria, y viviendo con sus familias en tugurios sin luz, agua corriente, ni desagües.
A lo cual se le sumaba, el acaparamiento de tierras efectuado por las compañías bananeras, y por muchos políticos, generales y narcotraficantes. Lo que provocaba la expulsión de decenas de miles de campesinos y que a su vez favorecía la expansión de las FARC y del Ejército Popular de Liberación (EPL).
Hechos frente a los que, se recurrió a los recién entrenados narcoparamilitares, de forma que, los sindicalistas fueron asesinados uno tras otro, en los últimos seis meses de 1987 fueron muertos 39 dirigentes sindicalistas en la región, así como, cada huelga era precedida o seguida por decenas de funerales[viii].
Algunos efectos del narcoparamilitarismo colombiano.
De tal forma, las lecciones de Yair Klein le han costado a Colombia miles de muertos. Atribuyéndoseles tan solo a las Autodefensas Unidas más de 90.000 asesinatos y al día de hoy se siguen encontrando fosas comunes.
Y peor aún, la colaboración entre el Estado de Israel y el Estado Colombiano no termino, sino que, continúo a lo largo de varías décadas. En tal sentido, Iván Duque, continúo capacitando a militares colombianos mediante personal israelí.
De forma que, durante su administración, los asesinatos de líderes sociales en Colombia batieron récords. Sumándole a ello, que la represión de manifestantes contra la reforma tributaria de Iván Duque sería letal en muchas ocasiones y se hizo con material “de seguridad” brindado por Israel. Tales como, Rifles, drones, tecnologías de reconocimiento facial y vehículos blindados[ix].
Hechos que, parecen hoy estarse poniendo en entre dicho, gracias a la actual administración de Gustavo Petro.
Paramilitares en Chiapas: primera etapa del narcoparamilitarismo en México.
Uno de los procesos donde se daría una mayor paramilitarización en México, sería a partir de la respuesta del gobierno de Salinas de Gortari al levantamiento zapatista. Siendo que, dicha respuesta consistiría en enviar miles de tropas a la región, y desplegar ataques aéreos y terrestres. Acciones que, también incluirían el uso de grupos de élite como eran los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes), formados entre 1988 y 1994 para modernizar al Ejército Mexicano.
Toda vez que, los Gafes, habían sido entrenados en países como Israel y los Estados Unidos, donde adquirieron conocimientos de contrainsurgencia, y de ahí, en 1994 a los Gafes les sería asignada la misión de dar un golpe quirúrgico contra los zapatistas. Y dentro de la misma lógica, años más tarde, Arturo Guzmán Decena, Arturo Lazcano Lazcano y otros miembros de los Gafes, fundarían el sanguinario grupo narcoparamilitar de Los Zetas[x].
Puesto que, la creación de los Zetas, sería un hecho consecuente con la formación de paramilitares que se daría en Chiapas entre marzo y abril de 1995 cuando se reinició el diálogo entre el EZLN y el gobierno y se promulga la Ley de Concordia y Pacificación para una Paz Justa y Digna en Chiapas[xi].
Siendo que, dicha Ley tendría como uno de sus objetivos reducir las intervenciones directas del ejército y privilegiar las acciones paramilitares, las cuales tendrían como principal objetivo mantener el statu quo y las relaciones de producción dominantes.
Escenario dentro del cual, el paramilitarismo como política de Estado respondería a la necesidad de mantener, por vías clandestinas, las relaciones de producción dominantes frente a la posibilidad de crisis sociales impulsadas por las contradicciones sociales, económicas y políticas del patrón de reproducción vigente.
Así, el paramilitarismo en Chiapas se convertiría en una herramienta vital del gobierno en su estrategia contrainsurgente, que luego se extendería al resto del país, incluida la Ciudad de México, pero vía los narcoparamilitares.
El proceso de narcoparamilitarización en México.
Acorde con lo arriba descrito, los grupos paramilitares en Chiapas, se formaron como la primera etapa e instrumento principal para defender las tierras de los grandes propietarios ganaderos y de los inversionistas agroindustriales. Así como para asegurar el control gubernamental de los territorios contemplados en los programas ligados a la agroexportación, la biotecnología y el ecoturismo[xii].
De forma que, mediante las acciones paramilitares se buscó impedir el proceso de recuperación de tierras, la consolidación de formas de organización y gobierno propios en las comunidades indígenas y la construcción de autonomías en los municipios rebeldes, a través de la imposición del miedo y el terror que tienden a inmovilizar a las personas y a degradar los lazos que articulan la vida comunitaria.
Toda vez que, los paramilitares se dedicarían a realizar asesinatos, en emboscadas, apropiación violenta de la tierra por medio de desalojos, robo de ganado, desplazamientos forzados de grupos políticos considerados enemigos, amenazas, secuestro, tortura, ejecución extrajudicial, detenciones sin orden de aprehensión, privaciones ilegales de la libertad, quema de casas y coches, control riguroso de los caminos por medio de retenes con conocimiento de las autoridades estatales y del ejército (recurso eficaz para controlar la circulación de periodista y así mantener el cerco mediático) así como patrullajes armados y desahucios en conjunto con las fuerzas de seguridad pública.
Métodos mediante los cuales, entre 1995 y 2001 serían desaparecidas y ejecutadas 122 personas por parte de grupos paramilitares, de las víctimas 37 fueron desapariciones forzadas (31 hombres y 5 mujeres) y 86 fueron ejecutadas (79 hombres y 7 mujeres)[xiii].
Pero más aún, entre 2000 y 2009, dicho proceso de narcoparamilitarismo se replicaría en estados de la república como Chihuahua, Zacatecas, Tamaulipas y Nuevo León. En esta última entidad sería el propio alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, el que ventiló la operación de grupos a los que identificó como “Los Rudos”, supuestamente contratados para frenar a los narcoparamilitares.
La formación de los narcoparamilitares.
A partir de 2006, durante el mandato de Felipe Calderón, la estrategia paramilitar impulsada por Carlos Salinas y Ernesto Zedillo en el estado de Chiapas, se readecuaría mediante la guerra contra el narcotráfico, para dar paso a los narcoparamilitares. Igual y como se había hecho en Colombia con el entrenamiento paramilitar dado por fuerzas israelíes.
Para tal efecto, en primera instancia se crearía el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) en 1990 con el supuesto propósito de realizar operaciones antinarcóticos en la frontera México/EE.UU. Estando a cargo de su entrenamiento las Fuerzas Especiales de EE.UU. en las Escuela de las Américas, en Ford Bennign (Georgia-Alabama); así como de la Unidad de Reconocimiento del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Israelí, conocido como Sayeret Matkal, especializados en lo que ellos llaman “operaciones antiterroristas”, pero que sin embargo destacan por ser contrainsurgentes.
Así, en 1994, cuando se produce el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), varias unidades del GAFE entrarían en acción mediante la “operación arcoíris”. Y con la amenaza de la insurgencia, las unidades GAFE se expandirían hacia las 40 zonas militares del país, realizando operativos de contrainsurgencia, encubiertos bajo operativos antinarcóticos y de intervención y rescate de población civil.
Acciones mediante las cuales, para 1997 las fuerzas especiales mexicanas habrían de consolidar su presencia en todos los estados del país. Esfuerzos dentro de los que, para fortalecer e incrementar los recursos logísticos, de armamento y de transporte. Se unirían las tres fuerzas: Marina, Aérea y Militar, como un comando conjunto.
Tendencia contrainsurgente que, continuaría en el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) mediante el desarrollo de la Policía Federal Preventiva, tras proponer una política federal contra la criminalidad. Proceso que continuaría con el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012)[xiv].
Pero, unido a toda la plataforma contrainsurgente anterior, y para reforzarla, en diciembre de 1998 iniciaría sus operaciones el grupo narcoparamilitar de los «Los Zetas».
Luego de que, Heriberto Lazcano Lazcano, líder de Los Zetas, junto con otros gafes, como Arturo Guzmán Decena, pasarán a fortalecer al grupo narcoparamilitar del Cartel de Golfo (Tamaulipas, México). A partir de que, «Los Zetas» estarían integrados por un grupo de comandos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del ejército mexicano (GAFE, hoy conocido como Fuerza Especial de Reacción, FER).
Y, toda vez que, Lazcano, recibió entrenamiento en Operaciones de Intervención, Contraterrorismo, Francotirador, Protección de Funcionarios, Seguridad Integral y Guerra Anfibia, así como recibió entrenamiento especial como parte del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales en Estados Unidos e Israel.
Además, tenía especialidad en tareas de inteligencia y contrainteligencia, adiestramiento de combate en jungla, submarino, montaña, alta montaña, desierto y urbano. Estaba capacitado para actuar en vehículos aéreos, acuáticos y terrestres de asalto. Aprendió a utilizar diferentes armas antitanques, explosivos, fusiles de combate y precisión, subfusiles y lanzagranadas.
Y añadiéndole a ello que, su primera misión de importancia como GAFE fue en 1994, cuando fue enviado a la zona insurgente indígena de Chiapas, en la frontera sur de México. Después fue desplegado a la frontera norte del país como parte de un supuesto programa de refuerzo al combate del narcotráfico autorizado por el entonces presidente Ernesto Zedillo[xv].
Así, Lazcano mediante la creación del grupo narcoparamilitar de los Zetas, reforzaría la estrategia contrainsurgente en nuestro país. Al desatar una violencia extrema, por un lado, mientras que por el otro ayudo a que se justificará la militarización tanto del Estado como de otros grupos de narcoparamilitares. Y con todo lo cual resultarían beneficiados empresas de Israel y Estados Unidos al vender sus armas en dichos conflictos.
Además de que, dicha escuela contrainsurgente promovida desde Israel y Estados Unidos en México, perdura en grupos de narcoparamilitares como los Caballeros Templarios. Siendo que, la formación de sus líderes, sicarios y operadores se ha señalado, ha sido similar a la que obtuvieron los miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes).
Al respecto, se sabe que, el grupo narcoparamilitar de los Caballeros Templarios surgió a su vez, de otro grupo narcoparamilitar conocido como La Familia Michoacana en mayo de 2006. Y, algunos de sus miembros recibieron entrenamiento militar y capacitación en operaciones especiales que incluyen la lucha contrainsurgente, por parte de los gobiernos de Estados Unidos, Israel y Egipto, cuando eran parte de las Fuerzas Armadas.
Sumándole a lo anterior que, los cabecillas, sicarios, operadores financieros, halcones y escoltas del grupo narcoparamilitar de los Caballeros Templarios, poseen ametralladoras M-16, fusiles MGL, ametralladoras M249, calibre 5.56, las cuales fueron usadas por primera vez por elementos del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) en 1994, en Chiapas, en contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional[xvi].
Bibliografía.
MAESTRÍA EN CIENCIA POLÍTICA. “NORMALIZACIÓN DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN EN MÉXICO 2006-2018: LEGALIZACIÓN DE POLÍTICAS VIOLATORIAS DE DERECHOS EN EL PERIODO NEOLIBERAL”. TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN CIENCIA POLÍTICA PRESENTA: JANETH YANEZ VELÁZQUEZ. CIUDAD DE ZACATECAS, ZAC., JULIO DEL 2020
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Maestría en Estudios Culturales Bogotá, D. C. “Por acá se entra pero no se sale”. Análisis de los Centros de Entrenamiento Paramilitar. Por: David Antonio Navarro Camacho. 2015
Rebelión. Israel en Colombia (II y última). Por José Steinsleger | 21/03/2008
Diario Red. Petro denuncia que Israel entrenó a terroristas paramilitares colombianos. Por: Inna Afinogenova. 18/10/23
Contralínea. Caballeros Templarios, entrenados por Estados Unidos, Egipto e Israel. Por: José Réyez. Septiembre 28, 2014.
Córdova-Alarcón, Luis. Militares, mercenarios y narcos. Documento de Discusión. Quito, Ecuador: Orden, Conflicto y Violencia – Programa de Investigación de la Universidad Central del Ecuador, febrero 2023. Disponible en PDF: https://ordenconflictoyviolencia.org/documentosdd/
El Sol de México. Ni autodefensas ni paramilitares, son las Defensas Rurales de San Luis Potosí. Por: Bertha Escalante. Martes, 18 de junio de 2019.
Rebelión. Relaciones peligrosas: los pecados de Israel en América Latina. Por Lautaro Rivara | 19/03/2024
Jacobin. Cómo Israel facilitó el genocidio guatemalteco. Por: Mark Lewis Taylor. 04.07.2024
UNAM. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Investigaciones Filosóficas. “Las marcas de la violencia en los imaginarios políticos de la guerra contra el narcotráfico”. Tesis para optar por el grado de: Doctorado en Filosofía. Presenta: Víctor Eduardo Sánchez Luque. 2024.
[i] Rebelión. Relaciones peligrosas: los pecados de Israel en América Latina. Por Lautaro Rivara | 19/03/2024
[ii] Rebelión. Relaciones peligrosas: los pecados de Israel en América Latina. Por Lautaro Rivara | 19/03/2024
[iii] Contralínea. “Ejércitos privados”, la amenaza a la “Cuarta Transformación”. Por: José Reyes. Diciembre 10, 2018.
[iv] Klein se sentía tan seguro de sí mismo que permitió al ex teniente Óscar Echandía, coordinador de los cursos a cuenta de Acdegam, filmar un video de promoción para la Spearhead en Colombia. La cámara no grabó a los patrocinadores de la escuela de sicariato, lógicamente, sino solamente a Klein y Shuali, y a sus alumnos.
Colección Textos de aquí y ahora. 1ª Edición: ILSA. Bogotá, Colombia, 2005. El sistema del pájaro: Colombia, paramilitarismo y conflicto. Por: Guido Piccoli
[v] Precisamente, fue en el centro de entrenamiento El Cincuenta que el Mercenario israelí Yair Klein realizó tres cursos de entrenamiento militar, posiblemente en los meses de febrero, mayo y octubre del año 1988. Cada entrenamiento tuvo una duración de tres semanas y por cada uno el israelí recibió la suma de 75.000 dólares como lo ha señalado el propio Yair Klein en un reciente libro de Olga Behar y Carolina Ardila titulado “El caso Klein. El origen del paramilitarismo en Colombia”.
Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas Maestría en Estudios Culturales Bogotá, D. C. “Por acá se entra pero no se sale”. Análisis de los Centros de Entrenamiento Paramilitar. Por: David Antonio Navarro Camacho. 2015
[vi] Cuando Rodríguez Gacha, conocido como El Mexicano pagó gran parte de los 800.000 dólares estipulados por los cursos a cargo de Yair Klein y los instructores de la sociedad Spearhead. Dotó a sus alumnos de uniformes del ejército de Tel Aviv, y fusiles ametralladoras Galil y Uzi, provistas de miras telescópicas, les impuso una disciplina de hierro. Al concluir la exhibición de febrero, los treinta sicarios diplomados cantaron el himno de la Asociación Campesina de Agricultores y Ganaderos del Magdalena Medio (Acdegam): “Un día fuimos comunistas/ obligados a luchar/ por doctrinas que llegaron/ y están contra la paz. Nuestro lema es defender/ nuestros hijos, nuestros bienes/ nuestras tierras/ y lo vamos a lograr”. Después hicieron disparos al aire gritando: “¡muerte a los comunistas, muerte a las FARC!”
La limpieza política era financiada a pleno día en el Magdalena Medio por la Texaco, que pagaba a los batallones que actuaban en la zona, gracias a la legalización de los acuerdos privados entre las multinacionales y el ejército colombiano. Para extenderse a otras regiones necesitaba, sin embargo, capitales enormes, como los de Escobar y Rodríguez Gacha. Los hermanos Pérez, que pertenecían a los latifundistas más aguerridos de la zona, dijeron a sus hombres: “muchachos, vamos a trabajar un poco para la mafia”.
[vii] Lo describió en su autobiografía, ‘Mi Confesión’.
[viii] Colección Textos de aquí y ahora. 1ª Edición: ILSA. Bogotá, Colombia, 2005. El sistema del pájaro: Colombia, paramilitarismo y conflicto. Por: Guido Piccoli
[ix] Diario Red. Petro denuncia que Israel entrenó a terroristas paramilitares colombianos. Por: Inna Afinogenova. 18/10/23
[x] La Jornada. Chiapas hoy. Por: Raúl Romero. 10 de diciembre de 2024
[xi] La asistencia militar y los objetivos de ésta quedan más que claros con el documento Plan de Campaña Chiapas 94. Este documento detalla puntualmente la estrategia contrainsurgente diseñada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que tenía como objetivo político «alcanzar y mantener la paz» mediante la destrucción de la estructura política del EZLN y el aislamiento de sus bases de apoyo en la lógica contrainsurgente de cortarle el agua al pez.
Dentro de la estrategia uno de los puntos importantes es la relación de los militares con grupos civiles, el documento señala que parte de las operaciones cotidianas del ejército es el «asesoramiento de autodefensas y su organización». De forma más puntual el documento señala como parte de las tareas: «Organizar secretamente a ciertos sectores de la población civil, entre otros, a ganaderos, pequeños propietarios e individuos caracterizados con un alto sentido patriótico, quienes serán empleados a órdenes en apoyo de nuestras operaciones». El objetivo de organizar grupos civiles armados para asistir los objetivos del ejército es que en la fase final de la ofensiva haya: «la capacidad de las autoridades locales de llevar a cabo operaciones autónomas de defensa contra ataques aislados de los trasgresores». Es pocas palabras, que el ejército se involucre lo menos posible en los enfrentamientos armados dejándolos a cargo de los grupos civiles organizados por ellos.
El papel del ejército en la formación de grupos paramilitares es también evidente en el apartado H del documento:
Este anexo describe actividades del ejército en el adiestramiento y apoyo de las fuerzas de autodefensa u otras organizaciones paramilitares, lo cual puede ser el principio fundamental de la movilización para las operaciones militares y de desarrollo. Incluye además el asesoramiento y ayuda que se presta a otras dependencias del gobierno y a funcionarios gubernamentales locales, municipales, estatales y federales. En caso de no existir fuerzas de autodefensa es necesario crearlas.
Polít. cult. no.44 México sep. 2015. El paramilitarismo en Chiapas. Respuesta del poder contra la sociedad organizada. Por: Adrián Galindo de Pablo
[xii] El paramilitarismo en Chiapas, al igual que otras experiencias del mismo fenómeno en el continente, se constituyó a partir de una alianza de clase, es decir, se unificaron como un compacto bloque distintos sectores de la sociedad que percibían al EZLN y al pueblo organizado como una amenaza. La organización de este compacto bloque de clase fue tutelada por el ejército, a pesar de esto, en Chiapas la relación entre militares y paramilitares se vio de alguna manera diluida por la alianza que le dio vida, ya que fue a estos otros grupos a los que se les encargo de forma directa las tareas de contrainsurgencia.
Esta alianza estaba constituida por caciques locales, asociaciones ganaderas, funcionarios municipales, estatales y federales (principalmente afiliados al Partido Revolucionario Institucional -PRI) y fuerzas de seguridad pública municipal y estatal. Esta alianza fue la que organizó, coordinó y financió a los grupos paramilitares, asistidos por la inteligencia militar.
Polít. cult. no.44 México sep. 2015. El paramilitarismo en Chiapas. Respuesta del poder contra la sociedad organizada. Por: Adrián Galindo de Pablo
[xiii] Entre 1995 y 2001 operaron en Chiapas 19 organizaciones de corte paramilitar, con la consigna de minar la actuación del EZLN. Grupos como Paz y Justicia, Los Chinchulines, Máscara Roja, Alianza San Bartolomé de los Llanos, Mira, Los Degolladores y Tomás Munzer, protagonizaron cruentos homicidios, lesiones, emboscadas, desapariciones y el desplazamiento de miles de personas, particularmente simpatizantes del EZLN. El ataque más sanguinario fue, precisamente la masacre de Acteal.
Organizaciones internacionales como Global Exchange determinaron que la presencia de paramilitares en Chiapas estaba plenamente comprobada desde 1995, sin embargo, entonces, como ocurre ahora, la respuesta del Ejecutivo fue la negación oficial, con la que prácticamente le dio carta blanca a esas organizaciones, cuyo nivel de ataques fue en incremento. Basta leer la relatoría de hechos que precedieron a la matanza de Acteal, integrada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la Recomendación 1/98, para deducir que aquella fue un exterminio sobradamente advertido.
Revista Contralínea, 256. Paramilitares, la tercera generación del crimen. Por: Ana Lilia Pérez. 23 de octubre de 2011.
[xiv] Con la entrada en vigor del TLCAN en 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en contra del gobierno. Durante el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), y como respuesta al movimiento, varias unidades fueron enviadas para suprimir el levantamiento en Chiapas con la denominada Operación Arcoíris.
Los primeros esfuerzos por militarizar la seguridad pública se concretaron con la creación del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) y en el año 1994 con la creación de la Compañía de Fuerzas Especiales del I Cuerpo del Ejército. Desde ese entonces, la relación con EE. UU. se hace activa en el territorio mexicano, debido a que se recibía armamento militar, equipo aéreo, capacitación y entrenamiento de militares mexicanos especializado en contrainsurgencia e inteligencia militar.
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS “FRANCISCO GARCÍA SALINAS” UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIA POLÍTICA PROGRAMA DE MAESTRÍA EN CIENCIA POLÍTICA. “NORMALIZACIÓN DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN EN MÉXICO 2006-2018: LEGALIZACIÓN DE POLÍTICAS VIOLATORIAS DE DERECHOS EN EL PERIODO NEOLIBERAL”. TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN CIENCIA POLÍTICA PRESENTA: JANETH YANEZ VELÁZQUEZ. CIUDAD DE ZACATECAS, ZAC., JULIO DEL 2020
[xv] Enlace Judío. Según diario de Oaxaca, el Lazca recibió entrenamiento militar en Israel y EU. 15 de octubre 2012
[xvi] Poseen armas del uso exclusivo de las Fuerzas Especiales que ninguna otra unidad militar posee, como las pistolas HKP-7 y los fusiles G-3 a los que se les puede incorporar granadas .
Se trata de un cuerpo de elite que incluso cuenta con un tipo de armas a las que no tienen acceso los militares mexicanos. Un expediente abierto en la PGR –al que Contralínea tuvo acceso– da cuenta de la historia y estructura de La Familia Michoacana y los Caballeros Templarios. Martín Rosales Magaña y el testigo protegido Emilio, dos de los fundadores de esas organizaciones delictivas, revelan en sus respectivas declaraciones ministeriales de 2011 la composición de ambos cárteles de la droga
Contralínea. Caballeros Templarios, entrenados por Estados Unidos, Egipto e Israel. Por: José Réyez. Septiembre 28, 2014.
Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la UNAM.
♦♦♦

*Ramón César González Ortiz.Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la UNAM.
BLOG DEL AUTOR: Ramón César González Ortiz
Siguenos en X …@PBolivariana
https://t.me/bolivarianapress
https://www.threads.com/@pbolivariana
https://www.instagram.com/pbolivariana/
pbolivariana@gmail.com
