Andrew Korybko*

Esto podría presagiar el colapso del proceso de paz y la consiguiente intensificación de su guerra por poderes.

Los últimos comentarios de Trump y Vance sobre las conversaciones de su país con Rusia muestran que la postura negociadora de Estados Unidos se ha endurecido. El primero se hizo eco de Zelenski al pedir un alto el fuego incondicional de 30 días y amenazó con imponer sanciones si se violaba, lo que siguió a que el segundo revelara que la exigencia de Rusia de que Ucrania se retire de la totalidad de las regiones en disputa es » pedir demasiado «. En conjunto, confirman la creciente impaciencia de Estados Unidos con el proceso de paz, que comenzó a finales de marzo.

En aquel entonces, Trump amenazó con imponer sanciones secundarias de estricto cumplimiento contra quienes compraran petróleo ruso si determinaba que este era responsable del posible fracaso de las conversaciones de paz. Un mes después, especuló que Putin «solo me estaba dando un toque», momento en el que reafirmó la mencionada amenaza de sanciones. Poco después, Estados Unidos y Ucrania firmaron su tan esperado acuerdo sobre minerales, que, como bien predijo este análisis, sería seguido por más paquetes de armas estadounidenses .

Aunque se planeó con mucha antelación a los acontecimientos mencionados, la última reunión de Putin con Xi en Moscú probablemente representó la respuesta de Rusia, dado que él y su homólogo chino pasaron la friolera de siete horas conversando. Justo antes de la reunión, se previó que « Putin y Xi podrían negociar un gran acuerdo que entraría en vigor si fracasan las conversaciones con Ucrania », lo que parece haber sido exactamente lo que ocurrió y podría haber provocado la última publicación de Trump.

Estados Unidos ya sabe que Rusia se opone a un alto el fuego incondicional de 30 días porque teme, con razón, que, según el precedente de ceses del fuego previos durante la era de los Acuerdos de Minsk, esto se aproveche para dar tiempo a Ucrania para rotar sus tropas y rearmarse antes de reiniciar las hostilidades. También es importante que Rusia obtenga el control total de la totalidad de las regiones en disputa como parte de un acuerdo de paz para incorporar y desnazificar plenamente los territorios que ahora considera legalmente suyos.

Los comentarios de Vance dejan claro que Estados Unidos considera que esto es pedir demasiado y, por lo tanto, no obligará a Ucrania a retirarse. Esto sugiere que el posterior llamado de Trump a un alto el fuego incondicional de 30 días busca congelar indefinidamente la Línea de Contacto, contra la voluntad de Rusia. La amenaza de imponer sanciones secundarias de estricto cumplimiento por incumplimiento, presumiblemente contra quienes compran petróleo ruso, busca presionar simultáneamente a Putin y a los principales clientes petroleros de su país.

En relación con esto, la revelación de Trump de que, en su última llamada con Erdogan, discutió esfuerzos conjuntos para poner fin al conflicto ucraniano, y su reciente comentario sobre cómo «creo que es natural pedir» ayuda a China en este asunto, sugiere que prevé que Erdogan y Xi presionarán a Putin. Se verían incentivados a hacerlo por temor a que Estados Unidos aplique las sanciones secundarias con las que Trump amenazó a sus países si se niegan o fracasan tras intentarlo. Modi también podría verse involucrado en esto, ya que India es otro importante cliente petrolero de Rusia.

A menos que se produzca un avance significativo, como que Rusia aplaste la Línea de Contacto o ceda a congelarla a cambio de algo significativo de EE. UU. (del que el público podría no estar al tanto), esta secuencia de acontecimientos sugiere que el proceso de paz podría colapsar pronto. EE. UU. se prepara para ese escenario señalando por qué podría suceder desde su perspectiva e insinuando qué hará en ese caso (es decir, más sanciones antirrusas y armas para Ucrania), por lo que su guerra indirecta con Rusia podría intensificarse pronto.

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*Andrew Korybko es analista político, periodista y colaborador habitual de varias revistas en línea, así como miembro del consejo de expertos del Instituto de Estudios y Predicciones Estratégicas de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Ha publicado varios trabajos en el campo de las guerras híbridas, entre ellos “Guerras híbridas: el enfoque adaptativo indirecto para el cambio de régimen” y “La ley de la guerra híbrida: el hemisferio oriental”.-BLOG DEL AUTOR: Andrew Korybko // Siguenos en X …@PBolivariana