Por: Ramón César González Ortiz.

Introducción.

La República Popular China (RPC), se ha convertido en una preocupación para los Estados Unidos, preocupación que aumentaría ante la crisis del 2008 y la pandemia del Covid-19, puesto que dichos factores aceleraron la posición de China en el centro de la disputa por la hegemonía mundial.

Así, la Administración Trump modificó el enfoque que se tenía del país asiático. Pasando China de ser un “competidor estratégico”, ha ser considera como el principal enemigo de los Estados Unidos.

En el mismo sentido, la presencia China en América Latina, considerada hasta no hace muchos años inofensiva, o incluso beneficiosa, ha pasado a ser percibida como una amenaza desde la Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense de 2017[i].

Escenario dentro del cual, el Mar de China en su conjunto, se ha convirtiendo en el principal polo económico mundial, y dentro de tal mar, cobra suma importancia estratégica, la República de China-Taiwán (ROC), al formar parte del Asia-Pacífico.

Toda vez que, la estrategia de la RPC a largo plazo tiene como objetivo recuperar los territorios perdidos durante el llamado “siglo de la humillación nacional” (1839-1949)[ii].

Y en ese contexto, Taiwán, juega un papel indispensable para la reincorporación al territorio chino[iii], puesto que, con tan sólo tomar Taiwán, considerada por la ONU una isla inherente a China, Pekín ya tendría acceso al Pacífico, como también una cabeza de puente para poder tener dominio sobre su mar circundante.

No obstante, países como Estados Unidos y Japón se han venido oponiendo a tales pretensiones, por lo que, han trazado una línea que va desde Japón hasta Australia, con la intensión de imposibilitar el libre acceso de China al Pacífico[iv].

Lógica a partir de la cual, tanto el ex presidente Joe Biden, como el actual mandatario Donald Trump, han asumido que Taiwán es un factor importante en su contienda ideológica, geoestratégica y política, contra China[v].

Japón y Taiwán: históricas bases de los Estados Unidos, contra el pueblo chino.

Después de la segunda guerra mundial, gracias a la lucha y a los sacrificios de los pueblos de la China y de la URSS, se desharía el poderío del imperialismo japonés en China, mientras que, en otras zonas el imperialismo quedaría debilitado.

En respuesta a ello, el Gobierno de los Estados Unidos, intentaría asegurarse el dominio sobre China, mediante la guerra contra el comunismo.

Así, tras la Ocupación Aliada de Japón, entre 1945 y 1952, el tono y el estilo de la ocupación serían establecidos por el general Douglas Mac Arthur, al ser el comandante Supremo de las Potencias Aliadas.

De ahí, Mac Arthur, establecería un sistema parlamentario de gobierno japonés, mediante el cual la posición del Emperador sería cambiada, hasta quedar sólo como un «Símbolo del Estado y de la unidad del pueblo«. A la vez que, el Pentágono, utilizaría a Japón como base en su guerra contra China.

Luego entonces, los Estados Unidos, adoptarían una política de intervención declarada en los asuntos internos de China. Usando para ello, a la camarilla reaccionaria del Kuomintang, que estaba a cargo de Chiang Kai-shek, para desencadenar una sangrienta guerra civil entre el pueblo chino.

Y, después de que Chiang Kai-shek fuera derrotado en la misma guerra civil china, Truman, enviaría a Taiwán a Douglas MacArthur, con la finalidad de celebrar conversaciones secretas con Chiang Kai-shek, para adoptar medidas concretas que habrían de adaptarse para utilizar a Taiwán como base desde la cual se haría la guerra contra el pueblo chino[vi].

Para tales fines, los Estados Unidos, en Japón, dejaría intactas todas las tropas fascistas y las instalaciones militares. Mientras que, en cuanto a las fuerzas terrestres, el Grupo Consultivo Militar Conjunto de los Estados Unidos (Joint Military Advisory Group) enviaría a Taiwán un número importante de oficiales en servicio activo, para prestar servicio permanente en la isla.

Configurándose así, un plan de guerra que fue preparado conjuntamente por los Estados Unidos y Chiang Kai-shek, y dentro del cual, el personal militar estuvo encargado de organizar, equipar y entrenar a lo que sería nombrado como «el nuevo ejército» del Kuomintang, y que serviría para atacar al pueblo chino. De tal forma, los Estados Unidos, convirtieron a Taiwán en una base militar de los Estados Unidos. Lógica dentro de la cual, incluso MacArthur llegó a plantear el recurso al armamento nuclear para acabar con la amenaza china.

Asimismo, en el terreno económico, el Gobierno y ciertos monopolios de los Estados Unidos, como Westinghouse Electric Company, Reynolds Metal Company, American Express Company, entre otros, realizarían varias artimañas, para dominar las principales industrias de Taiwán, es decir, las de energía eléctrica, aluminio, cemento, abonos, etc.; así como la vida económica de Taiwán[vii].

[i] Las naciones latinoamericanas tienen poco peso específico en el intercambio comercial con China, algo que resulta importante considerar cuando se toma cada país de manera individual. El único país que tiene un peso relevante en el comercio con China es Brasil, los demás países latinoamericanos no son determinantes de manera aislada, pero sí en  conjunto y por diversidad de exportaciones.

Entre los años 2000 a 2018, se centralizo el comercio de China con América Latina en materias primas (60%), servicios (31%) y manufactura (9%). Concentración que también se dio en los países receptores: de 2000 a 2019, Brasil atrajo U$S 48.701 millones, Perú U$S 24.655 millones, Chile U$S 14.900 millones, Argentina U$S 12.884 y México U$S 7.924 millones. Entre los años 2015 y 2019 la inversión directa de China en América Latina sufrió una transformación. El rubro de infraestructura alcanzó el 40% del total y aumentó en una miscelánea de áreas, principalmente a costa de la minería.

Rebelión. Latinoamérica el vector de la guerra EE.UU.-China. Por: Alejandro Marcó del Pont | 23/03/2021.

[ii] Se remonta a las llamadas Guerras del Opio, realizadas por Gran Bretaña y Francia, contra China, a mediados del s. XIX, y que se extendió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.

Dicha centuria se caracterizó por las injerencias extranjeras (principalmente por vía marítima), en la política interna china, el PCCh, desde su llegada al poder, ha hecho todo lo posible por remediar o revertir dicha situación.

La isla de Taiwán y el resto de islas del Mar de China, fueron pérdidas, a causa de la vorágine imperialista de Europa y Japón.

China y la importancia geopolítica de dominar el mar circundante. Autor: Luis M. Lalinde. PDF.

[iii] Existen precedentes históricos de dichos procesos, como la reintegración relativamente exitosa de Hong Kong (1997) y Macao (1999).

La RPC no ha descartado la posibilidad de recuperar a Taiwán de manera militar. Uno de sus objetivos centrales es que, para 2049 (año del centenario de la RPC), se logre de cualquier manera la “reunificación completa de China”.

NÚM. 30 (2021): URVIO. REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS DE SEGURIDAD (MAYO-AGOSTO). La relación triangular entre China, Taiwán y Estados Unidos en el periodo 2008-2018. Por: Carolina Ramírez-Carvajal. DOI: https://doi.org/10.17141/urvio.30.2021.4780

[iv] China y la importancia geopolítica de dominar el mar circundante. Autor: Luis M. Lalinde. PDF.

[v] El almirante Philip Davidson, ha justificado lo colocación de misiles de precisión en Asia oriental a lo largo de la primera cadena de islas, que también incluye a Taiwán, alegando la necesidad de contrarrestar el avance de China, situando en 2026 el momento en que podría cambiar el equilibrio de poder en la región del Indo-Pacífico si EEUU no actúa con prontitud y decisión Rebelión. Belicosidad al alza en el Estrecho de Taiwán. Por: Xulio Ríos | 12/03/2021.

[vi] El reclamo de soberanía de la República Popular China sobre Taiwán se remonta a 1949 cuando, tras perder la Guerra Civil china frente a los comunistas de Mao Zedong, el nacionalista Chiang Kai-shek y sus seguidores del Kuomintang se refugiaron en la isla para mantener con vida la República de China. Durante más de dos décadas, mantuvo una tensa vecindad con la recién nacida República Popular China, con Pekín llamando a la ‘liberación’ de Taiwán y Taipéi insistiendo en la ‘recuperación’ del área continental con la ayuda de Estados Unidos. Ambos aseguraban representar a la verdadera China.

El general de cinco estrellas Douglas MacArthur —comandante supremo de las fuerzas aliadas en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial y el militar más condecorado de la historia estadounidense— definió entonces a Taiwán como «el portaaviones insumergible» de Estados Unidos en Asia.

El Confidencial. EL TRIÁNGULO ENTRE CHINA, TAIWÁN Y EEUU. Los 180 kilómetros de agua más peligrosos del planeta: aquí nos jugamos la paz mundial. Por: A. Ruíz. Pekín. 09/04/2021

[vii] En ese período los Estados Unidos fueron paulatinamente instalando bases aéreas y radioestaciones de enlace, en Japón. Además, construyeron otras instalaciones en los campos de aviación de Taipei, Sungsan, Taichung, Tainan y Hsinchu.

Y, para poder dominar a Taiwán, el Gobierno de los Estados Unidos, instigo un movimiento separatista de Taiwán, así como se atrevió a declarar francamente que si el pueblo de Taiwán quería escapar al Gobierno de la China, los Estados Unidos estaban dispuestos a ayudarle.

El levantamiento de los chinos de Taiwán, el 27 de febrero de 1947, demostró ante el mundo que jamás aceptarán la dominación del imperialismo de los Estados Unidos, como tampoco aceptaron la dominación del imperialismo japonés.

NACIONES UNIDAS. CONSEJO DE SEGURIDAD ACTAS OFICIALES QUINTO ANO 509a. A 530a. SESIONES 9 DE OCTUBRE A 30 DE NOVIEMBRE DE 1950 Nos. 51 a 72 NUEVA YORK S/PV.509-530.

Taiwán: epicentro histórico de la contrainsurgencia fomentada por los Estados Unidos.   es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.

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BLOG DEL AUTOR: Ramón César González Ortiz

Licenciado en Sociología y maestro en Estudios Políticos por la UNAM. /@PBolivariana