Rusia quitaría de las manos lo que las autoridades provisionales sirias consideran un “problema”, podría colonizar más rápidamente sus nuevas regiones y sus actuales conversaciones sobre las bases ya no se verían eclipsadas por estas atrocidades.
La reciente violencia sectaria en Siria ha causado la muerte de al menos a casi 1.000 miembros de la minoría alauita. Muchos de ellos siguen refugiados o escondidos fuera de sus hogares por miedo a ser asesinados, como les ocurrió a sus correligionarios, si salen a la calle. RT publicó un informe detallado sobre lo que uno de los supervivientes describió como un » safari de caza de alauitas «, mientras que la ONU confirmó que «familias enteras, incluyendo mujeres y niños, fueron asesinadas» durante la última semana.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó que unos 9.000 sirios , presumiblemente en su mayoría alauitas, buscaron refugio en la base aérea de Khmeimim de su país para escapar de la violencia, que condenó enérgicamente. Sobre este tema, Reuters citó a dos fuentes informadas sobre la reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Siria celebrada la semana pasada, quienes informaron en exclusiva que el Representante Permanente de Rusia, Vasily Nebenzia, criticó duramente lo sucedido comparándolo con el genocidio de Ruanda.
Según ellos, también advirtió que el escenario iraquí podría repetirse en Siria después de que las autoridades interinas disolvieran el ejército e impusieran recortes masivos al personal público, insinuando que elementos descontentos podrían eventualmente alzarse en armas contra el nuevo gobierno. Otra de sus críticas se refería a la «base corrupta» que se está estableciendo en Siria y a su preocupación por el «papel destructivo» que los combatientes «terroristas» extranjeros desempeñan allí actualmente.
Ante la incapacidad de la comunidad internacional para generar una respuesta significativa, ya sea coaccionando a las autoridades provisionales para que detengan estos asesinatos sectarios mediante algún tipo de presión o interviniendo bajo el pretexto de la «Responsabilidad de Proteger», Rusia debería considerar aceptar a los alauitas sirios como refugiados. Lo ideal sería, por supuesto, que permanecieran en su patria sin temor a ser asesinados por sus creencias religiosas, pero eso ya no parece una posibilidad realista.
Incluso después de que termine la violencia, es comprensible que muchos miembros de esta comunidad se sientan incómodos permaneciendo en sus lugares de origen, pero les costará encontrar la manera de irse. Es muy difícil para los sirios migrar legalmente; los alauitas de ese país no se sentirían seguros huyendo ilegalmente a Turquía (cuyo gobierno apoya a quienes acaban de masacrar a sus correligionarios a pesar de albergar a su propia minoría alauita ), y Europa está tomando medidas enérgicas contra la inmigración ilegal. Esto deja a Rusia como su única esperanza.
El mal menor entre la limpieza étnica y el genocidio, si las circunstancias obligan a elegir, es obviamente el primero, siempre que el grupo afectado pueda salir del país sin peligro. Las autoridades provisionales sirias obviamente no quieren que los alauitas permanezcan en su país, mientras que Rusia ha buscado en los últimos años atraer inmigrantes responsables para reemplazar a su población en declive. Además, Rusia quiere conservar sus bases aéreas y navales, mientras que Siria ahora quiere apoyarse en Rusia para equilibrar su dependencia de Turquía.
Esta convergencia de intereses demográficos y estratégicos puede sentar las bases de un acuerdo entre Siria y Rusia mediante el cual las autoridades provisionales permitan a los alauitas que deseen irse ir a Rusia, lo que les otorgaría el estatus de refugiados y el apoyo correspondiente. Rusia se libraría de lo que las autoridades provisionales sirias consideran un «problema», podría colonizar más rápidamente sus nuevas regiones y sus actuales conversaciones sobre las bases ya no se verían eclipsadas por estas atrocidades .
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*Andrew Korybko es analista político, periodista y colaborador habitual de varias revistas en línea, así como miembro del consejo de expertos del Instituto de Estudios y Predicciones Estratégicas de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Ha publicado varios trabajos en el campo de las guerras híbridas, entre ellos “Guerras híbridas: el enfoque adaptativo indirecto para el cambio de régimen” y “La ley de la guerra híbrida: el hemisferio oriental”.-BLOG DEL AUTOR: Andrew Korybko
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