Por Jair de Souza*

Con el anuncio hecho por los responsables del centro laboratorial ruso Gamaleya del descubrimiento de una nueva vacuna contra varias variedades de cáncer, es necesario recordar lo que había sucedido hace unos cuatro años, cuando apareció en escena la epidemia de COVID-19.

Como es bien sabido, en ese momento, también fueron las autoridades científicas de este centro de investigación las primeras en presentar al mundo una nueva vacuna dedicada a enfrentar el flagelo que había surgido con efectos mortales en las poblaciones de todo el mundo.

Sin embargo, en lugar de saludar y celebrar un descubrimiento que realmente podría contribuir a minimizar los efectos catastróficos que señalaba la propagación del nuevo virus, los líderes políticos y sanitarios de los países imperialistas salieron casi al unísono a difamar y condenar la vacuna recientemente desarrollada por el centro ruso.

Ahora, casi cuatro años después de aquel episodio y tras millones de muertes por COVID-19 en todo el planeta, hemos llegado a la conclusión de que el verdadero «defecto» de la citada vacuna desarrollada por Gamaleya no era otro que la coincidencia de que el instituto en cuestión forma parte del aparato estatal ruso.

Por lo tanto, a pesar de que, en la práctica, la vacuna anti-COVID-19 de Gamaleya ha demostrado ser una de las más efectivas de todas las lanzadas al público en todo el mundo, para los centros imperialistas, fue condenada de antemano porque sus creadores no pertenecen a los grandes centros imperialistas que intentan mantener a los pueblos del mundo completamente sujetos a sus caprichos y sus ansias de dominación, tanto geopolítica como económica.

Por lo tanto, ahora, con la noticia del desarrollo de una nueva vacuna para aliviar uno de los problemas de salud más graves de todo el planeta, la cura para el cáncer, podemos prever que habrá que hacer frente a problemas de la misma naturaleza para que la población mundial pueda acceder a los beneficios que la nueva vacuna indica claramente que está en condiciones de proporcionar.

La lucha contra el imperialismo también debe librarse en el campo de la medicina, y las vacunas son sin duda un punto esencial de la misma. En vista de lo que se acaba de decir, me gustaría sugerirles que miren con atención el video de este enlace, en el que el tema ha sido muy bien abordado.

♦♦♦

*Jair de Souza, Economista egresado de la UFRJ, Máster en Linguistica, también de la UFRJ. Analista político. Brasil. BLOG DEL AUTOR: Jair de Souza*

X …@PBolivariana