Armando G. Tejeda, corresponsal

Madrid. Las elecciones del próximo domingo en la Unión Europea (UE) determinarán el futuro inmediato de la región, pero hay al menos tres mujeres -dos de extrema derecha y una de la tradición conservadora y liberal clásica- que serán determinantes para el proyecto comunitario, con cuestiones como la integración, la política migratoria y la seguridad en el punto de mira.

La italiana Giorgia Meloni, la francesa Marine Le Pen y la alemana Úrsula Von der Leyen, actual presidenta de la Comisión Europea (CE), tienen en sus manos una buena parte del modelo de convivencia que está en juego este domingo, en el que se augura un avance implacable de las formaciones de extrema derecha en 18 de los 27 países que acuden a votar.

El futuro de Europa tiene rostro de mujer, pero a diferencia de México las dirigentes políticas llamadas a marcar el futuro en la región defienden -al menos dos de ellas- un programa de extrema derecha o neofascista, mientras que la actual presidenta de la CE pertenece al hegemónico grupo del Partido Popular Europeo, de la clásica tradición democristiana y liberal. De ahí que muchas miradas estén puestas en Italia, Francia y Alemania, donde están realizando intensas campañas para conseguir el mayor número de escaños y aumentar aún más su influencia política.

Meloni, con su formación Fratelli Di Italia, se presenta como cabeza de lista y ha presentado estos comicios como un plebiscito a su gestión en el país, al margen del modelo que pretende impulsar en el continente y las alianzas con las formaciones más ultraderechistas que tienen representación parlamentaria.

Todos los sondeos auguran que la formación de Meloni será la más votada y aumentará su presencia en el Parlamento europeo, donde obtendrá alrededor de 23 de los 71 escaños que le corresponden a Italia. Pero además, la otra fuerza de extrema derecha, la liderada por Mateo Salvini, tendrá unos ocho diputados más, más los 14 de Forza Italia (que pertenece a la familia del Partido Popular Europeo). Con lo que la derecha y extrema derecha sumarán 45 de los 71 diputados, según los sondeos.

En Francia, las encuestas apuntan a un resultado histórico para el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, quien ya incluso exige al presidente Emmanuel Macron que ante los resultados sólo tiene como salida política la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones.

Las encuestas auguran que la formación de Le Pen será la más votada, con diez puntos de diferencia con respecto al segundo, que se disputará entre el partido de Macron y el Partido Socialista de Francia, que podría renacer de un largo periodo en el ostracismo.

Por último, la tercera mujer bajo el foco es la popular Ursula Von der Leyen, que además aspira a revalidar su cargo como presidenta de la CE y que parte como favorita en los sondeos. El problema es que ya anunció estar dispuesta a abrir las negociaciones con el grupo liderado por Meloni en caso de ser necesario y en función del reparto de escaños a partir del próximo domingo.

Los primeros sondeos a pie de urna que se realizaron en Países Bajos, donde ayer se inició el proceso electoral, confirman el avance de la extrema derecha de Geerts Wilder, que lograría de golpe siete de los 31 escaños que le corresponden al país. Wilders, ya ganó en las elecciones legislativas de noviembre pasado con su Partido de la Libertad y con un discurso contrario a la migración.

Por lo demás, en el resto de países, ayer concluyó oficialmente la campaña electoral, con lo que este sábado será una jornada de reflexión de cara a los cruciales comicios del domingo.

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