Por Benito Joaquín Milanés
La Habana, 9 dic (Prensa Latina) La desnuclearización en la República Popular Democrática de Corea (RPDC) sigue apresada en el desatino del chantaje de Estados Unidos.
Tal hecho quedó demostrado por Washington en diferentes acciones sucedidas durante 2019, donde siguió sin sopesar adecuadamente las medidas que en ese sentido adoptó Pyongyang desde 2017.
Entre ellas la suspensión de los ensayos nucleares y del lanzamiento a prueba de misiles balísticos intercontinentales y la demolición de su centro de ensayos nucleares ubicado en Punggye-ri, considerado de una naturaleza estratégicamente decisiva.
La desnuclearización para ese país continúa asida a la coacción estadounidense y esto quedó demostrado igualmente a inicios de octubre pasado en Estocolmo, donde fracasó un nuevo encuentro de trabajo para ese fin entre Pyongyang y Washington.
Ocurrió debido a los puntos de vistas poco creativos, inflexibles y antiguos que decepcionaron en Suecia a los negociadores de la RPDC, publicó entonces la Agencia Central de Noticias de Corea (ACNC).
Aquello fue uno de los precedentes para que al final de la primera semana de diciembre, el embajador de la RPDC ante la ONU, Kim Song, retirara formalmente – en nombre de su país- el tema de la desnuclearización de la agenda de negociaciones con Estados Unidos.
Por los motivos aludidos muchos países reconocen que desde el año anterior la RPDC se trazó como meta inmediata y de buena fe, el alivio de tensiones en la región de la península de Corea, a partir de acciones en ruta hacia la desnuclearización.
La ACNC recordó que en ningún momento Pyongyang aseguró a Estados Unidos que eliminará la más letal arma defensiva y persuasiva lograda en unos 70 años de construcción del socialismo, como también reafirmó varias veces la Cancillería.
Indicó la fuente que tal aseveración está subrayada en el texto del comunicado conjunto divulgado por Pyongyang y Seúl en Panmunjom (2018), tras la reunión entre Kim Jong Un y el mandatario surcoreano, Moon Jae In.
Asimismo, subrayó que desde 2018 el presidente, Donald Trump, elevó el tono de coacciones, chantajes e insistencias para que Pyongyang claudique y se desnuclearice, sin que su país haga lo mismo con sus activos militares en Surcorea y cesaran las sanciones a la economía de la RPDC.
La ACNC remarcó que para Pyongyang desnuclearizarse es poner fin a su programa de desarrollo de armas atómicas y avanzar hasta alcanzar la paz verdadera en toda la península Coreana, aún en guerra desde 1950.
De igual manera, significa hacer progresos en la hoja de ruta hacia la reunificación de la península.
Estados Unidos entiende que desnuclearizarse quiere decir deshacerse de las armas nucleares, desmantelarlas, pulverizarlas en algún lugar y que la RPDC desbarate, destornille su planta de uranio, lamentó.
Desnuclearización completa, absoluta, verificable e irreversible es lo que Washington exige, reafirmó.
Tal certidumbre parte del mensaje anual en enero pasado de Kim Jong Un, quien advirtió entonces al presidente norteamericano, Donald Trump, que de continuar la hostilidad norteamericana, su país ‘no tendrá más remedio que defender la soberanía y el interés supremo’.
Ante la continuidad de chantaje a las demandas de Pyongyang, de al menos alivio a las sanciones económicas, el pasado domingo la RPDC rompió la inercia en el denominado Campo de Lanzamiento de Satélites Sohae, Cholsan Phyongan del Norte.
En ese lugar realizó lo que llamó ‘una prueba de enorme importancia’, considerada por la ACNC de carácter defensivo.
Desnuclearizarse ‘a la americana’ no es una opción que se visualice desde la RPDC, para 2020 ni en el más lejano horizonte, se infiere de tal posición, estimaron analistas.
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