La Paz, 21 nov (Prensa Latina) Varios de los señalados hoy como principales conspiradores del golpe de Estado ejecutado contra el presidente constitucional de Bolivia, Evo Morales, fueron entrenados por el Ejército de Estados Unidos a través de diferentes programas.
Los detalles salieron a flote en un artículo publicado en el sitio digital The Gray Zone y que se suma a los informes revelados aquí sobre la responsabilidad de Washington en la asonada golpista del 10 de noviembre, que forzó la renuncia del primer mandatario indígena de esta nación andino-amazónica.
Según el material periodístico, la cúpula de los militares y policías bolivianos pasaron por la Escuela de las Américas, conocida desde 2001 como Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad.
Quienes dieron el espaldarazo al golpe de Estado ?precisa el texto- participaron en un ‘programa de intercambio policial’ denominado Apala, diseñado para ‘construir relaciones entre las autoridades estadounidenses y los oficiales de esos cuerpos en los estados latinoamericanos’.
A pesar de su influencia, o tal vez por ello, el programa mantiene poca presencia pública, observó el reporte.
El papel de los oficiales militares y policiales entrenados por Washington fue fundamental para precipitar el denominado cambio de régimen en el país, precisó el artículo de Jeb Sprague titulado Cúpula golpista en Bolivia fue entrenada por EE.UU. en Escuela de las Américas y cursos del FBI.
Consideró que el complot golpista no podría haber tenido éxito sin la aprobación de esos comandantes militares y policiales, muchos de los cuales ‘fueron preparados y educados para la insurrección’.
Audios filtrados evidencian que se llevó a cabo una coordinación encubierta entre los actuales y antiguos líderes de la policía, el ejército y la oposición para provocar el golpe, señaló el material.
Previo a la renuncia de Evo, el comandante de las fuerzas armadas de Bolivia, Williams Kaliman, ‘sugirió’ al presidente que dimitiera y antes sectores de la policía ya se habían amotinado, argumentó.
Aunque Kaliman parece haber fingido lealtad a Morales a lo largo de los años, no solo fue un actor en el golpe, sino que tiene su propia historia en Washington, donde se desempeñó por poco tiempo como agregado militar de la embajada de Bolivia en la capital estadounidense, recordó The Gray Zone.
Kaliman fue ‘alumno’ de la Escuela de las Américas en 2003. Apenas 72 horas después del golpe de Estado cobró su recompensa: un millón de dólares y se fue a residir a Estados Unidos.
Para los historiadores nada es casual. La otrora Escuela de las Américas -ubicada en Fort Benning, Georgia-, tiene el antecedente haber sido cuna de golpistas de la región de América Latina durante las décadas de 1960, 1970 y 1980.
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Siguiendo la voz del amo
En realidad, se puede afirmar, sin temor a error, que en los EEUU se han formado a lo largo del los siglos XX y XXI los más altos cargos de la inmensa mayoría de los ejércitos latinoamericanos, pero sobre todo aquellos que encabezaron los golpes de estado y dictaduras más sangrientas.
Recordemos el perpetrado en Bolivia, en 1971 (repetido en este mes de Noviembre) los golpes sanguinarios en Chile y Uruguay, en 1973; en Argentina, en 1976, como las dictaduras en Paraguay (desde 1954) y en Brasil (1964), además del «golpe dentro del golpe», cometido en Brasil en 1968,y en el Perú, en 1975.
Los EEUU, el imperio al que con toda razón llamaba Fidel «El IV Reich», nunca fue el Padre (Madre) de la democracia, sino todo lo contrario.