
Los dirigentes sostuvieron un encuentro en el despacho del piso 38 de la sede de Naciones Unidas, donde más temprano tuvo lugar la ceremonia de traspaso del mando del bloque de 134 países, del canciller de Tailandia, Don Pramudwinai, a Correa.
Durante el acto de entrega de la presidencia Guterres calificó a Ecuador de referente en materia de solidaridad, preocupación para que el desarrollo sea inclusivo y sostenible, democracia y derechos humanos.
El Secretario General deseó éxitos a Quito al frente del G-77 y le garantizó su apoyo.
Por su parte, Correa adelantó las prioridades de la presidencia ecuatoriana en la organización fundada en 1964, entre ellas la defensa de un orden mundial y un comercio justos y el financiamiento para el desarrollo.
Asimismo, mencionó la elaboración de un instrumento vinculante para sancionar a las transnacionales cuando vulneren los derechos humanos y de la naturaleza, y el análisis del problema de los paraísos fiscales.
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