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Rosario Murillo y Daniel Ortega

El Presidente de la República, junto a la Compañera Rosario Murillo, ejerció su derecho al voto al filo de las 5:50 de la tarde de este domingo

El Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, y la Compañera Rosario Murillo, Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, ejercieron este domingo su derecho al voto en las elecciones generales 2016.

Los candidatos a Presidente y Vicepresidenta por la Alianza Unida, Nicaragua Triunfa!, al llegar a su centro de votación recibieron la explicación sobre el proceso por parte de los miembros de la Junta Receptora de Votos, y ante la presencia de decenas de personas y un nutrido grupo de reporteros ejercieron su deber cívico y democrático.

Rosario depositó primero su boleta en la urna, y le siguió Daniel, quien destacó la agilidad del proceso con la boleta única usada en esta ocasión.

Unos minutos después, tras prolongados aplausos, el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional habló a los presentes:

Faltan diez minutos para las seis de la tarde, dijo, que es la hora por Ley para llegar a depositar nuestro voto. Claro, la misma ley establece que si hay una fila no se puede cerrar la Junta Receptora de Votos hasta que entre la última persona, el último joven, la última mujer, ciudadana o ciudadano, a depositar su voto.

¡Cuánta alegría que en este día estemos ratificando los nicaragüenses nuestro compromiso con la paz!, agregó. Esa paz que tanto le ha costado a nuestro pueblo conquistar. Mucha sangre ha corrido, mucho dolor. Por estos días, allá por 1928, rememoró, nuestra Patria estaba intervenida por las tropas yanquis, y nuestro General Sandino defendiendo la soberanía de la patria, de Nuestra América, de los pueblos del mundo.

¡Qué vergüenza entonces! Se organizaban elecciones donde los que presidían el Consejo Electoral eran los altos comandantes del Ejército norteamericano, eran los oficiales de ese ejército quienes contaban los votos. Como sangraba la patria y nuestro pueblo, reflexionó Daniel.

Ahora, afirmó, la historia es diferente porque el pueblo así lo decidió. Ahora somos los nicaragüenses los que nos constituimos en organizadores de la autoridad electoral y no hay un solo general yanqui. Igual, los que cuenten los votos, después que se cierren las juntas, no serán los oficiales interventores que mancillaron nuestra patria, serán nicaragüenses. Los fiscales, resaltó, representantes de los partidos que han participado en estas elecciones apostando por la paz son también nicaragüenses.

Daniel saludó a la multitud de periodistas que llegaron a Nicaragua para seguir las elecciones, y acompañar, ver y dar sus criterios sobre el proceso. Asimismo, reconoció la presencia de los invitados extranjeros que han acompañado el proceso —no para suplantar la autoridad electoral nacional—, incluida una representación de la Organización de Estados Americanos y ver cómo se desarrollan estas elecciones.

Ninguno de ellos ha venido siquiera con la intención de suplantar la autoridad, pedir contar los votos. Las autoridades electorales en Nicaragua son nicaragüenses, quienes votamos somos nicaragüenses, los que contamos los votos somos nicaragüenses. Esta es una democracia digna y soberana, tal y como la defendió nuestro General Sandino.

Lo que más destacaría de estas elecciones, prosiguió, es que por vez primera en la Historia del país, por Ley, se elige para diputadas y diputados al 50 por ciento de mujeres y el 50 por ciento de varones. Antes, iban mujeres en la lista, pero ¿en qué posición?, inquirió en referencia a la falta de liderazgo que les era concedida.

Por Ley se estableció lo que conocemos como “la trenza”, y vamos con una mujer adelante como candidata a diputada propietaria y un hombre detrás como suplente, y viceversa, que es lo que manda la dignidad de la patria y la mujer nicaragüense.

Otro hecho inédito, apuntó, es que por vez primera en este proceso se incorporó una nueva cultura política. Aquí los procesos electorales han sido de confrontación, de odio y hasta de muerte. Pero eso parte al pueblo y a la Patria. Este, en cambio, ha sido un proceso que le agrega un gran valor a la cultura electoral del pueblo nicaragüense, porque estamos aprendiendo, es el primer paso, para llevar estos procesos con mensajes que llenen de esperanza el pueblo.

Compromisos de esperanza en todos los campos para nuestro pueblo, no con mensajes de odio y muerte, que eran los que tronaban y han tronado en la historia de Nicaragua desde sus primeras elecciones, donde solo podían votar los ricos, así lo decía la ley, matizó. Eso, en medio de un proceso de manipulación de los pobres, que no tenían derecho al sufragio.

Hoy estamos culminando con las votaciones el proceso electoral, (que ha sido) de un valor infinito, desarrollado sin odio, confrontación y muertes. Eso llama la atención. Y algunos dicen que aquí no hay elecciones porque no nos estamos insultando y tocando tambores de muerte. Gracias a Dios se logró ese milagro, subrayó Daniel.

Este es un voto para la paz, la estabilidad y la seguridad de las familias nicaragüenses, aseveró Daniel.

El Presidente envió su cariño y amor a nuestro pueblo valiente y digno que sabe defender la paz.

evm/ale