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1.- De la marcha de las flores y la defensa del proceso de paz

Dos consignas coreadas por miles de manifestantes en favor de la paz y en torno de los acuerdos firmados entre el gobierno Santos y la insurgencia de las FARC – Ep, el pasado día miércoles 12 de octubre de 2016, en lo que los medios de información llamaron las marchas de las flores en la capital de la República, Bogotá y en otras ciudades importantes de Colombia.

Pasado el primer momento de desconcierto para amplios sectores populares, anhelantes de la paz, que al conocer el triunfo del No en el plebiscito, al que sometió el gobierno Santos para refrendar los acuerdos de la Habana con la insurgencia Farc – Ep, el día domingo dos de octubre y ante las declaraciones del exsenador Juan Carlos Vélez, director de la campaña del Centro Democrático, sector político de la ultraderecha fascista que encabeza Álvaro Uribe Vélez, de que desde esa fracción política se procedió mediante engaños y de manera fraudulenta para desorientar al ciudadano a votar por el NO; declaraciones que se transmitieron por diversos medios de prensa y televisivos de amplia difusión nacional.

Descubierto el engaño por parte de los sectores populares, estos convocaron a marchas por la paz y en respaldo a los acuerdos de paz de la Habana los días Martes 04 y el miércoles 12 de octubre. En este contexto, las consignas que levantaron estudiantes, indígenas, comunidades afro, campesinos, sectores sociales y políticos populares amantes de la paz, fueron “¡…Acuerdos firmados… Acuerdos Respetados….! ¡Los Acuerdos se respetan!

2.- Antecedentes Históricos

La Republica de Colombia tiene una historia de más de 200 años, en la cual sus habitantes han vivido largos periodos de guerras civiles y escasos cortos periodos de paz; el último periodo de guerra civil se inició con el asesinato del entonces candidato presidencial y líder del partido liberal, Dr. Jorge Eliecer Gaitán y la matanza de más de 5.000 bogotanos en aquellos días que siguieron al 9 de Abril de 1948, hechos acaecidos en el gobierno del Presidente conservador Mariano Ospina Pérez en un proceso de golpe de Estado que se configuro con el cierre del Congreso de la república en el segundo semestre de 1949, dictadura conservadora que se prolongó hasta el 10 de mayo de 1957 bajo las administraciones de Laureano Gómez y Rojas Pinilla.

El pacto de gobierno de la dictadura bipartidista, se llevó a cabo durante 16 años y duro hasta 1974, tiempo en el cual se gobernó bajo la figura jurídica del Estado de Sitio con gobernadores y alcaldes militares en la mayoría de seccionales territoriales.

Terminado el periodo de la dictadura bipartidista del Frente Nacional, en la práctica, se siguió la dictadura bipartidista hasta la constituyente de 1991, en donde se aprobó la Constitución de 1991, pero, también quedo un congresito que funcionó temporalmente, el cual aprobó toda la normatividad desarrollada bajo los desarrollos de los gobiernos bipartidistas de Estado de Sitio, convirtiendo la normatividad de excepción en norma constitucional corriente para todos los tiempos; lo excepcional se transformó en permanente.

Que la guerra partidista declarada y desarrollada por las dictaduras conservadoras en contra de la población liberal y comunista en Colombia y su consecuente resistencia popular, dio paso al surgimiento del movimiento insurgente conocido hoy como “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC – EP”. Movimiento guerrillero que ha hecho resistencia desde el año de 1964 hasta 2016, por más de 52 años.

3.- La Responsabilidad del Estado colombiano como factor generador de la violencia

Ningún proceso de resistencia civil ni de levantamiento en armas de sectores de la población dentro de un Estado o Nación, emerge a los escenarios de confrontación políticos y militares por generación espontánea. ¡..Jamás esto ha ocurrido ni histórica ni políticamente..! Las rupturas políticas y sociales generadas por las contradicciones de clases y los graves sucesos cometidos por agentes del Estado, quienes actuando en connivencia con los intereses de sectores privados son los directamente responsables de crímenes y de hechos atroces, que en su mayoría, siempre han quedado impunes. En este contexto, los movimientos insurgentes, como las Farc, el ELN, Epl y otros; no son la causa de la violencia en Colombia, son un producto de la violencia Generada por las políticas del establecimiento imperante en los últimos de 150 años.

Es costumbre inveterada por parte del Estado y de las elites empresariales de ignorar su responsabilidad. El Estado como factor generador de violencia en el marco de políticas públicas ha fijado para ello, fechas posteriores a 1980, en el pretendido de imponer la responsabilidad judicial de la violencia a su contraparte haciendo de la vista gorda en lo que le cabe de allí hacia tras. Todo el siglo XIX, la historia de la nación colombiana esta cruzada de guerras civiles y de masacres cometidas, en su gran mayoría por fuerzas oficiales en favor de intereses empresariales: hora ingleses o franceses, hora ingleses, estadounidenses y alemanes.

La Historia del siglo XX, fue más dramática, las dictaduras conservadoras de principios y de mediados de ese siglo con las matanzas gentes inermes e inocentes cometidas por sus agentes; unas veces llamados “guerrillas de paz o chulavitas”, otras veces llamados “pájaros” y en estos procesos los victimarios resultaron enriquecidos con los bienes despojados a sus víctimas quedando impunes sus crímenes; muchos de ellos ocuparon altos cargos en los gobiernos del “Frente Nacional”. Un ejemplo típico, lo constituyo Cornelio Reyes, quien ocupó el cargo de ministro de Gobierno en la administración de Misael Pastrana Borrero; este, Cornelio Reyes es uno de los más temidos pájaros del centro y norte del Valle del Cauca, compinche del Cóndor, de lamparilla y del Chimbilá en las matanzas de campesinos en lo que se conoció como la conservatizacion de la cordillera bajo las dictaduras conservadoras de Mariano Ospina Pérez y de Laureano Gómez, en los aciagos años de 1945 a 1954.

Por: Ing. Juan E. García Romero

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