Por Damy Vales
Beijing, 1 jul (PL) El Partido Comunista de China (PCCh), vanguardia de la clase obrera de esta milenaria nación, cumple hoy 95 años de fundado, representando lo que se exige para el desarrollo de las fuerzas productivas avanzadas del país.
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Esta organización política que logró emprender la revolución económica más exitosa de la historia según expertos, fue la única en convertir a uno de los países más pobres en la segunda economía más importante del mundo.
El PCCh, con 88, 758 millones de militantes al cierre del 2015, ha logrado también garantizar la institucionalización del sistema político, como fuerza dirigente del Estado y con total apego a la ley.
Datos del Departamento de Organización del Comité Central de esa agrupación aseguran que la mayoría de los miembros fueron reclutados entre 1979, año en el que China inició la reforma y la apertura, y 2012.
Esa membresía acoge a personalidades capaces y comprometidas en las diversas esferas de la vida social, incluidos los líderes políticos y los grandes empresarios. Personas empleadas en la agricultura, la ganadería y la pesca representan el mayor porcentaje (un 30 por ciento) de todos los miembros, seguidas por los trabajadores de compañías y agencias afiliadas al Gobierno.
No obstante, aunque el PCCh aumentó su membresía en 965 mil integrantes en 2015 comparado con el año anterior, para un 1,1 por ciento, la dirigencia de esa organización se concentra en la actualidad en priorizar la calidad de sus integrantes más que la cantidad.
Ante esa doctrina, en este nuevo período de profundización del modelo chino, la aparición de fenómenos como el consumismo exacerbado y la corrupción son incompatibles con el sueño de construir una civilización socialista en lo espiritual.
Fuertes medidas se aplican desde hace años para combatir la corrupción en una cruzada dirigida a mantener el prestigio del PCCh, la confianza de las masas y, de la propia revolución china.
La máxima dirección del país, con el presidente Xi Jinping como secretario general del Comité Central del PCCh, continúa haciendo los ajustes necesarios en el quehacer del Estado y en el sistema legal para avanzar en la materialización de un modelo sin precedentes en la historia.
En tal caso, Xi, como guía de esta nueva etapa que pretende alcanzar el sueño de una sociedad independiente, soberana, unida, socialista con características propias, se basa en la lealtad a los postulados fundamentales del pensamiento de Mao Zedong, pondera el papel dirigente del PCCh y la democracia de las masas.
Aunque los retos y peligros están presentes, este Gobierno, liderado por Xi, se esfuerza por alcanzar una sociedad más justa, equitativa y próspera, intentando ser referente para todos aquellos países que promueven la construcción de una sociedad de nuevo tipo en condiciones de subdesarrollo y buscan transformar el mundo a partir de ideales socialistas.
Fundado en julio de 1921, el PCCh representa el ideal supremo y su objetivo final es materializar el comunismo.
En los estatutos del Partido se estipula que el PCCh toma el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping y el importante pensamiento de la «Triple Representatividad» como guía de sus acciones.
Durante los años comprendidos entre 1921 y 1949, el PCCh dirigió al pueblo chino a realizar una ardua lucha, derribando la dominación del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático y estableciendo la República Popular China.
Tras la institución de la República Popular China, el PCCh dirigió a todo el pueblo en la salvaguardia de la independencia y la seguridad del estado, hacia la transformación de la sociedad china de nueva democracia a la de socialismo y en la construcción socialista de manera planificada y en gran escala, haciendo que la causa económica y cultural de China haya logrado un enorme desarrollo.
Igualmente el PCCh aboga por desarrollar activamente sus relaciones con el exterior, y se esfuerza por conseguir un favorable ambiente internacional para la reforma y la apertura al exterior y para la construcción moderna.
En los asuntos internacionales, el PCCh se adhiere a la política exterior de independencia, autodecisión y paz, salvaguarda la independencia y la soberanía de China, se opone al hegemonismo y la política de fuerza, preserva la paz mundial y promueve el progreso humano.
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Prensa Bolivariana 