Por Adalys Pilar Mireles
Bogotá, 23 abr (PL) Con la renuncia protocolaria de todos sus ministros, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, perfila desde hoy la conformación de un nuevo gabinete que lo acompañará en esta fase decisiva del proceso de paz y durante el llamado postconflicto.
Para el mandatario resulta esencial que su equipo de Gobierno respalde y asuma con todos sus desafíos la coyuntura que vive el país, en medio de conversaciones con las insurgentes FARC-EP y a la espera del comienzo de diálogos con el también guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La primera en dimitir fue la ministra de la Presidencia, María Lorena Gutiérrez, quien era su mano derecha desde 2015 y fue una pieza clave para enfrentar la crisis electroenergética en junio pasado.
Ella terminó su ciclo, otros lo harán también, es el inicio de una serie de cambios que hay que hacer en el gabinete ahora que vamos, espero sea pronto, a firmar la paz, explicó el gobernante desde Nueva York, donde asistió a varias sesiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La víspera el titular del Interior, Juan Fernando Cristo, salió al paso a rumores sobre una supuesta crisis en el Ejecutivo y aseguró que se trata de un relevo normal dentro de un Gobierno al que le faltan dos años de mandato y debe enfocarse en tareas específicas de cara al postconflicto.
Firmaré mi renuncia en los próximos minutos y que sea el Presidente el que decida con toda libertad quiénes seguirán con él hasta el final, el término del conflicto presupone un replanteamiento de las prioridades y por esa razón creo que estamos ante un procedimiento lógico, opinó.
Analistas no descartan la inclusión de personalidades de centroizquierda, e incluso izquierda, en el nuevo gabinete.
De hecho, algunos mencionan entre los candidatos con posibilidades a la líder del Polo Democrático Alternativo, Clara López, rival de Santos en las elecciones de 2014, adelantó el diario El Tiempo.
Aunque opuesta a las políticas económicas de corte neoliberal, esa convergencia respalda sin reparos los esfuerzos encaminados a terminar la guerra interna mediante el diálogo con la insurgencia.
Se trata de la mayor alianza de izquierda en Colombia, cuyo apoyo resultó finalmente decisivo para la reelección del jefe de Estado en segunda vuelta.
La renuncia protocolaria de los ministros tiene como esencia dejar al Presidente en plena libertad para hacer los cambios requeridos, pero no hay certeza sobre qué carteras abarcarán los ajustes.
Iniciadas desde 2012 en Cuba, las pláticas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), podrían finalizar en meses próximos luego de lograr consensos en los temas del cese el fuego bilateral, la dejación de las armas o desarme de los grupos rebeldes, su desmovilización así como el mecanismo de refrendación a través del cual el pueblo deberá validar todo lo pactado.
Ayer durante un encuentro con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Santos
le solicitó agilizar todo lo concerniente a la misión política de ese organismo multilateral, la cual estará encargada de coordinar y financiar la supervisión de procesos como el silenciamiento de todos los fusiles y el desarme, con la participación de observadores latinoamericanos y caribeños.
En tanto, semanas atrás representantes gubernamentales y del ELN dieron a conocer una agenda para reuniones formales, ahora en fase de preparación.
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