bomathiasenBogotá, 10 dic (PL) Con la mirada hoy en la paz, Colombia deberá incrementar el combate contra la corrupción para garantizar el éxito del postconflicto, advirtió el representante aquí de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Bo Mathiasen.

En su opinión la guerra interna genera las condiciones perfectas para que ese flagelo se instale: un estado débil y un tejido social frágil y temeroso, unido al incremento de choques sociales y de la delincuencia, dijo.

De firmarse un tratado pacifista este caldo de cultivo de corrupción es el escenario al que se enfrentarán las autoridades encargadas de ejecutar los recursos destinados a la etapa posbélica, consideró el experto citado por el diario El Espectador, de circulación nacional.

Según Mathiasen para que en las regiones priorizadas en ese período el dinero no termine malgastado por los corruptos el Gobierno debe fortalecer desde ahora sus instituciones, capacitar a los entes de control y a la sociedad.

La falta de justicia y castigo efectivo -añadió- resulta un incentivo perverso para ese mal.

Factores como la presencia de cultivos de uso ilícito, la minería ilegal y el precario desarrollo de vías e infraestructura en los territorios los convierten en vulnerables ante la corrupción, alertó el funcionario de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

Representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dialogan en Cuba desde 2012 con la finalidad de hallar una solución política a la confrontación bélica, la cual ocasionó la muerte a unos 300 mil ciudadanos en el transcurso de más de medio siglo.

De acuerdo con especialistas, solamente la implementación de los pactos proyectados para transformar el campo colombiano requerirá de cuantiosas inversiones, a fin de sustentar la sustitución progresiva de la economía cocalera por otras siembras, así como las mejoras demandadas por los pobladores.

Restaurar las zonas castigadas por la conflagración desde el punto de vista agrícola y ecológico son otros de los desafíos de la futura etapa.

Los millonarios fondos concebidos para esa fase provendrán de varias fuentes, entre ellas la colaboración de gobiernos foráneos.

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