El presidente Nicolás Maduro, conmemoró los 185 años del asesinato del prócer independentista / Exhortó el pueblo a no permitir que más se imponga “la traición, ni las oligarquías disfrazadas”

sucreCaracas, 4 de junio de 2015.- El presidente Nicolás Maduro, conmemoró un año más del aseninato del prócer independentista, Antonio José de Sucre, conocido también como el Gran Mariscal de Ayacucho.

“185 años del asesinato del Gran Mariscal de América, y hoy llevamos su bandera de Independencia y Lealtad ¡¡Viva Sucre!!”, este fue uno de los mensajes publicados por el Primer Mandatario a través de su cuenta twitter, @NicolasMaduro.

Igualmente, recordó que la bala que mató al Mariscal Sucre “la oligarquía que acabo con el proyecto de Bolívar y luego saqueo nuestra Patria”.

Exhortó el pueblo a no permitir que más nunca en la historia del país se imponga “la traición, ni las oligarquías disfrazadas, es tiempo de Patria y Victorias…”.

En Contexto

Hace 185 años, el 4 de junio de 1830, día viernes, muy temprano por la mañana, Antonio José de Sucre toma el camino de su cita final. Murió asesinado en la montaña de Berruecos, en Colombia, el Gran Mariscal de Ayacucho, egregio prócer militar, político y estadista venezolano, figura fundamental de nuestra independencia, uno de los más leales y consecuentes compañeros de armas e ideas del Libertador, Simón Bolívar.

Antonio José de Sucre y Alcalá había nacido en Cumaná, estado Sucre, el 3 de febrero de 1795. Participó en la campaña de Miranda (1812) contra los realistas, y en 1818 marchó a Angostura, convirtiéndose en uno de los mejores lugartenientes del Libertador, Simón Bolívar, cuya amistad y respeto mantuvo de manera firme hasta el fin de sus días. Obtuvo decisivas victorias en Pichincha (24-5-1822) y Ayacucho (6-12-1824), acción que significó el fin del dominio español en el continente sudamericano.

Nombrado por el parlamento peruano Gran Mariscal y General en Jefe de los Ejércitos, proclamó la República de Bolivia, de la cual fue designado presidente vitalicio, pero renunció a tal cargo en 1828

El asesinato de Sucre fue como una “Crónica de una muerte anunciada”, ya que el mismo fue planificado y ejecutado en las Montañas de Berruecos- Arboleda (Nariño) Colombia, con alevosía, ensañamiento, ventaja y premeditación. Tras la cobarde acción, allí permaneció su cadáver por más de 24 horas hasta que los pobladores de las localidades cercanas le dieran cristiana sepultura.