
DECLARACIÓN POLÍTICA DEL PRIMER COMITÉ PATRIÓTICO 2015, DEL MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL MARCHA PATRIÓTICA, DEL DEPARTAMENTO DE CALDAS.
El COMITÉ PATRIÓTICO DE CALDAS, instancia de dirección del MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL MARCHA PATRIÓTICA en este departamento, reunido en la ciudad de Manizales los días 17 y 18 de enero de 2015, extiende a la comunidad caldense y al pueblo colombiano en general un fuerte abrazo solidario, reiterando nuestro compromiso indeclinable con las causas populares y la lucha por un país en paz para las grandes mayorías sociales.
Ratificamos el compromiso con la necesidad de la solución política dialogada, apuntando al horizonte estratégico de alcanzar la paz con justicia social, única garantía de terminación del conflicto político social y armado. Con la activa participación de organizaciones sociales de los sectores campesino, indígena, juvenil, sindical y estudiantil, hemos realizado el balance satisfactorio del plan de trabajo 2014 y la proyección del plan 2015, con fundamento en los siguientes elementos:
El departamento de Caldas está sumido en una crisis social profunda, expresada en la negación del derecho del pueblo caldense a una vida digna, con trabajo, educación, salud, vivienda, recreación, etc., para todos y todas. Sigue en las manos del poderío politiquero, clientelista y corrupto, representado en el llamado barco – yepismo y sus derivaciones históricas, ramificaciones del bipartidismo tradicional que proyecta una mayor apropiación del poder local en las elecciones de octubre.
Las políticas aperturistas y de libre comercio, emprendidas desde hace lustros por los diferentes gobiernos de la oligarquía, incrementadas por el gobierno santista, han arrastrado el campo a una precaria situación, con crisis del sector productivo, el cafetro, por ejemplo; la industria caldense, otrora esperanza de emprendimiento y utilidad, sufre un acelerado desmonte con el cierre inminente de empresas como la Licorera de Caldas, entre otras, cuyas ganancias de antaño, por lo menos en un mínimo porcentaje, podían ser destinadas a inversión social (lo que no se quedaba en la fauces de la corruptela); la privatización desmesurada amenaza lo poco de público que queda, la venta de servicios agobia a las mayorías, mientras entrega importantes sectores de la economía a extranjeros y feligreses del lucro y la usura; altas tarifas de servicios públicos, incremento de entre el 200% y el 500% del avalúo catastral y proyectos de “renovación urbana” que encarecen el suelo y generan desplazamiento intraurbano, negando la posibilidad de una ciudad democratizada y humanizada, en la que aparecen las “fronteras invisibles” como efectos de un modelo de ciudad que se niega a sus jóvenes y los lanza a la delincuencia, sin oportunidades de estudio o realización personal y colectiva. La locomotora minero energética hace su intervención en, dejando solo desolación, desplazamiento y pobreza a su alrededor. Grandes riquezas apropiadas por el capital transnacional, pobreza extrema en nuestros campos y ciudades.
Frente a este panorama, la única alternativa para los sectores populares es organizarse y movilizarse, con la consigna de la unidad por delante. Para MP – Caldas es estratégico avanzar en la unidad de los demócratas, progresistas y revolucionarios; para ello ponemos todo nuestro empeño en escenarios de confluencia unitaria como la Cumbre Agraria y el Frente Amplio. Respecto a este último, es de vital importancia ampliar su espectro, para que no se reduzca a una expresión de fuerzas nuestras o afines a nosotros. La fortaleza e importancia estratégica del Frente será su carácter amplio, que recoja diversas y muy variadas expresiones que se identifiquen con la solución política dialogada y la paz con justicia social.
Las aspiraciones electorales de MP van dirigidas a profundizar la unidad popular, convocar el poder constituyente y construir poder popular para volcarlo a la consigna de la paz, siempre sobre la base de una nueva forma de hacer política, que implica consulta permanente con las bases y nuevas practica éticas y morales que reivindiquen la acción política como expresión fidedigna del pueblo humilde y trabajador. Con este fin, se crearan la Comisión Electoral Departamental y la Comisión Ética Departamental, instrumentos para determinar las posibilidades reales de nuestras aspiraciones, elementos de carácter programáticos, propagandísticos y de comunicaciones, así como el control ético de las diferentes candidaturas y campañas.
Nuestras aspiraciones electorales deben contar con la aquiescencia y reconocimiento de las comunidades. Las candidaturas se procuraran igualmente en el marco de la unidad con las organizaciones afines y comprometidas con los intereses de las mayorías, y donde sea posible se hará en el marco del Frente Amplio, sin limitar el margen a este escenario.
Internamente, enfilaremos nuestros esfuerzos en consolidar las estructuras e instancia de dirección, incluidos sectores sociales y comisiones. Reconocemos elementos a mejorar, porque no nos hemos reunidos para hacernos loas infructuosas; el criterio crítico y autocritico ha primado, señalando aspectos a mejorar con el ánimo de avanzar en nuestros propósitos patrióticos y unitarios. El balance permanente seguirá haciendo parte de nuestro proceder transformador, el seguimiento a los planes y proyecciones no debe cesar, entendiéndonos como movimiento de confluencias diversas, que en Caldas, como en todo el país, recoge la variopinta composición de nuestro pueblo.
Todo nuestro accionar político y organizativo debe dirigirse hacia la materialización de la Asamblea Nacional Constituyente. Este es el instrumento más legítimo para refrendar los acuerdos con la insurgencia (FARC-EP, ELN y EPL), al tiempo que abra los cauces democráticos para que la sociedad en su conjunto soberanamente determine el rumbo de la nación. Nada más democrático que una ANC que organice el Estado y la sociedad en consecuencia con las necesidades de la paz con justicia social. Esta ANC debe contar con presencia de los sectores sociales y populares, para lo cual deben surtirse elecciones en jurisdicciones especiales, y con presencia también de las fuerzas insurgentes que han demostrado responder a un proyecto de país distinto al actual.
Desde luego, entendemos que la posibilidad de la ANC está determinada por la correlación de fuerza que logremos, expresada a través de la movilización social. La ANC como producto de los acuerdos con la insurgencia para la consecución de una paz estable y duradera, exigida, construida y promovida también a lo largo de la geografía nacional, en campos y ciudades, plazas públicas, urnas y carreteras, como expresión del máximo anhelo nacional: construir un nuevo país para las mayorías que garantice la vida digna, la democracia y la paz con justicia social.
COMITÉ PATRIÓTICO DEPARTAMENTAL DE CALDAS
MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL MARCHA PATRIÓTICA
Manizales, 17 y 18 de enero de 2015.

