farc-humberto-la-calleBogotá, 23 oct (PL) Los diálogos de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP constituyen los primeros pasos en la construcción de un nuevo país, opinó aquí Humberto de la Calle, representante gubernamental a esas pláticas en la capital cubana.

El exmandatario se pronunció en ese sentido al responder a recientes cuestionamientos del partido Centro Democrático, que lidera el senador Álvaro Uribe, sobre supuestas capitulaciones del Gobierno frente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

El jefe del equipo gubernamental expresó que las críticas serán siempre bienvenidas, aunque tildó de absolutamente equivocadas ciertas afirmaciones.

Desde 2012 la administración de Santos y las FARC-EP conversan en La Habana para poner fin a más de 50 años de conflicto armado.

Como resultado de las pláticas se alcanzó consenso en temas como reforma rural, participación política, drogas ilícitas y víctimas.

De la Calle aclaró que el propósito de la reforma rural es la transformación estructural del campo, mediante la creación de condiciones de bienestar para la población, en busca de una supervivencia digna.

En rueda de prensa en la Casa de Nariño, explicó que el fondo de tierras destinado a los campesinos que carecen de ella se nutrirá principalmente de terrenos en manos de narcotraficantes y corruptos, o de propiedades adquiridas de forma fraudulenta.

Ningún dueño legítimo tiene nada que temer, dijo tras negar que se hayan pactado instrumentos para la colectivización de la tierra.

También insistió en la posición del gobierno colombiano en cuanto al asunto de la dejación de armas, como parte esencial del acuerdo final al que se llegue.

En cuanto a lo establecido sobre drogas y cultivos ilícitos, De la Calle comentó que el texto debatido hace énfasis en la sustitución voluntaria con participación de las comunidades, el estado se ha reservado el derecho a fumigar en casos excepcionales, agregó.

Al referirse al acápite sobre participación política, el negociador gubernamental explicó que busca ampliar los espacios democráticos vigentes, con mayor inclusión, limpieza y autenticidad en los procesos electorales, apertura hacia nuevos movimientos y zonas excluidas a consecuencia del conflicto.

La confrontación, la más prolongada del continente, ha dejado más de seis millones de víctimas, entre ellas unos 200 mil muertos.

Ante las sucesivas imputaciones contra los diálogos en Cuba, el presidente Juan Manuel Santos llamó a crear una suerte de frente único para lograr la paz y «blindar» la mesa de conversaciones.

En ese esfuerzo de unidad en torno al proceso pacificador halló respaldo interno entre partidos y agrupaciones progresistas, defensores de derechos humanos y otros actores del escenario colombiano.