sergio-jaramilloBogotá, 1 sep (PL) El Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, invitó hoy los departamentos del sur colombiano a fomentar una visión de paz, tras reiterar que los diálogos del Gobierno y la guerrilla de las FARC-EP son una oportunidad única.

Tal vez pocos departamentos como el de Huila y ninguna ciudad-capital como Neiva han sufrido tan de cerca la violencia generada por el conflicto, pero el logro de la paz es una oportunidad única, reiteró, para cambiar esas condiciones. En declaraciones difundidas por la emisora radial La FM, Jaramillo explicó que el Gobierno está a favor de todas las formas de asociación y cooperativismo en el sector campesino, pero estos serán los únicos a quienes corresponde determinar si deben usarse o no zonas de reserva, dónde y cuántas.

El funcionario señaló también que el tema de las víctimas siempre ha estado en el centro de los acuerdos y recordó la importancia de los principios establecidos para el análisis de ese cuarto punto de la agenda, entre estos la reparación, el esclarecimiento de la verdad, la garantía de no repetición y el respeto a sus derechos.

«Si estamos pensando en una paz territorial, reflexionó, tenemos que pensar en soluciones que atiendan a las víctimas directas pero que no se olviden de las demás, de manera que haya una dimensión individual y una colectiva y territorial», especificó.

Jaramillo subrayó los retos que implica la fase de construcción de la paz. El primero, dijo, prepararse desde ya; el segundo, decidir cuál va a ser el modelo de reincorporación de la guerrilla (su transición a movimiento político) y el tercero el trabajo de la institucionalidad.

El cuarto es la financiación, ya que la paz de Colombia debe ser una paz de recursos, añadió.

Desde la instalación del proceso de paz, el 19 de noviembre de 2012 en La Habana, Cuba, las delegaciones del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo han suscrito tres acuerdos parciales: desarrollo agrario integral, participación política y solución al problema de las drogas ilícitas.

En estos momentos ambas partes analizan lo referido a las víctimas mientras una mesa paralela aborda la terminación del conflicto en sí mismo, el cese bilateral del fuego y la dejación de las armas.

Sin embargo, de acuerdo con lo estipulado desde un inicio: nada está acordado hasta que todo lo esté.