serguei-lavrov-rusiaMoscú, 25 ago (PL) El canciller ruso, Serguei Lavrov, ratificó hoy la disposición de su país para negociar este martes en Minsk sobre el conflicto ucraniano en cualquier formato que permita sustituir la violencia por el diálogo civilizado.

Al referirse en rueda de prensa al encuentro de los mandatarios de la Unión Aduanera que integran Belarús, Kazajstán y Rusia con el presidente de Ucrania y representantes de la Unión Europea (UE), resaltó como prioridad que la forma no sustituya al contenido.

Estamos listos para cualquier formato con tal de que haya resultado, se pase del enfrentamiento a un diálogo civil, hacia la formación de la unidad nacional que contemplan los acuerdos del 21 de febrero, subrayó el jefe de la diplomacia rusa.

Con Alemania, Francia y Polonia como países garantes, los entendimientos firmados por el entonces presidente Víktor Yanukóvich y líderes de la oposición hoy en el poder, establecían retirar del centro de Kiev las fuerzas de seguridad y la tropa de choque armada encabezada por los neofascistas de Maidán.

Incluía la formación de un Gobierno de coalición nacional e iniciar un proceso de reforma gradual de la Constitución, con fecha tope en septiembre.

Igualmente, preveía la realización de elecciones anticipadas antes de fin de año y una investigación imparcial sobre las muertes durante las protestas, incluidas las provocadas por francotiradores aparentemente contratados que mataron policías y manifestantes durante las protestas de Maidán.

Yanukóvich cumplió el primer paso y la tropa de choque extremista aprovechó para ocupar por la fuerza la Rada, la sede del Ejecutivo y la Administración Presidencial.

Después esa instancia legislativa, observada con la mira de los fusiles, restableció la Constitución impuesta en 2004 durante la denominada revolución naranja y destituyó al mandatario elegido sin cumplir lo establecido en la Ley Básica.

Igualmente, fue impuesto un Gobierno de vencedores y la investigación de los crímenes fue solapada.

La euforia ultranacionalista llevó al parlamento controlado por los extremistas a vetar la ley de 2010 que autorizaba utilizar el ruso como segunda lengua oficial en las regiones con más de un 10 por ciento de población ruso-parlante.

Como respuesta, en la república autónoma de Crimea y las regiones de Donetsk y Lugansk, en el sureste, sectores reticentes a la autoridad de Kiev convocaron referendos en los que más del 90 por ciento de la población respaldó la autonomía, y posteriormente proclamaron la independencia respecto a Ucrania.

En la rueda de prensa de hoy, Lavrov reiteró que Moscú aboga por la armonización de las relaciones entre Ucrania y la Unión Aduanera de las tres naciones exsoviéticas, la Comunidad de Estados Independientes y la UE, e hizo votos porque en Occidente acaben de reconocer que el apoyo a la guerra civil en Ucrania es un callejón sin salida.