francia-alemania-copaPor Michel Dalí

Porto Alegre, Brasil, 1 jul (PL) Luego de sacudirse los fantasmas del pasado, Alemania y Francia se medirán el próximo viernes en el mítico Maracaná de Río de Janeiro, donde subirá bastante la temperatura de la Copa Mundial de Fútbol.

Cuartos de final, vida o muerte en el camino hacia la conquista del ansiado trofeo supremo del balompié y con algunas similitudes en los recorridos de los dos seleccionados europeos. Ambos debutaron espléndidos y terminaron cerca de la asfixia.

Alemania exorcizó en Porto Alegre la maldición que tenía con Argelia y derrotó por primera vez en estos torneos a los aguerridos «Zorros del Desierto», en tiempo extra 2×1 y con un desgaste físico impresionante.

Antes, Francia logró in extremis imponerse a Nigeria 2-0 en Brasilia con sufrimiento, como casi siempre le sucede con los equipos africanos.

Pero todo esto ya no cuenta y el tiempo que resta para la recuperación es escaso. La fortaleza de los teutones afrontó un exigente examen ante unos «zorros» incansables en buena parte del cotejo.

Terminaron con uno de sus pilares, Bastian Schweinsteiger, fundido y resentido de dolores musculares, aunque bueno es decir que Joachim Low se da el lujo de alternar suplentes con titulares que dan más oxigeno a la Mannschaft.

En cualquier caso, el duelo promete instantes sensacionales. Los panzer (tanques) germanos poseen a un incisivo atacante, Thomas Muller, capaz de moverse de un lateral a otro y crear peligros de gol de diversas formas.

Mesut Ozil, sin brillar todavía lo que se espera, es un volante de muchas virtudes y la asociación con el suplente André Schurrle debe haber puesto a pensar a Low, por lo bien que funcionó.

La defensa es un bastión que apenas flaquea ante los contra en velocidad, pero para tranquilidad está el guardameta Manuel Neuer, uno de los mejores del mundo, destacado contra Argelia el estilo de un stopper o líbero en ocasiones.

Sin embargo, la Francia de Didier Deschamps crece, con sobriedad y equilibrio, sin marcar notas espectaculares. El jovencito mediocampista Paul Pogba, mejor jugador del mundial sub-20 del pasado año, es una de las revelaciones.

Pogba consiguió un magnífico entendimiento con el «pitufo» Mathieu Valbuena, el inteligente armador de la ofensiva de Les Bleus que se transformó en figura indispensable en los goles franceses.

Con intermitencias aunque siempre peligroso, Karim Benzema se mostró como un jugador de ataque al que no se le puede perder la marca, mucho mejor cuando se asocia con Valbuena y Antoine Griezmann, mientras Oliver Giroud acusa irregularidades.

Lo físico se antoja lo más relevante en estos momentos. Francia tuvo que prescindir del defensor Mamadou Sahko y Alemania de Mats Hummels, dos cartas que de reponerse, podrán aportar mucho el viernes.