Caracas, 22 abr (PL) La alianza estratégica entre Venezuela y China, forjada tras la llegada al poder del fallecido presidente Hugo Chávez, apunta hoy al diseño de un nuevo esquema basado en la multipolaridad e integración en el ámbito económico.

El peso del país asiático en la geografía mundial, con énfasis en su función de potencia emergente, se complementa con el rol de Caracas en el escenario energético al disponer de las mayores reservas probadas de crudo en el planeta.

En efecto, las más recientes cifras del Ministerio venezolano de Petróleo y Minería situaron los inventarios en 298 mil 352 millones de barriles, con mil 673 millones de toneles incorporados al cierre de 2013.

Convertida en importante destino del petróleo venezolano, la meta a mediano plazo esta en llegar al suministro de hasta un millón de barriles diarios a China, tomando en cuenta su condición de segundo consumidor mundial del llamado oro negro, afirmó el presidente de la República, Nicolás Maduro.

Para el titular de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez, esa política de incremento sostenido de las ventas al gigante asiático forma parte además de la necesaria diversificación de los mercados.

En marzo pasado fue anunciada la entrada de la tercera renovación del tramo A del Fondo Conjunto Chino-Venezolano, por cinco mil millones de dólares.

Ese mecanismo, conformado en 2007, permite a Beijing financiar grandes proyectos, que Venezuela retribuye con suministros petroleros.

Además, en septiembre de 2013, ambos estados suscribieron 12 acuerdos en diferentes áreas, entre ellas la constitución de una empresa mixta para el desarrollo del Campo Junín 1 de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Unido a ello, se incluyó un convenio con vistas a la elaboración del mapa minero del país, así como la ingeniería y estudio de factibilidad para el desarrollo de la mina de oro Las Cristinas, ubicada al sur del estado Bolívar.

En esa propia dirección figura la visita realizada a Venezuela por el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, coincidente con un momento en el cual Caracas es blanco de una guerra mediática dirigida a distorsionar la realidad de la nación.

Esta acción destaca además como un espaldarazo a la gestión del actual gobierno bajo la dirección de Maduro, toda vez que el canciller del país asiático expresó el apoyo «a los esfuerzos de Venezuela por explorar activamente un camino de desarrollo, acorde con sus convicciones nacionales en pos del crecimiento económico y social».

Además, aseguró que China confía «en la capacidad e inteligencia del pueblo venezolano en resolver de manera independiente y autónoma los problemas existentes».

Durante la gestión de Chávez se logró una asociación estratégica destinada al desarrollo compartido, y ahora con Maduro se continuará promoviendo la cooperación de mutuo beneficio en las distintas áreas de financiamiento, energía, agricultura, construcción de insfraestructura, así como la alta y nueva tecnología.