crimea-referendoKiev, 13 mar (PL) Mientras Crimea y la ciudad de Sebastópol refuerzan la seguridad a 72 horas del referendo sobre el estatus de sus poderes, hoy resurgieron acusaciones sobre la complicidad de los nuevas gobernantes ucranianos con francotiradores durante las protestas de Maidán.

Las autoridades de la república autónoma de Crimea y Sebastopol confirmaron un reforzamiento de las medidas de control y restricciones al ingreso a esos territorios para evitar provocaciones de grupos ultranacionalistas, a tres días del ejercicio comicial.

El titular del Consejo Supremo (Parlamento), Vladimir Konstantinov, indicó que se acordó con los cuerpos de seguridad limitar la entrada a la península ante las continuas amenazas e intentos de penetración de individuos armados.

Comunicó Konstantinov que las brigadas de autodefensa lograron apresar a un extremista del bloque fascista Sector Derecho frente a las puertas de una unidad militar, cuyos efectivos se vieron obligados a disparar. Agregó que son medidas restrictivas temporales hasta la celebración del referendo el domingo, para evitar, recalcó, provocaciones desde afuera.

Dijo que el escenario para abortar la votación en la península fue discutido en una reciente sesión del Consejo de Seguridad en Kiev, y agregó que en la medida en que se aproxima la fecha del 16 de marzo reciben más informaciones acerca de un plan de provocaciones, con armas, inclusive.

En tanto, Alexánder Yakimenko, exjefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, denunció al ex comandante de la tropa de choque de Maidán, Andrei Parubi, como cómplice de la masacre perpetrada por francotiradores en Kiev con el respaldo de países occidentales.

Tras el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, Parubi fue promovido por un Parlamento controlado y vigilado por los extremistas al cargo de secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional ucraniano.

Los disparos de francotiradores se produjeron desde el edificio de la filarmónica. El comandante de Maidán, Andrei Parubi, controlaba el inmueble. Desde ese edificio disparaban los francotiradores el día 20 de febrero, aseguró Yakimenko.

Explicó el oficial de inteligencia que los sicarios apoyaron en el ataque contra los empleados del Ministerio de Interior, quienes desmoralizados se retiraban perseguidos.

Yakimenko recordó que todos los disparos partieron del lugar mencionado, y cuando concluyó la primera andanada de fuego muchos vieron a unos 20 individuos vestidos con algún tipo de uniforme salir del edificio. Llevaban bolsas para transportar armas, dijo.

No solo lo vieron nuestros empleados movilizados en Maidán, sino también los representantes de Sector Derecho y miembros de los partidos Svoboda, Batkivschina y Udar, sostuvo el ex jefe del Servicio de Seguridad ucraniano.

Cuando comenzaron a disparar contra estos opositores, ellos me pidieron que utilizara el grupo Alfa para poner orden en aquellos edificios. Estaba dispuesto a hacerlo, pero necesitaba el sí de Parubi, y no me lo dio, agregó el ex oficial.

Parubi fue captado por varios representantes de la inteligencia. Son fuerzas que cumplían con todo lo que se les dictaba desde Estados Unidos. No había ni un solo día que no acudieran a la embajada norteamericana, dijo el entrevistado al canal Russia Today.