Por Javier Rodriguez Roque
Asunción, 10 jun (PL) El senador electo Hugo Ritcher afirmó que la violencia está presente en la crisis de la sociedad paraguaya y denunció el clima mediático actual usado para atacar a los sectores progresistas.

En declaraciones a Prensa Latina, Ritcher se refirió a los ataques contra el expresidente Fernando Lugo, también electo senador en los comicios de abril pasado, tratando de vincularlo con los supuestos autores de la muerte del acaudalado ganadero Luis Lindstron .

Lindstron recibió 15 disparos de armas de fuego hechos por personas desconocidas, aunque elementos de la extrema derecha, apoyados por medios de prensa, culpan a un grupo armado que dicen opera en el norte del país, aunque éste no se atribuyó el crimen.

Tenemos cerca de 90 campesinos asesinados hasta ahora pero, por supuesto, sin la misma atención mediática dedicada a la muerte de Lindstron, la cual condenamos, dijo el también dirigente del Frente Guasú, coalición de partidos y movimientos sociales de izquierda.

Planteó que, normalmente, el gobierno, la policía, fiscales y jueces acusan a los sectores de izquierda y a la lucha campesina de cualquier episodio violento, obviando siempre la miseria, el hambre y la desigualdad responsables de las protestas y reclamos de tierras.

Llama la atención de que mientras uno de los hermanos del fallecido Lindstron afirmó que la policía está metida en negocios con la mafia, la investigación oficial y la prensa no tomó en cuenta este detalle para incorporarlo seriamente a las averiguaciones, expresó.

Ritcher enfatizó en sus declaraciones que hay un negocio cada vez más peligroso en la zona con el narcotráfico y es cierta la existencia de una mafia alrededor de la venta de madera, en todo lo cual, aseguró, participan fiscales, jueces y policías.

Hay que seguir alertando a la población sobre estos hechos, como ocurrió con Curuguaty, en que pueden llegar a ser preparados o por lo menos manipulados con oscuros intereses políticos, manifestó.

El senador explicó que los ojbetivos finales son criminalizar la lucha campesina, debilitar a las fuerzas de la izquierda y a las propias organizaciones de izquierda e instalar en la sociedad el criterio de su apego a la violencia, todo lo cual es falso.