Alejandro ToledoLima, 23 may (PL) El expresidente peruano Alejandro Toledo regresó hoy de Estados Unidos a afrontar las acusaciones de posible corrupción que lo asedian y que a diario registran nuevos sustentos y contradicciones del exgobernante.

El exmandatario (2001-2006) evitó a los periodistas que lo aguardaban en el aeropuerto- mantenidos a raya por personal de seguridad- y abandonó raudamente la terminal con su escolta.

Una vez en casa, Toledo recibió a dirigentes y parlamentarios de su partido, Perú Posible, con quienes se reunió a puerta cerrada para tratar, de acuerdo con trascendidos, la crisis planteada ante la compra por su suegra de una mansión y una lujosa oficina por más de cinco millones de dólares.

Inicialmente el expresidente alegó que la madre de su esposa, Eva Fernenburg, había adquirido los inmuebles con su propio dinero, pero cambió esta versión tras descubrirse que la transacción la hicieron a nombre de ella dos empresas aparentemente de fachada creadas en Costa Rica y Panamá.

La nueva explicación del exgobernante indica que el dinero provino de un préstamo bancario a esas empresas y de otro del millonario israelí Yosef Maiman Rapaport, muy cercano a Toledo y a la vez garante del supuesto crédito bancario.

Esa versión fue cuestionada hoy por el periodista Gustavo Gorriti, exasesor de Toledo cuando era presidente y también vinculado a Israel. Aseguró que Maiman es un personaje ajeno a la filantropía, está quebrado y tiene problemas judiciales en Estados Unidos.

Toledo anunció el martes último su retorno ante las persistentes dudas, pidió el levantamiento de su secreto bancario, lo que ya había solicitado la Procuraduría Anticorrupción y se declaró víctima del ataque de sus enemigos políticos, argumento recurrente en los acusados de este delito.

También anunció que regresaría a ponerse a las órdenes del ministerio público, que le abrió una investigación, aunque ya indagaba a Fernenburg por la sospechosa adquisición inmobiliaria.

Seguidores de Toledo, políticos y medios de prensa derechistas se han sumado al alegato del expresidente Alan García- ante los diversos casos de posible corrupción por los que es investigado- de que el gobierno promueve esas acusaciones para favorecer la supuesta candidatura presidencial de la primera dama, Nadine Heredia.

El parlamentario oficialista Fredy Otárola denunció que esa aseveración pretende culpar al gobierno por los escándalos causados por la posible corrupción de esos dos exgobernantes y otros políticos y denunció que se trata de una cortina de humo para dejarlos impunes.

Otárola señaló que su bancada, Gana Perú, analiza la posibilidad de seguir apoyando a Toledo en sus problemas actuales, mientras medios de prensa conservadores señalan que Gana Perú puede quedar solo y en minoría en el parlamento si termina su alianza de gobernabilidad con los toledistas.