REVOLUCION391-580x414Por Patricio Montesinos

La reacción popular y de los máximos dirigentes de Venezuela ante la desaparición física del presidente Hugo Chávez evidenció la madurez política y mayoría de edad lograda por la Revolución Bolivariana, para desdicha de
sus adversarios, liderados por Estados Unidos y la desmoronada derecha recalcitrante e irrespetuosa de esa nación latinoamericana.

Los actos multitudinarios celebrados en Caracas y en todas las ciudades de ese país, y la organización demostrada en los homenajes póstumos a Chávez, dieron una lección al mundo, inesperada para algunos, y ejemplificante, sobre todo, para los enemigos acérrimos del líder de la Revolución venezolana.

Washington y sus lacayos tuvieron la oportunidad por estos días de ver con sus propios ojos el respaldo con que cuenta el proceso revolucionario venezolano, y no tuvieron otra alternativa que refugiarse en sus embustes y
ofensas, o simplemente permanecer mudos o sigilosos.

El reconocimiento internacional ofrecido a Chávez en todos los rincones de este planeta fue además un tapabocas para el régimen de turno norteamericano, y para quienes en América Latina y otras regiones siempre
han servido a los intereses del imperio en decadencia.

En el propio norte revuelto y brutal, más exactamente en Nueva York, la Organización de Naciones Unidas brindó un merecido homenaje al fallecido mandatario, donde únicamente se escucharon palabras de elogios hacia su persona.

Hasta en la Organización de Estados Americanos (OEA), un instrumento de dominación de la Casa Blanca, se resaltaron las virtudes, el liderazgo y el legado dejado por Chávez para su país y todos los pueblos que sueñan y
luchan por un mundo mejor.

Solo los pocos inescrupulosos de siempre, como la fermentada y empobrecida prensa española, la Cadena Mas Mentirosa (CMM) norteamericana, y algunos enfermizos portavoces ultraderechistas en Venezuela y en otros Estados, profanaron despreciablemente la figura del Comandante Latinoamericano.

La vergonzosa conducta adoptada por esos escasos medios de comunicación y algunos incautos personajillos pagados por Washington claro que obedeció a la rabia que les provocó el respaldo sin precedentes dado a Chávez,  y la reacción de la gran mayoría de sus compatriotas de continuar su obra revolucionaria,  integracionista y a favor de los más desposeídos.

Las manifestaciones históricas escenificadas en Venezuela constituyeron un avance de lo que ocurrirá en las elecciones del venidero 14 de abril, en las cuales se impondrá sin duda alguna el candidato chavista Nicolás Maduro, lo que se traducirá en otra  demostración de la madurez política y mayoría de edad alcanzada por la Revolución Bolivariana.