Nueva Delhi, 23 dic (PL) El presidente ruso, Vladimir Putin, se entrevistará mañana con las máximas autoridades indias para fortalecer la cooperación bilateral en áreas tan estratégicas como el comercio militar y la energía nuclear civil.

Fuentes de defensa citadas por la prensa local consideran que el plato fuerte de la visita será un contrato mediante el cual la nación surasiática comprará equipamiento bélico por valor de unos siete mil millones de dólares, el grueso de esa suma por unos 40 cazas Sukhoi MKI.

Las partes también considerarán el traspaso a la Marina de Guerra de la India del modernizado portaviones Vikramaditya (antes Almirante Gorshkov), mediante un transacción calculada en dos mil 300 millones de dólares.

La dotación de esa fortaleza naval incluiría cazas MiG-29K, helicópteros Ka-27 y K-29, todos de fabricación rusa.

La India, el mayor comprador mundial de armas, realiza en Moscú el 60 por ciento de sus adquisiciones de equipos militares.

Su último gran acuerdo en ese campo fue un lote de 80 helicópteros Mi-17 V5, 42 de los cuales ya fueron entregados en febrero de este año.

Putin tiene previsto reunirse con su homólogo indio, Pranab Mukherjee, el primer ministro Manmohan Singh, y la líder del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, en una fugaz visita -durará apenas 15 horas- encuadrada en las cumbres anuales que ambos países establecieron en 2000.

En el campo de la cooperación en materia de energía nuclear civil, las delegaciones intentarán salvar diferencias respecto a la construcción por Rusia de los reactores tres y cuatro de la electronuclear de Tamil Nadu, duramente objetada por grupos ambientalistas de ese estado del sur de la India.

Las discrepancias intergubernamentales tienen que ver con la negativa de Moscú a reconocer su responsabilidad civil en caso de accidente en esas dos unidades en tanto fueron convenidas antes de la promulgación, en el 2010, de la ley india sobre tal tipo de contingencias.

En octubre último, durante una visita a Nueva Delhi, el viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin, recalcó que «las reglas no deben cambiarse una vez que el juego ha comenzado» e invitó a sus interlocutores a observarlas porque «un precedente semejante podría asustar a la comunidad empresarial».

Se espera, de cualquier modo, que ambas naciones reiteren la aspiración común de duplicar el comercio bilateral hasta situarlo en 20 mil millones de dólares hacia el 2015.